La Santa Sede preocupada por escalada de violencia en el este de la República Democrática del Congo
CIUDAD DEL VATICANO (10 Febrero 2025).- «La Santa Sede está profundamente preocupada por la escalada de violencia en el este de la República Democrática del Congo», reitera su apoyo al «Proceso de Luanda», un plan para llevar la paz a la región, y «pide la reanudación inmediata de las negociaciones», acogiendo con satisfacción «la propuesta de crear una misión independiente» para esclarecer los hechos.
Lo afirmó monseñor Ettore Balestrero, observador
permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y otras Organizaciones
Internacionales, quien, durante su participación del 7 de febrero en la 37ª
Sesión Especial del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, reiteró la «firme
condena a la reciente ofensiva» de la coalición rebelde AFC/M23 contra Goma y
avanza ahora hacia Bukavu.
«El M23 debe cesar inmediatamente todas las
hostilidades y retirarse de las zonas ocupadas», añadió el nuncio apostólico,
afirmando que la «integridad territorial» del país «debe ser plenamente
respetada».
Permitir
la ayuda humanitaria
En su discurso, monseñor Balestrero señaló que la
escalada del conflicto «ha provocado una enorme y trágica pérdida de vidas y un
preocupante aumento de las violaciones de los derechos humanos», que varias
ciudades han sido saqueadas y que se están produciendo nuevos desplazamientos
masivos de la población, ya empobrecida por los enfrentamientos recurrentes en
las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur desde hace treinta años.
Para el diplomático vaticano, es «profundamente
lamentable que incluso miembros de las fuerzas de paz, que estaban cumpliendo
los mandatos que les ha confiado el Consejo de Seguridad de la ONU, hayan sido
asesinados o heridos en el cumplimiento de su deber».
«Para aliviar la crisis humanitaria», debería
permitirse al menos «la entrega de ayuda humanitaria y la evacuación de los heridos
más graves», instó el nuncio apostólico, que pidió la reapertura inmediata del
aeropuerto de Goma y, por tanto, las disposiciones necesarias por las partes
implicadas.
Respetar
el alto el fuego
El observador permanente recordó también la invitación
del Papa Francisco a las partes en conflicto, durante la audiencia general del
29 de enero, a cesar las hostilidades y proteger a los civiles, con la
recomendación a las autoridades locales y a la comunidad internacional de hacer
todo lo posible «para resolver la situación de conflicto por medios pacíficos».
Por último, el nuncio apostólico expresó la cercanía,
solidaridad y condolencias de la Santa Sede a todas las familias que han
perdido a seres queridos y recordó «a todas las partes en conflicto sus
obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario», instándolas a
respetar el alto el fuego.
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