Fallece a los 91 años de edad Brigitte Bardot el símbolo sexual francés de la década de 1960 que se convirtió en una de las grandes figuras del cine del siglo XX
SAINT-TROPEZ, Francia (29 Diciembre 2025).- Brigitte Bardot, el símbolo sexual francés de la década de 1960 que se convirtió en una de las grandes figuras del cine del siglo XX y más tarde en activista por los derechos de los animales y partidaria de la extrema derecha, ha fallecido. Tenía 91 años.
Bardot murió el domingo en su casa en el sur de
Francia, según Bruno Jacquelin, de la Fundación Brigitte Bardot para la
protección de los animales. En declaraciones a The Associated Press, no
proporcionó una causa de muerte, e indicó que aún no se han hecho arreglos para
los servicios funerarios ni conmemorativos. Había sido hospitalizada el mes
pasado.
La actriz se convirtió en una celebridad internacional
como una novia adolescente sexualizada en la película “Y Dios creó a la mujer”,
de 1956. Dirigida por su entonces esposo, Roger Vadim, la cinta desató un
escándalo, ya que incluía escenas de la beldad de largas piernas bailando desnuda
sobre mesas.
En el apogeo de una carrera cinematográfica que abarcó
unas 28 películas y tres matrimonios, Bardot llegó a simbolizar una nación que
se desprendía de la respetabilidad burguesa. Su cabello rubio despeinado, su
figura voluptuosa y su irreverencia sensual la convirtieron en una de las estrellas
más conocidas de Francia.
Tal fue su atractivo generalizado que en 1969 se
eligieron sus facciones para ser la modelo de “Marianne”, el emblema nacional
de Francia y el sello oficial galo. El rostro de Bardot apareció en estatuas,
sellos postales e incluso en monedas.
“Estamos de luto por una leyenda”, escribió el
presidente francés Emmanuel Macron en la red social X.
La segunda carrera de Bardot como activista por los
derechos de los animales fue igualmente sensacional. Viajó al Ártico para
denunciar la matanza de crías de foca; condenó el uso de animales en
experimentos de laboratorio, y se opuso a los rituales musulmanes de
sacrificio.
“El hombre es un depredador insaciable”, declaró
Bardot a The Associated Press en su cumpleaños 73, en 2007. “No me importa mi
gloria pasada. Eso no significa nada ante un animal que sufre, pues no tiene
poder ni palabras para defenderse”.
Su activismo le granjeó el respeto de sus
compatriotas, y en 1985 fue galardonada con la Legión de Honor, el máximo honor
que otorga la nación.
Un
giro hacia la extrema derecha
Sin embargo, más tarde cayó en desgracia ante la
opinión pública cuando sus críticas por la falta de protección hacia los
animales tomaron un tono decididamente extremista. Con frecuencia denunciaba la
afluencia de inmigrantes a Francia, especialmente musulmanes.
Fue declarada culpable cinco veces en tribunales
franceses de incitar al odio racial, en incidentes inspirados por su oposición
a la práctica musulmana de sacrificar ovejas durante festividades religiosas
anuales como el Eid al-Adha.
El matrimonio de Bardot en 1992 con su cuarto esposo,
Bernard d’Ormale —exasesor de Jean-Marie Le Pen, exlíder del Frente Nacional—,
contribuyó al cambio en su posición política. Describió a Le Pen, un
nacionalista declarado con varias declaraciones de culpabilidad por racismo,
como un “hombre encantador e inteligente”.
En 2012, escribió una carta en apoyo de la candidatura
presidencial de Marine Le Pen, quien ahora lidera el partido de su padre, que
ha sido renombrado Agrupación Nacional. Le Pen rindió homenaje el domingo a una
“mujer excepcional” que era “increíblemente francesa” .
En 2018, en el apogeo del movimiento #MeToo, Bardot
dijo en una entrevista que la mayoría de las actrices que protestaban contra el
acoso sexual en el sector cinematográfico eran “hipócritas” y “ridículas”
porque muchas se hacían las “coquetas” con los productores para conseguir
papeles.
Dijo que ella nunca había sido víctima de acoso sexual
y que encontraba “encantador que le dijeran que era hermosa o que tenía un
lindo trasero”.
Una
infancia privilegiada, pero “difícil”
Brigitte Anne-Marie Bardot nació el 28 de septiembre
de 1934, hija de un acaudalado industrial. Niña tímida y reservada, estudió
ballet clásico y fue descubierta por un amigo de la familia, quien la puso en
la portada de la revista Elle a los 14 años.
En una ocasión Bardot dijo que su infancia había sido
“difícil”, y narró que su padre imponía una disciplina muy estricta y a veces
la castigaba con un látigo para caballos.
Pero fue el productor de cine francés Vadim, con quien
se casó en 1952, quien vio su potencial y escribió “Y Dios creó a la mujer”
para exhibir su provocativa sensualidad, un cóctel explosivo de inocencia
infantil y sexualidad cruda.
La película, que retrataba a Bardot como una recién
casada aburrida que se acuesta con su cuñado, tuvo una influencia decisiva en
los directores Jean-Luc Godard y François Truffaut, ambos de la Nueva Ola, y
llegó a encarnar el hedonismo y la libertad sexual de la década de 1960.
La cinta fue un éxito de taquilla y convirtió a Bardot
en una superestrella. Su puchero juvenil, su cintura diminuta y su generoso
busto a menudo fueron más apreciados que su talento.
“Es una vergüenza haber actuado tan mal”, expresó
Bardot sobre sus primeras películas. “Sufrí mucho al principio. Realmente me
trataron como si fuera menos que nada”.
El descarado romance fuera de pantalla de Bardot con
el coprotagonista Jean-Louis Trintignant conmocionó aún más a la nación.
Eliminó las fronteras entre su vida pública y privada, y la convirtió en un
codiciado premio para los “paparazzi”.
Bardot nunca se adaptó a la fama. Culpó a la constante
atención de la prensa por su intento de suicidio a los 10 meses del nacimiento
de su único hijo, Nicolas. Los fotógrafos habían irrumpido en su casa apenas
dos semanas antes de que diera a luz para tomar una foto de ella embarazada.
El padre de Nicolas era Jacques Charrier, un guapo
actor francés con quien se casó en 1959 pero que nunca se sintió cómodo en su
papel de señor Bardot. Pronto, la actriz entregó a su hijo a su padre, y más
tarde dijo que había estado crónicamente deprimida y no estaba preparada para
las responsabilidades de ser madre.
“Estaba buscando raíces entonces”, señaló en una
entrevista. “No tenía ninguna para ofrecer”.
En su autobiografía de 1996, “Initiales B.B.”, comparó
su embarazo a “un tumor creciendo dentro de mí” y describió a Charrier como
“temperamental y abusivo”.
Bardot se casó con su tercer esposo, el millonario
playboy alemán Gunther Sachs, en 1966, pero la relación nuevamente terminó en
divorcio tres años después.
Entre sus películas están “Una parisina” (1957); “En
caso de desgracia”, que protagonizó en 1958 con la leyenda del cine Jean Gabin;
“La verdad” (1960); “Vida privada” (1962); “Un idiota adorable” (1964);
“Shalako” (1968); “Mujeres” (1969); “El oso y la muñeca” (1970); “Boulevard del
ron” (1971); y “Don Juan” (1973).
Con la excepción de la aclamada “El desprecio” de
1963, dirigida por Godard, las películas de Bardot rara vez tenían tramas
complicadas. A menudo eran vehículos para mostrar sus curvas y piernas con
vestidos ligeros o retozando desnuda al sol.
“Nunca fue una gran pasión para mí”, dijo sobre el
cine. “Y a veces puede ser mortal. Marilyn (Monroe) pereció por eso”.
En 1973, Bardot se retiró a su villa en la Riviera, en
St. Tropez, a los 39 años después de actuar en “El hombre que amaba a las
mujeres”.
Reinventándose
en la mediana edad
Una década después resurgió con una nueva
personalidad: defensora de los derechos de los animales. Tenía arrugas en el
rostro y su voz era ronca tras años de fumar en exceso. Abandonó su vida de
jet-set y vendió recuerdos de películas y joyas para crear una fundación
dedicada exclusivamente a la prevención de la crueldad hacia los animales.
Su activismo no conocía fronteras. Instó a Corea del
Sur a prohibir la venta de carne de perro, y en una ocasión le escribió al
presidente estadounidense Bill Clinton, preguntándole por qué la Armada de ese
país recapturó dos delfines que había liberado.
Criticó tradiciones deportivas centenarias francesas e
italianas, incluido el palio —una carrera de caballos con reglas muy
permisivas—, e hizo campaña en nombre de lobos, conejos, gatitos y tórtolas.
“Es cierto que a veces me dejo llevar, pero cuando veo
lo lento que avanzan las cosas... y a pesar de todas las promesas que me han
hecho todos los diferentes gobiernos juntos, mi angustia se apodera de mí”,
declaró a la AP cuando se le preguntó sobre sus declaraciones de culpabilidad
por incitación al odio racial y su oposición al sacrificio ritual musulmán.
En 1997, varias ciudades retiraron estatuas de
Marianne inspiradas en Bardot —la estatua de pecho desnudo que representa a la
República Francesa— después de que la actriz expresara sentimientos contrarios
a los inmigrantes. Ese mismo año recibió amenazas de muerte luego de pedir la
prohibición de la venta de carne de caballo.
En una ocasión, Bardot indicó que se identificaba con
los animales que intentaba salvar.
“Puedo entender a los animales cazados por la forma en
que yo fui tratada”, señaló. “Lo que me pasó fue inhumano. Estaba rodeada
constantemente por la prensa mundial”.



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