El desarrollo de la Inteligencia Artificial debe ir acompañado del respeto afirma el papa León XIV
CIUDAD DEL VATICANO (11 Julio 2025).- En un mensaje firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, con motivo de la Cumbre "AI for Good 2025", celebrada en Ginebra, el Papa reitera la necesidad de una gobernanza global de las nuevas tecnologías. Si bien reconoce su capacidad para realizar tareas con rapidez y eficiencia, el Pontífice enfatiza que no pueden reemplazar el discernimiento moral, ni la riqueza de las relaciones auténticamente humanas.
La humanidad se encuentra hoy en una encrucijada. Por
un lado, el potencial de la Inteligencia Artificial, capaz de realizar tareas
con una velocidad y eficiencia increíbles. Por otro, su incapacidad para
replicar el discernimiento moral y establecer relaciones auténticamente
humanas. El camino a seguir es el de la gobernanza global, que guía el
desarrollo de nuevas tecnologías respetando valores verdaderamente sociales.
Este es el núcleo del mensaje del Papa León XIV,
firmado por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, con
motivo de la Cumbre AI for Good 2025 , organizada en Ginebra por la Unión
Internacional de Telecomunicaciones (UIT), en colaboración con varias agencias
de las Naciones Unidas y con el patrocinio del Gobierno suizo. El evento,
repleto de ponencias, paneles, talleres y demostraciones, busca promover
soluciones que integren la IA en los desafíos globales del desarrollo.
"Conectando
a la familia humana"
El mensaje comienza con la felicitación del Papa por
el 160.º aniversario de la fundación de la UIT y por su compromiso constante
con la promoción de la cooperación global para llevar los beneficios de las
tecnologías de la comunicación a personas de todo el mundo. El reto de conectar
a la familia humana a través de los diversos medios disponibles es
especialmente crucial en las zonas rurales y de bajos ingresos, donde
aproximadamente 2.600 millones de personas aún carecen de acceso a estos
sistemas.
La
«revolución digital» en marcha
La humanidad se encuentra en una encrucijada, ante el
enorme potencial que genera la revolución digital impulsada por la Inteligencia
Artificial.
Su impacto es profundo y de gran alcance, escribe el
Papa, y afecta a ámbitos como la educación, el trabajo, la salud, la
gobernanza, el ejército y las comunicaciones. Esta "transformación
trascendental" exige responsabilidad y discernimiento para tender puentes
de diálogo, promover la fraternidad y garantizar que la IA siga estando al
servicio de toda la humanidad. Las nuevas tecnologías, en constante evolución,
son capaces de adaptarse de forma autónoma, tomando decisiones puramente
tecnológicas y algorítmicas. Por lo tanto, es esencial considerar las
implicaciones antropológicas y éticas de la IA, los valores en juego, así como
los deberes y los instrumentos regulatorios necesarios para protegerlos.
León XIV: la IA puede abrir nuevos horizontes de
igualdad o fomentar conflictosEn su mensaje a los participantes en la Segunda
Conferencia Anual sobre Inteligencia Artificial, Ética y Gobierno Corporativo,
que concluye hoy en el Palacio Apostólico Vaticano, ...
Una
creciente “responsabilidad humana”
Si bien la IA puede “simular aspectos del razonamiento
humano” y realizar tareas con extraordinaria eficacia, no puede replicar el
discernimiento moral genuino ni formar “relaciones genuinas”.
El desarrollo de tales avances tecnológicos debe ir de
la mano con el respeto de los valores humanos y sociales, la capacidad de
juzgar con la conciencia tranquila y el crecimiento de la responsabilidad
humana.
No es casualidad, observa León XIV, que esta época
estimule reflexiones sobre «lo que significa ser humano» y sobre «el papel de
la humanidad en el mundo».
Más
allá de los criterios de “utilidad” y “eficiencia”
La responsabilidad del uso ético de los sistemas
tecnológicos recae principalmente en los desarrolladores, administradores y
supervisores, afirma León XIV. Sin embargo, cada usuario también comparte una
parte de ella. De ahí el llamado a promover un marco normativo que sitúe a la
persona humana en el centro, más allá de los meros criterios de utilidad o
eficiencia. Se anima a buscar claramente la ética y promover una gobernanza
basada en el reconocimiento compartido de la dignidad intrínseca y las
libertades fundamentales de la persona humana.
Padre Rapacioli: La IA es un reto para nuestra
misiónAyer por la mañana, 7 de julio, la XVI Asamblea General del Pontificio
Instituto Misiones Extranjeras lo eligió para dirigir el Instituto, que este año
cumple 175 años desde su ...
"La
tranquilidad del orden"
En este sentido, el Papa se refiere al concepto de
tranquillitas ordinis —la «tranquilidad del orden»— propuesto por san Agustín
en De Civitate Dei . Este es un horizonte que nunca debe perderse de vista para
promover un orden social más humano, «sociedades pacíficas y justas», al
servicio del desarrollo integral y del bien de la familia humana.
EDOARDO
GIRIBALDI – Ciudad del Vaticano
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