En bendición de estatuillas del Niño Jesús, el papa Francisco tiene esperanza que nadie olvidará a sus abuelos y que “nadie se queda solo en estos días”
La preocupación del Papa por todos aquellos que
experimentan el sufrimiento causado por la guerra y la violencia es grande y
constante. Apenas tres días después del nacimiento de Jesús, en quien los
hombres ponen su esperanza, el Papa en su saludo a los fieles inmediatamente
después del rezo del Ángelus recuerda a Mozambique, atrapado entre la pobreza y
la violencia, que Francisco mira "con atención y preocupación". con
la oración para que "el diálogo y la búsqueda del bien común, sostenidos
por la fe y la buena voluntad, prevalezcan sobre la desconfianza y la
discordia", denunciando luego "tanta crueldad" que sufren los
niños inocentes en otras zonas de conflicto
La maltrecha Ucrania sigue sufriendo ataques a ciudades,
que a veces dañan escuelas, hospitales e iglesias. ¡Que las armas callen y que
suenen los villancicos! Oremos para que en Navidad haya un alto el fuego en
todos los frentes de guerra, en Tierra Santa, en Ucrania, en todo Oriente Medio
y en todo el mundo. Y con dolor pienso en Gaza, en tanta crueldad; hasta los
ametrallamientos contra niños, hasta los bombardeos de escuelas y hospitales...
¡Cuánta crueldad!
El Papa bendice a las figuras del Niño
Dios. En su alocución previa al rezo mariano del Ángelus, desde la Casa Santa
marta por un resfriado, Francisco confirmó que está mejor. Y ...
En
Navidad nadie se queda solo
Finalmente, la bendición de las estatuillas del Niño
Jesús que niños y jóvenes llevaron a la Plaza de San Pedro y que luego
colocarán en los belenes, un "gesto sencillo pero importante", define
el Papa que concluye con la esperanza que nadie olvidará a sus abuelos y que
“nadie se queda solo en estos días”.
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