El Papa León XIV alerta sobre el riesgo de que la Inteligencia Artificial "deshumanice" la salud
CIUDAD DEL VATICANO (17 Noviembre 2025).- En su alocución en español a los participantes en el IX Seminario de Ética en el Gerenciamiento de la Salud Salud, León XIV llamó a cambiar la mirada y a defender al enfermo con una "visión que mira como Dios", donde la caricia y el trato humano sean el mejor antídoto contra la deshumanización gestional.
Por SEBASTIÁN SANSÓN FERRARI/Vatican News "Su
encuentro no tiene sólo un valor formativo, sino que se convierte en una
peregrinación, en la cual, la reflexión sobre el valor ético de nuestras
propuestas se convierte en una hermosa etapa del camino que como sociedad y
como Iglesia estamos llamados a recorrer", así lo explicó el Papa León XIV
en su discurso en español a los participantes en el IX Seminario de Ética en el
Gerenciamiento de la Salud que se efectúa del 17 al 21 de noviembre de 2025 en
el Instituto Patrístico Augustinianum.
El evento está dirigido a profesionales destacados del
sector de la salud pública y privada de Iberoamérica, busca promover el diálogo
y el intercambio de ideas entre profesionales de la salud. Se tratarán desafíos
específicos en América Latina, junto con aspectos relativos a la tecnología
médica, la educación médica humanista y la responsabilidad ética en la gestión
pública.
Al recibirlos en audiencia en el Palacio Apostólico
del Vaticano, el Pontífice acotó que "hoy la Iglesia los acoge como
peregrinos de esperanza, considerando valiosos sus distintos enfoques,
competencias y propósitos, para entablar un diálogo de vida y acción en la
tarea común del cuidado del enfermo".
En cuanto a los numerosos aspectos interesantes que se
desgranan de los temas que van a afrontar en el congreso, se detuvo en un
concepto crucial que los acomuna: el peligro del sesgo.
"Me refiero —precisó el Santo Padre— a la
posibilidad de la introducción de una condición, una premisa, una nota que
falsea, tronca, excluye de forma fraudulenta la percepción que tenemos de la
realidad de la sociedad y del enfermo concreto, creando una situación de
injusticia en la gestión de los recursos necesarios para la recta
administración de la salud".
La
inteligencia artificial bajo la lupa
"Si como individuos y como sociedad estamos
llamados a defender activamente la inequívoca dignidad de todo ser humano, en
todas las etapas y facetas de su existencia, lamentablemente, ello no siempre
es real", expresó León XIV. El problema se acentúa con la tecnología,
pues, advirtió el Pontífice, instrumentos tan eficaces como la inteligencia
artificial pueden ser manipulados, entrenados, orientados para que, por razones
de oportunidad o interés —ya sean económicas, políticas o de otra índole—, se
genere ese sesgo a veces imperceptible en la información y en la gestión.
El Papa alertó que el riesgo inminente es que
"las personas entrarán así en una perversa manipulación que las
clasificará en virtud de los tratamientos necesarios y su coste, la naturaleza
de sus enfermedades, convirtiéndolas en objetos, en datos, en
estadísticas".
El
antídoto: una visión profunda y la caricia humana
Frente a la deshumanización, la vía está en
"cambiar nuestra mirada", propuso León XIV. El camino es
"percibir el valor del bien con una visión amplia, de mirar, si me
permiten, como mira Dios, para no quedarnos en el lucro inmediato, sino en lo
que será mejor para todos, sabiendo ser pacientes, generosos y solidarios,
creando lazos y tendiendo puentes".
Al mismo tiempo, el Santo Padre subrayó que esa visión
amplia "nunca se debe desligar del trato humano, de la caricia, del
reconocimiento de la persona concreta, en su fragilidad y en su dignidad. Es
una visión profunda, una visión que llega al corazón del otro y ensancha el
nuestro".
El Sucesor de Pedro concluyó que esta doble
perspectiva —la visión que busca el bien común y el trato humano— será el
"mejor antídoto" para que las estructuras gestionales "no
pierdan de vista lo importante: el bien que estamos llamados a custodiar".
"Que el Señor nos ayude a ser fieles en este
servicio. Muchas gracias", finalizó el Obispo de Roma, rezando el Padre
Nuestro e impartiendo la Bendición Apostólica.


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