El Papa León XIV recuerda a las víctimas del atentado de Sídney: ¡Basta violencia antisemita!
CIUDAD DEL VATICANO (15 Diciembre 2025).- Las delegaciones de los donantes del pesebre del Aula Pablo VI y del árbol y el pesebre de la plaza de San Pedro son recibidos por el Santo Padre en el Vaticano. El Pontífice ha invitado a rezar “por los que sufren a causa de la guerra y la violencia” y de forma particular ha encomendado a las víctimas del atentado terrorista de ayer contra la comunidad judía en Sídney.
El Papa León XVI ha recibido esta mañana a las
delegaciones de los donantes del pesebre del Aula Pablo VI y del árbol y del
pesebre de la plaza de San Pedro. Dirigiéndose a la delegación de la diócesis
de Nocera Inferiore-Sarno, de donde procede el pesebre, el Pontífice agradeció
a las empresas implicadas, a los trabajadores y a todos aquellos que idearon el
proyecto y colaboraron en su realización, “buscando unir arte y espiritualidad
en un escenario que narre la fe y las raíces culturales de vuestra tierra”.
Los peregrinos que visiten la plaza de San Pedro,
cuando contemplen la escena de la natividad, les “recordará que Dios se hace
cercano a la humanidad, se hace uno de nosotros, entrando en nuestra historia
con la pequeñez de un niño”, aseguró el Pontífice. De hecho, en la pobreza del
establo de Belén, “contemplamos un misterio de humildad y de amor”.
Por esta razón, ha asegurado el Santo Padre, delante
de cada pesebre, “revivimos ese Evento y redescubrimos la necesidad de buscar
momentos de silencio y de oración en nuestra vida, para reencontrarnos con
nosotros mismos y entrar en comunión con Dios”.
Además, el Pontífice ha subrayado que la Virgen María
“es el modelo del silencio adorante”. A diferencia de los pastores, que, al
volver de Belén, “glorifican a Dios y cuentan lo que han visto y oído”, la
Madre de Jesús “custodia todo en su corazón”. El silencio de María “no es un
simple callar: es maravilla y adoración”, ha indicado León XIV.
El Papa se dirigió también a la delegación procedente
de la diócesis de Bolzano-Bressanone, de donde procede el abeto rojo ubicado
ahora en la plaza. El árbol – ha asegurado – es signo de vida y recuerda la
esperanza que no falla ni siquiera en el frío del invierno. Asimismo, ha
afirmado que las luces que lo adornan “simbolizan a Cristo luz del mundo,
venido a disipar las tinieblas del pecado y a iluminar nuestro camino”.
Finalmente, dedicó unas palabras a la representación
de la Natividad que estará en el Aula Pablo VI durante todo el periodo
navideño, que procede de Costa Rica y se titula Nacimiento Gaudiumm. Cada una
de las veintiocho mil cintas de colores que decoran la escena “representa una
vida preservada del aborto gracias a la oración y al apoyo ofrecido por
organizaciones católica a madres en dificultad”, ha explicado. Por ello, el
Santo Padre ha agradecido a la artista costarricense que haya querido lanzar, junto
al mensaje de paz de la Navidad, un llamamiento para que se proteja la vida
desde la concepción.
Para concluir, León XIV ha reconocido que el pesebre y
el árbol son signos de fe y de esperanza y ha invitado a pedir al Señor
“renovar en nosotros el don de la paz y de la fraternidad” mientras les
contemplamos. Del mismo modo ha pedido rezar “por los que sufren a causa de la
guerra y la violencia”. De forma particular ha encomendado a las víctimas del
atentado terrorista de ayer contra la comunidad judía en Sídney.
“¡Basta con estas formas de violencia antisemita!
Debemos eliminar el odio de nuestros corazones”
“Dejemos que la ternura del Niño Jesús ilumine nuestra
vida. Dejemos que el amor de Dios, como las ramas de un árbol siempre verde,
permanezca ferviente dentro de nosotros”, ha pedidoal concluir el Pontífice.
Por ROCIO
LANCHO GARCÍA/Vatican News


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