Pena de muerte o cadena perpetua le espera al español Daniel Sancho en juicio de este jueves en Tailandia
La defensa de Daniel Sancho debería cruzar los dedos y
apostarlo todo al quince. Este es el número mágico en el veredicto de su caso,
cuya lectura está prevista este jueves por la mañana en Tailandia. Una fuente legal cercana al Tribunal de Samui
lo explica para La Vanguardia: “Si la sentencia es relativamente leve, de
quince años o menos, el reo podría cumplir su sentencia en el penal de la isla,
que en comparación con otros, es como un balneario".
El otro número clave, al que estar atentos, es el 25,
según esta fuente: “Una pena de más de quince años es una mala noticia, aunque
sea inferior a veinticinco. Sancho no podrá quedarse en Samui y solo podrá
elegir entre el penal de la capital provincial, Surat Thani -que es muy pequeño
y está abarrotado- o el de Nakhon Si Thammarat, un presidio tan grande como
ocho cárceles”. Sus muros, efectivamente, se extienden por un perímetro de dos
kilómetros.
“No querrá ir a Surat Thani, porque su cárcel es un
infierno”, asegura el experto.“ Lo mejor que le podría pasar es quedarse aquí
en Samui, en una prisión que no es vieja y tiene pocos reclusos. Donde con
dinero puedes permitirte hasta un mayordomo y librarte de muchas tareas
obligadas para el resto de presos. Hasta puedes comprar comida muy buena que
hacen las presas del módulo femenino, ¡Un pollo entero por 150 baht!” (4
euros).
La única rendija es que el director de la cárcel
podría recomendar su traslado a Bangkok por motivos justificados. “Cualquier
cosa antes que el infierno de Surat Thani, donde los presos están hacinados por
docenas y corren mucho peligro cuando estalla alguna pelea”.
En caso de una condena de más de 25 años o incluso
cadena perpetua o pena capital -como solicita el fiscal- la única opción es
Bang Kwang, la cárcel de la capital tailandesa donde están los presos más
peligrosos y que ha merecido el apelativo de devoradora de hombres -“el gran
tigre”- e irónicamente el de “el Hilton
de Bangkok”.
Tendrá, eso sí, más opciones para comunicarse que en
Samui. En castellano -aparte del descuartizador de Terrassa, Artur
Segarra- podría hablar con un número
discreto de “mulas” procedentes de Ecuador o Perú, además de algunos
asaltadores de chalets colombianos. En inglés hay más opciones, no solo occidentales,
entre ellas, un “un módulo con seiscientos traficantes nigerianos”. Pero
también hay quien dice que allí, aprender o no tailandés en menos de tres meses
puede ser una cuestión de pura supervivencia.
La citada fuente legal tailandesa, que solicita el
anonimato, se permite hacer una apuesta: “Daniel Sancho tiene un 80% de
posibilidades de salir mal parado este jueves”. El principal motivo, según él,
es haber renunciado a un equipo jurídico tailandés de nivel, conformándose con
el abogado de oficio. Los circos mediáticos en España tienen aquí una
influencia nula. “La clave será si el
juez considera que Daniel Sancho pudo probar que actuó en defensa propia. Su
problema es que sus compras antes del “accidente” y su conducta posterior
parecen contradecirle, por no hablar de su cambio de versión”.
Esta persona confirma que, personas que han visto a
Daniel Sancho “en los últimos cinco días” –él lo había tratado antes en por lo
menos tres ocasiones- afirman que presenta un aspecto saludable y, como el mismo
interesado ha reconocido, está incluso más en forma que cuando ingresó en
prisión, gracias a la lucha tailandesa y, últimamente, el ping pong.
Por otro lado, el paréntesis de casi cuatro meses
entre el final del juicio y la promulgación de la sentencia podría haber
impedido a Daniel Sancho acogerse a la última ronda de indultos, con motivo del
cumpleaños del rey de Siam, el 28 de julio, que es festivo. Porque en Tailandia
hay otro número mágico: El 12. Y en esta ocasión, Rama X ha sido especialmente
magnánimo, al tratarse de su 72 aniversario, equivalente a seis ciclos vitales
de 12 años. Un acontecimiento celebrado por todo lo alto con clérigos y monjes
de cinco religiones.
Cerca de 31.000 presos fueron excarcelados, reduciendo
de paso el hacinamiento. Otros ocho mil, en libertad condicional, también
vieron el resto de su pena condonada. Entre los primeros, unas diez mil
personas insolventes privadas de libertad por no poder pagar multas. Entre los
segundos, incluso el multimillonario y dos veces primer ministro, Thaksin
Shinawatra, cuya hija menor, Paetongtarn, acaba de ser nombrada nueva jefa de
gobierno.
De todos modos, no está nada claro que la sentencia de
Sancho -de haber llegado antes- hubiera sido lo suficientemente baja como para
poder salir beneficiado. Lo más posible es que no. En el futuro, cuando haya
cumplido una tercera parte de la condena, podrá acogerse a sucesivas
reducciones de pena por buena conducta y, una vez cumplida una tercera parte,
solicitar por carta el indulto real.
Sea cual sea el veredicto de este jueves, lo más
probable es que la historia no termine aquí y que alguna de las dos partes no
se dé por satisfecha y recurra. El abogado pro bono de la familia de la
víctima, Juan Gonzalo Ospina, ya ha empezado a sembrar dudas sobre “movimientos
sospechosos” de la defensa. Y esta podría tener sus propios motivos para
alargar la estancia de Sancho en Samui mediante un recurso (aunque esto solo
sería posible si la condena no supera los quince años).
Cualquier recurso alargará el caso como mínimo otros
dos años. Si la sentencia del tribunal superior también es recurrida,
transcurrirían dos años más antes de que que el Supremo dicte una sentencia
inapelable. Los crímenes en el paraíso,
llámese Koh Phangan o Koh Samui, acostumbran a llevar al purgatorio.
Fuente: SERVICIOS
COMBINADOS
No hay comentarios.: