Las viviendas otra de las facetas de esta trágica realidad dejada por una DANA que anegó varias poblaciones al sur de Valencia, dejando 214 fallecidos
VALENCIA (12 Noviembre 2024).- Cerca de cumplirse las dos semanas desde que una DANA anegó varias poblaciones al sur de Valencia, dejando 214 fallecidos (siete más en Castilla-La Mancha y uno en Andalucía) y decenas de desaparecidos que todavía se están buscando, el proceso de ayuda sigue avanzando lentamente. Y, sobre todo, lo hace gracias al esfuerzo e iniciativa de voluntarios y el personal de emergencias desplegado en la zona.
Las necesidades se enfocan en la limpieza de unas calles que siguen acumulando fango y restos de la vegetación y los vehículos arrastrados por el agua, además del reparto de agua y alimentos, así como productos de primera necesidad.
Pero también surgen iniciativas que tratan de responder a otras facetas de esta trágica realidad. Por ejemplo, la de la vivienda. Muchas personas han sido ubicadas de forma temporal en refugios improvisados en pabellones a la espera de comenzar a recibir las ayudas prometidas por el Gobierno y la Generalitat Valenciana. Y es que la incertidumbre en cuanto a saber si se podrá regresar a casa o no hace mella en muchos. “La DANA ha dejado a muchas familias en condiciones de vulnerabilidad extrema, perdiendo sus hogares y pertenencias”, explica Juan Saldarriaga, empresario y miembro de la Asociación Batterfly, que coordina la recepción y distribución de donaciones en cinco centros en Torrent. “La necesidad de ayuda es constante, y nuestra prioridad es apoyar a las familias para que recuperen un mínimo de estabilidad”, remarca.
Desde Batterfly, Saldarriaga explica cómo han puesto en marcha un proyecto para amueblar viviendas que han resultado dañadas por las inundaciones.
Recuperar el hogar
La idea surge del contacto de Saldarriaga con algunas personalidades públicas y su deseo de ayudar. “Estaba en una cafetería esperando a mi socio cuando, por coincidencia, me encontré con Tamara Pérez y su marido Víctor, Roberto Soldado y su esposa Rocío, y Arancha, la esposa de Vicente Iborra. Ellos se habían reunido precisamente para hacer algo al respecto y, al estar allí, me di cuenta de que podía actuar como un paraguas para canalizar toda esa ayuda a través de Batterfly”, asegura.
El empresario explica que para esta idea aprovechan la estructura con la que ya cuentan en la asociación y la colaboración con Diaconía “para coordinar mejor los esfuerzo y lograr un impacto real”. “Queremos que cada familia pueda regresar a una casa que vuelva a ser un verdadero hogar, devolviéndoles no solo lo material, sino también un sentido de esperanza y pertenencia”, dice Saldarriaga.
La iniciativa, de la que ya se han hecho eco algunas televisiones generalistas del país, cuenta con el apoyo de empresas como la inmobiliaria Trece Casas, y de celebridades como la tertuliana y modelo Tamara Gorro, y futbolistas como Tino Costa, Daniel Parejo o Ezequiel Garay, además de los ya mencionados Roberto Soldado y Vicente Iborra.
“El evangelio brinda un refugio”
Saldarriaga, miembro de una iglesia local en Valencia, hace referencia a la imagen de cómo “el evangelio brinda un refugio y una promesa para quienes lo reciben” y, desde esta perspectiva, hace una lectura particular de la situación. “En tiempos tan oscuros, las palabras del evangelio nos recuerdan que no estamos solos y que somos parte de algo más grande”, dice. “Es un llamado a amar y acompañar, tal como hemos sido amados, en cada paso de la reconstrucción de las vidas de otras personas”, añade.
Por eso, explica, su motivación para ayudar surge de su fe cristiana y de mandamiento de “amarás al Señor tu Dios […] y a tu prójimo como a ti mismo”. “Este amor a Dios se traduce en amor hacia los demás, especialmente en tiempos de necesidad, y veo en cada gesto de ayuda una forma de expresar ese amor hacia mi prójimo”, añade.
Por JONATÁN SORIANO/Protestante digital
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