Un jonrón épico de Aaron Judge impulsa remontada de Yankees sobre Azulejos en el juego 3 de la Serie Divisional de la Liga Americana
NUEVA YORK (7 Octubre 2025).- Los Yankees pasaron los primeros episodios del Juego 3 de la Serie Divisional de la Liga Americana la noche del martes con la mirada puesta en el invierno: abajo por cinco carreras, el público impaciente, y otra decepción en octubre parecía tomar forma en tiempo real. Pero Aaron Judge cambió todo eso.
Frente al relevista Louis Varland en el cuarto inning,
el capitán de los Yankees tuvo su momento emblemático en playoffs, girando
sobre una recta adentro para disparar un elevado imponente que pegó en el poste
de foul del jardín izquierdo. Fue un jonrón de tres carreras que empató el
juego, borrando lo que había parecido una desventaja insalvable.
Una entrada más tarde, Jazz Chisholm Jr. conectó un
cuadrangular en solitario que puso a vibrar de nuevo al Yankee Stadium,
mientras el equipo local remontaba para una sorprendente victoria 9-6 sobre los
Azulejos. Con la temporada en juego, los Yankees no sólo evitaron la
eliminación: quizás se apoderaron del impulso de la serie.
“Cuando la pelota está en el aire, hay como un
silencio. Hay mucha incertidumbre”, relató Judge. “Pero justo cuando golpea el
poste, estoy mirando directamente a mis compañeros de equipo, todos esos
muchachos que han estado batallando conmigo todo el año, luchando por este
momento”.
El panorama era sombrío al inicio. El zurdo Carlos
Rodón fue castigado con seis carreras, incluyendo el tercer bambinazo de la
serie por parte del dominicano Vladimir Guerrero Jr. Toronto corrió con
libertad en las bases durante un tercer inning de cuatro anotaciones que
parecía sentenciar el partido, coronado por una barrida de cabeza de Davis
Schneider en el plato tras un tiro retrasado de Chisholm.
Ernie Clement añadió un sencillo impulsor y el
venezolano Anthony Santander disparó un batazo de dos carreras, mientras el
carrusel ofensivo seguía girando --una imagen familiar en esta SDLA, en la que
Nueva York había sido superado 23–8 en las dos primeras derrotas en suelo
canadiense.
Los equipos tenían un historial de 0-38 en la
postemporada cuando estaban abajo por cinco carreras o más y al borde de ser
barridos en una serie de varios juegos. Entonces, ¿cuál era el ambiente en el
dugout?
“Creo que algunos muchachos estaban molestos, hombre”,
dijo el antesalista Ryan McMahon. “Creo que eso nos dio una sacudida y nos
ayudó a enfocarnos”.
Pero los Yankees no se rindieron: fueron descontando.
Judge conectó un doble impulsor y Giancarlo Stanton añadió un elevado de
sacrificio en el tercer inning que recortó la diferencia a la mitad. Cuando
Judge volvió al plato en el cuarto, escoltado por los cánticos de “¡M-V-P!”
desde las gradas, el momento no podía ser más claro.
A diferencia del Juego 1 en el Rogers Centre, cuando
se ponchó con las bases llenas y sin outs, esta vez respondió. Tras un elevado
que dejó caer el antesalista Addison Barger y una base por bolas negociada por
Trent Grisham, Varland le lanzó una recta de 99.7 mph alta y pegada en cuenta
de 0-2 --un pitcheo que difícilmente esperaba que se convirtiera en jonrón.
“Hizo que un lanzamiento realmente bueno se viera muy mal”, dijo Varland.
Intentando guiar la trayectoria de la bola para que se
mantuviera en terreno bueno, Judge se inclinó mientras la observaba curvarse en
el aire --suspendida como si el tiempo se detuviera-- hasta que golpeó el poste
de foul. El Yankee Stadium estalló mientras Judge recorría las bases, envuelto
en una mezcla de júbilo y alivio por parte del público.
“Supongo que un
par de fantasmas allá en el Monument Park ayudaron a que esa pelota se
mantuviera dentro de lo bueno”, externó Judge.
Judge ha estado repartiendo imparables ante Medias
Rojas y Azulejos (ya suma 11 hits, la mayor cantidad en una sola postemporada
de su carrera), y su primer cuadrangular de estos playoffs no pudo llegar en
mejor momento.
El batazo vino ante un pitcheo que estaba a 1.2 pies
adentro del centro de la zona de strike, marcando la primera vez desde que
existe el rastreo de lanzamientos en 2008 --ya sea temporada regular o
postemporada-- que un bateador conecta jonrón ante una recta de más de 99 mph
tan adentro. También fue el primer cuadrangular de Judge esta temporada ante un
pitcheo fuera de la zona.
“Me gritan por hacerle swing a lanzamientos fuera de
la zona, pero ahora me elogian por eso”, dijo Judge. “Esto es un juego. No me
importa lo que digan los números ni dónde estaba el pitcheo. Yo sólo subo ahí a
tratar de hacer un buen swing a un buen lanzamiento. A mí me pareció bueno”.
Al llegar al plato, Judge se tocó el casco, saltó para
chocar antebrazos con Grisham y luego desapareció en una tormenta de palmadas y
choques de manos en el dugout, antes de señalar a una cámara de televisión al
fondo.
Ovacionado por los aficionados del jardín derecho al
tomar su posición en la parte alta del quinto inning, Judge les dio otra razón
para celebrar casi de inmediato, al realizar una atrapada lanzándose ante un
batazo en línea de Santander.
“Una actuación digna de uno de los mejores jugadores
del béisbol”, elogió Boone.
Ben Rice añadió un elevado de sacrificio en el sexto
para respaldar al bullpen, que trabajó 6.2 entradas en relevo de Rodón para
forzar un Juego 4 de la SDLA, el cual se disputará la noche del miércoles en el
Bronx.
Su recompensa: otra oportunidad de mantenerse con vida
la noche del miércoles en el Bronx, una chance más de hacer que el invierno
espere.
“Esta noche fue especial, pero todavía queda trabajo
por hacer”, manifestó Judge. “Ojalá tengamos más momentos geniales como este en
lo que resta de la postemporada”.
Por BRYAN HOCH/MLB.com
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