El dolor del papa León XIV por los 76 migrantes fallecidos y desaparecidos en un naufragio en Yemen
CIUDAD DEL VATICANO (5 Agosto 2025).- El Papa expresó su profundo pesar en un telegrama firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, enviado al Nuncio Apostólico en Yemen, arzobispo Christophe Zakhia El-Kassisper, quien posteriormente lo transmitirá a las autoridades del país, tras el naufragio de una embarcación de migrantes ocurrido frente a las costas de Yemen en las últimas horas.
León XIV, dice el texto, «encomienda a los numerosos migrantes que han perdido la vida a la misericordia amorosa de Dios Todopoderoso». También invoca «fuerza divina, consuelo y esperanza» para los supervivientes, los trabajadores de emergencia y «todos los afectados por esta tragedia».
La ruta de la muerte
La ruta donde ocurrió el desastre se conoce desde hace
tiempo como la "ruta de la muerte", la más peligrosa del mundo según
la OIM (Organización Internacional para las Migraciones). Esta organización
considera el Golfo de Adén como una puerta de entrada para las embarcaciones de
los traficantes que llegan a Arabia Saudita y otras monarquías adineradas de la
zona, abiertas a la mano de obra extranjera. Por ello, cada vez más personas
intentan cruzarla, especialmente somalíes y etíopes, al igual que las víctimas
del último y dramático naufragio reportado el 3 de agosto, causado por el mal
tiempo frente a la costa de la provincia de Abyan. Esta travesía por Yemen
continúa ocurriendo con regularidad, a pesar del conflicto que, desde hace una
década, devasta al país más pobre de la Península Arábiga.
Las
víctimas eran de Etiopía
Los migrantes implicados en el desastre de las últimas
horas provenían de Etiopía y se dirigían a la costa sur de Yemen, con un saldo
aún no determinado de 76 muertos oficiales, 32 supervivientes y decenas de
desaparecidos, "cuyo destino sigue siendo desconocido", afirma la
OIM, que estima que 157 personas estaban a bordo en el momento del desastre.
Cientos
de muertes cada año
Miles de personas recorren cada año la "Ruta
Oriental", una ruta notoriamente peligrosa no solo para la migración, sino
también para la trata de personas. Según la OIM, decenas de miles de personas
en Yemen son víctimas de abuso y explotación durante el trayecto. El año
pasado, la Organización Internacional para las Migraciones registró al menos
558 muertes a lo largo de la Ruta del Mar Rojo, de Yibuti a Yemen.
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