Descubren un sebeco en Sabana Grande de Boyá habitó la isla de La Española hace unos 5.8 millones de años
SANTO DOMINGO, República Dominicana (3 Mayo 2025).- Un equipo internacional de científicos descubrió en Sabana Grande de Boyá, provincia Monte Plata, los restos fósiles de un sebeco, un antiguo pariente terrestre de los cocodrilos que habitó la isla de La Española hace unos 5.8 millones de años.
El hallazgo fue publicado el 30 de abril de 2025 en la revista Proceedings of the Royal Society y confirma que estos animales fueron los verdaderos dominantes del ecosistema caribeño mucho antes de la llegada de los humanos o felinos.
Un cocodrilo sin agua, pero con garras
A diferencia de los cocodrilos actuales, los sebecos eran carnívoros terrestres. Tenían patas más largas y un andar más parecido al de los mamíferos. Su cráneo estaba adaptado para morder con fuerza en lugar de atrapar peces, y sus dientes afilados, dentados como cuchillos de carnicero, estaban diseñados para desgarrar carne.
El ejemplar encontrado en República Dominicana probablemente cazaba animales terrestres como perezosos, tortugas y roedores gigantes.
Pruebas fósiles en Monte Plata
¿Cómo cruzaron?
Una de las grandes incógnitas era cómo estos animales terrestres llegaron a las islas. La teoría más aceptada apunta a un antiguo puente natural conocido como GAARlandia, una especie de archipiélago que, hace unos 33 millones de años, conectó temporalmente a Sudamérica con las Antillas Mayores (Cuba, La Española y Puerto Rico) cuando el nivel del mar era más bajo.
Se cree que los sebecos pudieron haber cruzado caminando o saltando de isla en isla. Una vez en tierra firme, se convirtieron en los depredadores supremos del ecosistema caribeño, en ausencia de tigres dientes de sable o aves del terror, que sí existieron en el continente.
Un pasado que desafía la historia
Hasta ahora se creía que el Caribe nunca había tenido grandes carnívoros terrestres. Esta supuesta ausencia permitió que aves, serpientes y cocodrilos adaptados a la vida terrestre ocuparan el lugar de los superdepredadores. Por eso, muchas aves caribeñas perdieron la capacidad de volar: no tenían de quién huir.
Sin embargo, el nuevo estudio demuestra que sí existieron depredadores poderosos en la región. Y que su extinción en el Caribe, ocurrida al menos cinco millones de años después que en
Sudamérica, fue un evento que transformó por completo la cadena alimenticia. Los investigadores sugieren que su desaparición se debió a cambios climáticos y a la pérdida de sus presas naturales.
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