El presidente de Chile Gabriel Boric: “Desde la izquierda les digo que el Gobierno de Maduro es una dictadura”
SANTIAGO DE CHILE, Chile (10 Enero 2025).- El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha endurecido su condena al régimen chavista. “Desde la izquierda política les digo que el Gobierno de Nicolás Maduro es una dictadura”, dijo el jueves después de que el equipo de María Corina Machado denunciase la detención de la líder opositora venezolana tras la movilización convocada en Caracas un día antes de la toma de posesión de Maduro. Si bien fue liberada, poco después la Cancillería del país sudamericano, que encabeza Alberto van Klaveren, emitió una declaración pública en la que señala: “Chile expresa su más enérgica condena ante la represión y continuas violaciones a los derechos humanos que se están produciendo en Venezuela [...] y rechaza y manifiesta su preocupación ante la detención de la que fue objeto la líder opositora [...] y exige que se garantice su seguridad, así como la de otros líderes de la oposición democrática”.
La Administración de Boric ha profundizado sus
críticas hacia Maduro y su régimen desde las elecciones presidenciales de
Venezuela del 28 de julio pasado. Han sido casi seis meses marcados por
diversas controversias que arrancaron poco después de los comicios en que
Maduro, sin mostrar las actas electorales y entre indicios claros de fraude, se
dio por ganador frente al opositor Edmundo González. Boric fue el primer líder
internacional en pedir transparencia en el conteo de votos, cuando señaló, a
través de su cuenta de X: “El régimen de Maduro debe entender que los
resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y
sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el
exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores
internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la veracidad de
los resultados”.
Al día siguiente, el lunes 29, el chileno insistió en
su postura, cuando dijo desde Emiratos Árabes, donde se encontraba en un viaje
oficial, que “elecciones que generan tanta expectación como ésta [la
venezolana], tienen que ser absolutamente transparentes y verificables”. Y
añadió: “Todavía no se entregan todas las actas que podrían verificar esa
elección. Mientras eso no se haga, nosotros como país nos vamos a abstener de
hacer un reconocimiento a lo que ha señalado el Consejo Nacional Electoral”.
La posición de Boric tuvo consecuencias inmediatas. El
régimen chavista decidió en menos de 24 horas el retiro de todo su personal
diplomático en Chile, Argentina, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana
y Uruguay, y también que estos gobiernos de América Latina sacaran de inmediato
a sus representantes del territorio venezolano. La medida implicó la expulsión
de Caracas de Jaime Gazmuri, el socialista que el presidente de izquierdas
había nombrado en mayo de 2023, tras cinco años sin que Chile tuviera un
embajador en el país caribeño.
De esos días convulsos, en Chile quedó el recuerdo de
una frase que el embajador venezolano en Santiago, Arévalo Méndez, gritó cuando
salía, la noche del 30 de julio, de la sede diplomática ubicada en una casona
en el municipio de Providencia, en el sector oriente de la capital, y que fue
grabada por el canal 24 Horas: “¡Muera el fascismo!”.
El 22 de agosto, cuando el Tribunal Supremo de
Venezuela (TSJ), controlado por el chavismo, convalidó el triunfo de Nicolás
Maduro, Boric volvió a hablar y dijo que aquella decisión “termina de
consolidar el fraude” y que “no hay duda que estamos frente a una dictadura que
falsea elecciones” y que “Chile no reconoce este falso triunfo autoproclamado
de Maduro y compañía”. El chileno también separó las aguas políticas en la
región y señaló que “la dictadura de Venezuela no es la izquierda”.
Pese a los fuertes choques, y a la expulsión de
Gazmuri, Chile ha mantenido dos posiciones durante estos casi seis meses frente
a la crisis de Venezuela. La primera, no romper relaciones con Caracas, pues
como explicó en agosto a EL PAÍS el canciller van Klaveren hacerlo “no es parte
de esta política” pues “históricamente, durante períodos democráticos, Chile
nunca ha roto relaciones con algún país”.
La segunda ha sido no reconocer a Edmundo González
como presidente, aunque el canciller admita que “hay una gran simpatía” por él
y que existe contacto con la oposición. “A nosotros no nos corresponde
reconocer ganadores de elecciones presidenciales en terceros países”, pero,
“nos parece que, desde el punto de vista de la política exterior, es mejor
abstenerse de reconocer ganadores de elecciones, sobre todo cuando han sido
cuestionadas”, ha reiterado este jueves el canciller a radio Cooperativa.
También hay otro factor: el caso de Juan Guaidó. Recordó que “se generó una
situación extraña en que se reconocía a un gobierno que no tenía capacidad de
controlar los asuntos de ese país, que no tenía un poder efectivo, un poder
real, y, por otra parte, subsistía el régimen de Maduro. Entonces, la verdad es
que no queremos repetir una experiencia como esa”.
En la víspera de la toma de poder del líder chavista,
este martes el Gobierno de Boric entregó una última señal diplomática al dar
por finalizada la misión de Jaime Gazmuri como embajador, quien regresó a Chile
el 3 de agosto. Fue una medida que tomó por la “evolución de los hechos a
partir de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 en Venezuela,
tras las cuales Nicolás Maduro ha asegurado que seguirá siendo el presidente de
ese país desde el 10 de enero, como resultado del fraude electoral perpetrado
por su régimen”.
Actualmente, Chile mantiene dos consulados en
Venezuela: uno en Caracas y otro en Puerto Ordaz.
Por ANA MARÍA SANHUEZA/El País
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