El presidente Trump firma la ley que reabre el gobierno federa apenas unas horas después de que la Cámara la aprobara

WASHINGTON (13 Noviembre 2025).- El presidente Donald Trump firmó el miércoles por la noche una ley de financiación gubernamental, poniendo fin a un cierre de 43 días —el más largo en la historia del país— que causó dificultades financieras a empleados federales que pasaron semanas sin cobrar, dejó varados a numerosos viajeros en aeropuertos y provocó largas filas en algunos bancos de alimentos.

La ceremonia de firma se realizó apenas unas horas después de que la Cámara de Representantes aprobara la medida con una votación mayoritariamente partidista de 222 a 209. El Senado ya había aprobado la medida el lunes.



La firma de Trump pone fin al segundo cierre de gobierno que ha supervisado desde que asumió la presidencia, uno que amplificó las divisiones partidistas en Washington mientras su administración tomaba medidas unilaterales sin precedentes —incluyendo la cancelación de proyectos y el intento de despedir a empleados federales— para presionar a los demócratas a ceder en sus exigencias.

Los demócratas buscaban extender un crédito fiscal mejorado que expira a fin de año y que reduce el costo del seguro médico adquirido a través de los mercados de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA). Se negaron a aceptar un proyecto de gasto a corto plazo que no incluyera esa prioridad. Pero los republicanos afirmaron que se trataba de una disputa de política pública separada que debía resolverse en otro momento.

“Les dijimos hace 43 días, por amarga experiencia, que los cierres de gobierno no funcionan”, dijo el representante Tom Cole, presidente republicano del Comité de Asignaciones de la Cámara. “Nunca logran el objetivo que se proponen. ¿Y saben qué? Todavía no lo han logrado, y no lo harán.”

La frustración y las tensiones generadas por el cierre se reflejaron cuando los legisladores debatieron la medida de gasto en el pleno de la Cámara.

Los republicanos aseguraron que los demócratas buscaron aprovechar el dolor generado por el cierre para imponerse en una disputa política.

“Sabían que causaría dolor, y aun así lo hicieron”, dijo el presidente de la Cámara, Mike Johnson.

Los demócratas, por su parte, señalaron que los republicanos se apresuraron a aprobar recortes de impuestos a principios de este año que, según ellos, beneficiarán principalmente a los ricos. Pero el proyecto de ley que la Cámara debatía el miércoles “deja a las familias a la deriva, sin ninguna garantía de que alguna vez habrá una votación para extender los créditos fiscales que ayudan a la gente común a pagar su atención médica”, dijo el representante Jim McGovern, demócrata por Massachusetts.

El líder demócrata Hakeem Jeffries afirmó que su partido no renunciará a la extensión de los subsidios, incluso si la votación no resulta a su favor.

“Esta lucha no ha terminado”, dijo Jeffries. “Apenas estamos comenzando.”

La Cámara no había estado en sesión legislativa desde el 19 de septiembre, cuando aprobó una medida temporal para mantener abierto el gobierno al inicio del nuevo año fiscal en octubre. Johnson envió a los legisladores a casa después de esa votación y trasladó la responsabilidad al Senado, diciendo que los republicanos de la Cámara ya habían hecho su parte.

Qué incluye la ley que pone fin al cierre de gobierno

La legislación es el resultado de un acuerdo alcanzado por ocho senadores que rompieron filas con los demócratas al concluir que los republicanos no cederían en utilizar una ley de financiación gubernamental para extender los créditos fiscales de salud.

El compromiso financia tres proyectos de gasto anual y extiende el resto de la financiación gubernamental hasta el 30 de enero. Los republicanos prometieron celebrar una votación antes de mediados de diciembre para extender los subsidios de salud, aunque no hay garantía de éxito.

La ley incluye la anulación de los despidos de empleados federales realizados por la administración Trump desde el inicio del cierre. También protege a los trabajadores federales contra nuevos despidos hasta enero y garantiza que recibirán su pago una vez terminado el cierre. El presupuesto para el Departamento de Agricultura garantiza que las personas que dependen de programas clave de asistencia alimentaria seguirán recibiendo sus beneficios sin interrupciones durante el resto del año fiscal.

El paquete incluye 203,5 millones de dólares para reforzar la seguridad de los legisladores y 28 millones adicionales para la protección de los jueces de la Corte Suprema.

Los demócratas también criticaron el lenguaje de la ley que permitiría a los senadores demandar cuando una agencia federal o empleado revise sus registros electrónicos sin notificarlos, permitiendo hasta 500.000 dólares en daños por cada violación.

Esa disposición parece destinada a ayudar a senadores republicanos a buscar compensación si el FBI analizó sus registros telefónicos como parte de la investigación sobre los intentos de Trump de revertir su derrota electoral de 2020. Las cláusulas también recibieron críticas de parte de los republicanos. Johnson dijo estar “muy enojado” por ello.

“Eso se agregó en el último minuto, y no lo aprecié, ni tampoco la mayoría de los miembros de la Cámara”, dijo Johnson, prometiendo una votación sobre el asunto la próxima semana.

El mayor punto de conflicto, sin embargo, fue el destino del crédito fiscal mejorado que abarata el seguro médico a través de los mercados de la ACA.

“Es un subsidio sobre otro subsidio. Nuestros amigos lo agregaron durante el COVID”, dijo Cole. “El COVID ha terminado. Ellos mismos fijaron la fecha en que los subsidios expirarían. Eligieron la fecha.”

La representante Nancy Pelosi, demócrata de California, respondió que el crédito fiscal mejorado fue diseñado para ampliar el acceso a la atención médica, y que ningún republicano votó a favor de él.

“Todo lo que han hecho es tratar de eliminar el acceso a la atención médica en nuestro país. El país se está dando cuenta”, dijo Pelosi

Sin el crédito fiscal mejorado, las primas se más que duplicarán en promedio para millones de estadounidenses. Más de 2 millones de personas perderían su cobertura de salud el próximo año, según proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso.

Un debate de salud que continúa

No está claro si los partidos encontrarán algún punto de acuerdo sobre la atención médica antes de la votación del Senado en diciembre. Johnson ha dicho que no se compromete a incluir el tema en la agenda de su cámara.

Algunos republicanos han dicho estar abiertos a extender los créditos fiscales instaurados durante la pandemia de COVID-19, ya que las primas aumentarán drásticamente para millones de personas. Pero también quieren nuevos límites sobre quién puede recibir los subsidios. Algunos sostienen que los fondos deberían entregarse directamente a los individuos en lugar de a las compañías de seguros.

La senadora Susan Collins, republicana de Maine y presidenta del Comité de Asignaciones del Senado, dijo el lunes que apoyaba la extensión de los créditos fiscales, aunque con cambios, como la introducción de nuevos límites de ingresos. Algunos demócratas han indicado que podrían estar abiertos a esa idea.

Los demócratas de la Cámara, sin embargo, expresaron gran escepticismo de que el esfuerzo del Senado conduzca a un avance.

La representante Rosa DeLauro, demócrata de Connecticut y principal miembro de su partido en el Comité de Asignaciones de la Cámara, dijo que los republicanos han querido derogar la reforma sanitaria durante los últimos 15 años. “Ahí es a donde están tratando de llegar”, afirmó.

 


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