En Sudáfrica batallan por acceder a medicamentos contra VIH tras recorte de Estados Unidos
JOHANNESBURGO (24 Agosto 2025).- En una cálida noche en Johannesburgo, la noticia se propagó como un reguero de pólvora entre las trabajadoras sexuales: en 24 horas, varias clínicas sin fines de lucro que proporcionaban servicios gratuitos de VIH cerrarían una vez que el presidente estadounidense Donald Trump anunció que Estados Unidos estaba recortando la ayuda al exterior.
Algunos sudafricanos que viven con VIH, o están en riesgo de contraerlo, aseguraron suministros de medicamentos vitales justo a tiempo. Otros no lo lograron.
Medio año después, el país con más personas con VIH en el mundo batalla por tratar a sus más vulnerables. Más de 63.000 personas estaban siendo tratadas en las 12 clínicas que cerraron en todo el país. Hasta 220.000 personas han enfrentado interrupciones en su medicación diaria para el VIH.
El gobierno de Sudáfrica ha prometido que no permitirá que la retirada de aproximadamente 427 millones de dólares de apoyo por parte de Estados Unidos colapse su programa de VIH, el más grande del mundo.
Las trabajadoras sexuales, entre las sudafricanas más vulnerables ya que su trabajo es ilegal, y personas transgénero hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato por temor a represalias de sus familias o comunidades. Describieron un nuevo mundo de dificultades para obtener medicación contra el VIH o la medicina preventiva para personas en riesgo de contraer el VIH.
Una trabajadora sexual seropositiva y madre de tres hijos dijo que estuvo sin medicación durante casi cuatro meses tras ser rechazada en hospitales públicos, lo cual, según el Departamento de salud del gobierno, no debería estar ocurriendo.
"Lo único en lo que podía pensar eran mis hijos, y que me voy a morir, y cómo voy a explicarles a mis hijos que estoy enferma por la línea de trabajo que elegí", expresó. La mujer de 37 años agregó que finalmente obtuvo un suministro de un mes de medicación en junio de una clínica móvil que se estableció luego de los recortes de fondos. No sabía qué hará después de eso.
Otra trabajadora sexual seropositiva dijo que había recurrido a comprar ilegalmente medicación en el mercado negro, donde las pastillas casi han duplicado su precio.
Estados Unidos ha emitido desde entonces una exención limitada que permite la reanudación de ciertos servicios de VIH que salvan vidas a nivel mundial, pero el desmantelamiento de gran parte de la ayuda exterior de Estados Unidos ha creado caos. Y para muchas personas afectadas, el daño ya está hecho.
En general, los expertos advierten sobre cientos de miles de nuevas infecciones en los próximos años en Sudáfrica, y decenas de miles de muertes adicionales, si los recortes en la ayuda no se restauran o se cubren por otros medios.
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