En Las Tunas, Cuba, a meses concluida primera fase instalación sistemas bombeo con paneles solares, se reportan varios hechos de robo contra esas estaciones
LAS TUNAS, Cuba (4 Diciembre 2024).- A la altura del mes de mayo, publicamos en este diario una información referente a la terminación en Las Tunas de la primera fase del cambio de matriz energética para estaciones de bombeo en comunidades rurales, apartadas, e incluso, de difícil acceso.
Feliz noticia, sí, indiscutiblemente, sobre todo
porque muchas de estas zonas llevaban años sin recibir el servicio, y fue esta
una alternativa viable que, aunque costosa para el país, da respuesta a una
preocupación prioritaria y constante para la población, como lo es el acceso al
agua potable.
Dicho esto, vamos al verdadero objetivo de estas
letras, que no es tan halagüeño como lo fue la citada información, aunque tiene
total relación con el tema.
Apenas a seis meses de culminada la tarea, ya se han
manifestado, en varios municipios tuneros, hechos delictivos contra los módulos
instalados. Hasta el momento, la única alternativa ha sido la reposición, allí
donde se ha logrado disponer del recurso faltante; pero otros lugares no han
corrido la misma suerte. En ningún caso, hasta ahora, se han podido recuperar
los recursos sustraídos, ni identificar a los autores de los hechos.
Sin embargo, aunque parezca contradictorio, no es eso
lo más preocupante, sino el hecho de que no existe personal contratado para
velar por estos recursos las 24 horas y, siendo transparentes, tampoco todas
las comunidades se han involucrado seriamente en la protección de sus sistemas
de bombeo.
UNA
NECESIDAD, UNA RESPUESTA
La instalación de módulos de bombeo que funcionan con
energía solar fotovoltaica fue una política aprobada por el país por varios
motivos. Primero, para dar respuesta a las necesidades que, en materia de
acceso al agua potable, tiene un número significativo de comunidades aisladas y
de difícil acceso en Cuba.
Segundo, porque la sustitución de fuentes de energía
fósiles, por renovables, constituye una prioridad en las aspiraciones cubanas
de cambiar, paulatinamente, la matriz energética de la nación en un alto por ciento.
Por otra parte, los bombeos existentes en muchas de
esas comunidades, eran ya demasiado antiguos, estaban deteriorados o rotos sin
solución.
Por ese concepto entonces, y tras un grupo de estudios
para determinar los lugares donde serían instalados los equipos de bombeo, se
ubicaron en la provincia de Las Tunas 144, para beneficiar a 48 716 personas.
Sin embargo, lamentablemente, a menos de cuatro meses
de instalados, ya se han cometido ocho hechos delictivos, específicamente de
hurto, contra estas estaciones de bombeo, varias de las cuales han sido
paralizadas por esa situación, ante la falta de recursos para reponer los
sustraídos.
Sin embargo, no se ha logrado un consenso en materia
del cuidado de estos, y de las responsabilidades puntuales que a cada quien
corresponden en función de proteger estos valiosos recursos.
UN
GATO TODAVÍA SIN CASCABEL
Los hechos se reportan en los municipios de Puerto
Padre, Colombia, Jobabo y Majibacoa y, lógicamente, han tenido una repercusión
muy negativa en un proceso que aún recibe el beneficio de inversiones para
garantía de sus cercas perimetrales, pintura y otras condiciones.
Aunque existen operadores para estas estaciones, Oscar
Carralero Suárez, director de la Empresa Provincial de Acueducto y
Alcantarillado, explicó que no cuentan con el personal necesario y el
presupuesto para garantizar el cuidado de las estaciones de forma permanente.
Señaló, además, que es un asunto sensible, pues en
muchos casos la comunidad dice, con cierta razón, que no les corresponde el
cuidado de los emplazamientos.
«Inicialmente nos robaron el equipo de bombeo de la
comunidad de Santa Bárbara, en Puerto Padre; después el de la comunidad Sexto
Congreso, en Colombia. Luego se nos dieron tres hechos más, en Colombia,
también en la Comunidad de Leningrado robaron la bomba, en la comunidad de Loma
Alta en Jobabo, y en Puerto Carúpano, en Puerto Padre. Los restantes han sido
robos de otros componentes, también importantes para el funcionamiento de las
estaciones.
«Nosotros, como empresa, hemos buscado reforzar la
seguridad de los equipos. También hemos hecho actas de cooperación con los
vecinos, con entidades ubicadas en esas zonas. Pese a todo eso, no hemos podido
evitar los robos, y en todos los casos, tanto equipos de bombeo como
componentes electrónicos están deficitarios, lo que implica que la comunidad,
lamentablemente, vuelve al punto inicial. Solo hemos podido reponer dos».
Tal y como señaló el directivo, Jobabo, ha sido uno de
los municipios afectados por estos hechos, y allí fueron instalados 25 de estos
módulos.
Yordi Agüero, presidente de la Asamblea Municipal del
Poder Popular en esa localidad, declaró a Granma, que el llamado consiste en
que el operador de la estación y la comunidad tengan un vínculo lo más estrecho
posible. «Ellos son los responsables de su funcionamiento, del cuidado de la
estación, pero a nosotros, desde la comunidad, nos toca prever, cuidar. Tenemos
también un papel decisivo para evitar que hechos como estos se repitan».
Por su parte, Marciano García García, jefe de
Mantenimiento de la unidad empresarial de base de Acueducto y Alcantarillado
del propio municipio, señaló que, por ejemplo, en la comunidad de la Canoa,
afectada por el robo de un componente técnico, se buscó una alternativa y sigue
funcionando, pero lo más importante es que, a raíz del hecho, los factores
comunitarios reorganizaron la guardia cederista, y ahora se han convertido en
los principales protectores de ese bien social.
Granma llegó también hasta la zona costera de
Carúpano, en Puerto Padre. Allí, el robo de la bomba determinó la paralización
del sistema. De la situación existente, dialogamos con la delegada, Miriam Sanz
Cabaza.
«Realmente hoy tenemos una situación muy compleja aquí
en la comunidad. Aquí ese sistema no tuvo el impacto esperado, sinceramente. Se
sustituyó el anterior que daba agua a la comunidad completa, y cuando se puso
el de paneles solares, realmente llegaba el agua solo a unas pocas viviendas.
No obstante, en menos de cuatro meses se robaron la bomba, desmontaron todo, y
ahora ni lo uno ni lo otro. Si no fuera por las lluvias de estos días, todo
sería mucho más complicado».
En opinión de la Delegada, no hubo allí seguridad
suficiente para proteger el equipo. Señaló, además, que hay varias
instituciones con guardias a la redonda, pero aun así, se cometió el hecho.
LA
REALIDAD MÁS ALLÁ DE LOS CRITERIOS
Estos sistemas constituyen módulos que llegaron al
país con todos sus componentes; por lo tanto, no es posible quitar uno para
poner a otro, y tampoco existe una disponibilidad de recursos a la espera para
sustituir de inmediato lo que se deteriore o se pierda.
Esta, como muchas otras, es una problemática que
necesita de trabajo mancomunado para su solución. De lo contrario, estará el
recurso popular a merced del delito, y la población, en definitiva, cargará con
el peso de ese acto.
Lamentablemente, los hechos no han podido ser
esclarecidos, y mientras se definen estrategias de responsabilidad, y los
criterios al respecto se mantienen, en muchos casos divididos, en cualquier
momento otra comunidad pudiera quedar sin el servicio, y el país con una
inversión perdida.
EN
CONTEXTO:
La instalación de 1 312 equipos de bombeo, con una
potencia de diez kilowatts, forma parte de la proyección de 19 empresas de
Acueducto y Alcantarillado, pertenecientes a la Organización Superior de
Dirección Empresarial (OSDE) Agua y Saneamiento, que avanzan en el cambio de la
matriz energética.
La última parte del programa, prevista para 2025,
consta de 446 equipos, y tendrá como beneficiarios a los clientes de las
empresas de Aguas de La Habana, Mayabeque, Aguas del Oeste (también de
Mayabeque), Varadero, Camagüey; Guardalavaca, en Holguín, Granma, Santiago de
Cuba, Guantánamo, y el municipio especial Isla de la Juventud, amplió Labrada
Gómez.
Por LEIDYS
MARÍA LABRADOR HERRERA/Granma


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