La diferencia quedó patente el martes por la noche,
cuando la vicepresidenta Kamala Harris hizo una enérgica defensa del derecho al
aborto durante su debate presidencial con el republicano Donald Trump.
Harris transmitió las terribles situaciones médicas en
las que se encuentran las mujeres desde que el Tribunal Supremo de Estados
Unidos anuló el derecho nacional al aborto en 2022. Harris no tardó en culpar
directamente a Trump, que recalibró el Tribunal Supremo a la mayorÃa
conservadora que emitió la histórica sentencia durante su mandato.
A las mujeres, dijo Harris a la audiencia nacional, se
les ha negado la atención como resultado.
"¿Quieres hablar de que esto es lo que la gente
querÃa? ¿Mujeres embarazadas que quieren llevar a término un embarazo, que
sufren un aborto espontáneo, a las que se les niega la atención en un servicio
de urgencias porque los profesionales sanitarios temen que puedan ir a la
cárcel y ella se está desangrando en un coche en el aparcamiento?", dijo
Harris.
El momento fue un recordatorio de que Harris está en
una posición única para hablar de un tema tan candente a nivel nacional como
Biden, un católico de 81 años que se opuso durante mucho tiempo al aborto,
nunca se sintió cómodo haciéndolo.
Harris ha sido el rostro público de la Casa Blanca en
sus esfuerzos por mejorar la salud materna y garantizar cierto acceso al
aborto, a pesar de la sentencia del Tribunal Supremo. A principios de este año,
se convirtió en la funcionaria estadounidense de más alto rango en visitar públicamente
una clÃnica abortista.
El doctor Daniel Grossman, ginecólogo-obstetra de la
Universidad de California en San Francisco, dijo que se alegraba de que Harris
pusiera de relieve las dificultades a las que se enfrentan las personas en los
estados que prohÃben el aborto. "Personas que no han podido acceder a
servicios de aborto donde viven, que tienen que viajar, personas que han
sufrido complicaciones obstétricas y no pueden recibir la atención que necesitan
debido a las prohibiciones del aborto", dijo Grossman.
Sin embargo, Harris no quiso dar detalles sobre el
tipo de restricciones -si las hubiera- que apoya en torno al aborto. En su
lugar, giró: dijo que quiere "restablecer las protecciones de Roe",
que prohÃbe a los estados prohibir abortos antes de la viabilidad fetal,
generalmente considerada en torno a las 20 semanas.
Trump, por su parte, eludió las preguntas sobre sus
intenciones de restringir aún más el aborto. No quiso decir si firmarÃa una
prohibición nacional del aborto como presidente.
Los defensores del aborto dicen que no creen que Trump
firme una prohibición si llega a su mesa.
Carol Tobias, presidenta del Comité Nacional del
Derecho a la Vida, dijo que su grupo no se ha centrado en una prohibición
nacional "porque no va a suceder. No hay votos en el Congreso. Ya sabes,
el presidente Trump dijo que no lo firmarÃa. Sabemos que Kamala Harris no lo
hará".
Trump también afirmó falsamente que algunos demócratas
quieren "ejecutar al bebé" después del nacimiento en el noveno mes de
embarazo.
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