Grace Springer grabó por accidente el momento que terminó con la renuncia del CEO de empresa Astronomer

Grace Springer no pensó que su celular se convertiría en el detonante de un escándalo viral. Estaba en un concierto de Coldplay, rodeada de más de 50,000 personas, esperando aparecer en la 'kiss cam'. Pero lo que terminó grabando fue otra historia: el momento en que Andy Byron, entonces CEO de la empresa tecnológica Astronomer, aparecía abrazado con Kristin Cabot, directora de Recursos Humanos de la misma compañía.

La escena, aparentemente inocente, se volvió viral. Lo que parecía una muestra de cariño entre dos asistentes al concierto terminó generando una tormenta personal y profesional. Megan Kerrigan, esposa de Byron, eliminó su apellido en redes sociales, y él renunció poco después a su cargo en Astronomer.

"No lo grabé con ninguna intención", dijo Springer en una entrevista con el programa británico *This Morning*, donde explicó que estaba esperando verse en pantalla y registró por accidente el momento. "Después, revisando el video con mis amigos, nos preguntamos: ¿eso fue tan grave como parece? Y sí, parecía grave", relató.

La publicación no solo se hizo viral, sino que desató especulaciones y comentarios por todo internet. Y aunque Springer aseguró que no fue la única persona que grabó la escena —"había miles de celulares grabando"— su clip fue el que circuló más ampliamente. Según ella, no obtuvo dinero por el contenido, y aseguró sentirse mal por las personas afectadas: "Siento mucho por la esposa de Andy y su familia". No imaginé que esto tuviera ese alcance".

Tras la difusión del video, Astronomer emitió un comunicado —recogido por *El Tiempo*— donde reafirmó su compromiso con los valores institucionales: "Se espera que nuestros líderes marquen la pauta tanto en conducta como en responsabilidad. Esa pauta no se cumplió". La empresa aceptó la renuncia de Byron días después.

Kristin Cabot, la otra persona que aparece en el video, no ha hecho declaraciones públicas. Mientras tanto, la historia sigue generando eco, tanto por su dimensión viral como por los debates que reabre sobre privacidad, exposición pública y límites entre lo personal y lo profesional.

Fuente: EL VOCERO