ANTÓNIO GUTERRES Y GRETA THUNBERG PIDEN UNA TRANSFORMACIÓN RADICAL PARA DETENER EL CAMBIO CLIMÁTICO
NUEVA YORK
(23 Septiembre 2019).- Al inaugurar la Cumbre sobre la Acción Climática, el
titular de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) António Guterrez y la activista sueca Greta Thunerg hicieron un poderoso llamamiento a los líderes mundiales para que actúen de una
forma enérgica contra el cambio climático.
Guterres
les pidió no seguir cavando el profundo agujero en el que nos encontramos; Greta
Thunberg les advirtió que los jóvenes los están mirando y, si fallan, no les
van a perdonar.
La joven
sueca Thunberg, destacada activista mundial que lucha para detener el
cambio climático, tuvo este lunes una intervención histórica ante los líderes
mundiales que, a convocatoria del Secretario General, se han reunido en la
llamada Cumbre sobre la Acción Climática en Nueva York, y a quienes recriminó
por no estar haciendo lo suficiente para detener este fenómeno.
Thunberg
empezó su discurso asegurando que no debería estar subida en ese podio, sino
estudiando en su escuela, al otro lado del océano.
“Ustedes se
han robado mis sueños, mi infancia, con sus palabras vacías, y aun así yo soy
una de las afortunadas. La gente sufre, la gente muere y ecosistemas enteros
están colapsando. Estamos al principio de una extinción masiva y ustedes solo
hablan de dinero y de cuentos de hadas de eterno crecimiento económico. ¡Cómo
se atreven!”, aseguró.
Estamos al
principio de una extinción masiva y ustedes solo hablan de dinero y de cuentos
de hadas de eterno crecimiento económico.
Les recordó
que desde hace treinta años “la ciencia ha sido clara” y les preguntó: “¿cómo
se atreven a seguir mirando hacia otro lado y afirmar que hacen lo suficiente
cuando las políticas y las soluciones necesarias todavía no están y no se las
ve por ninguna parte?”
También les
recordó que aún si se consiguiera la reducción de las emisiones de carbono que
se necesitan en diez años, las probabilidades de limitar el cambio climático,
según los científicos, se reducen a un 50%: “Un 50% puede ser aceptable para
ustedes (…) Pero un riesgo el 50% es inaceptable para nosotros, los que tenemos
que vivir con las consecuencias”.
Thunberg
ofreció entonces estadísticas acerca de las emisiones y sus consecuencias
recogidas de los estudios científicos y lamentó que en esta Cumbre “no habrá
ninguna solución o plan que responda” a esas siniestras estadísticas “porque
son números muy incómodos y ustedes todavía no son lo suficientemente maduros
para decir las cosas cómo son”.
Después
afirmó: “Ustedes nos están fallando, pero los jóvenes hemos comenzado a
entender su traición. Los ojos de todas las futuras generaciones están sobre
ustedes y si eligen fallarnos, nunca les vamos a perdonar”.
Pese a todo
ello, se mostró optimista al concluir que el “el mundo está despertando y el
cambio va a llegar, les guste o no”.
Por su
parte, el Secretario General de la ONU afirmó que, si no cambiamos urgentemente
nuestra forma de vida, estaremos poniendo en peligro la vida misma.
Tras
asegurar que todavía no es tarde para limitar el aumento de la temperatura
media del planeta a los 1,5 grados centígrados, uno de los umbrales para evitar
los efectos más catastróficos del calentamiento global, António Guterres
explicó que ello “exigirá transformaciones fundamentales en todos los aspectos
de la sociedad” desde cómo cultivamos los alimentos o cómo usamos la tierra
hasta cómo suministramos energía a nuestras economías.
Dijo que esa
transformación tendrá un coste, pero aseguró que “más alto será el coste de no
hacer nada”. Y añadió: “El mayor coste es subvencionar una industria de
combustibles fósiles en decadencia, construir cada vez más plantas de energía
de carbón y negar lo que es tan claro como el día”.
Guterres
afirmó entonces: “Estamos en un agujero profundo con respecto al clima. Para
salir, primero debemos dejar de cavar”.
Llamado al sentido
común
El
Secretario General apeló al sentido común de los dirigentes mundiales cuando
les preguntó si: ¿es de sentido común dar billones de dólares ganados duramente
por los contribuyentes para que la industria de los combustibles fósiles
impulse los huracanes, propague enfermedades tropicales y aumente el conflicto?
¿Es de sentido común construir cada vez más plantas de carbón que están
asfixiando nuestro futuro? ¿Es de sentido común recompensar la contaminación
que mata a millones de personas con aire sucio y hace que sea peligroso para
los ciudadanos de todo el mundo incluso salir de sus hogares?”.
Luego,
recordó que incluso si logramos reducir las emisiones, muchas personas ya viven
con los dramáticos efectos del cambio climático. Por lo tanto, la adaptación al
calentamiento global se ha convertido en una prioridad y una condición esencial
para aumentar la resiliencia de los países y las comunidades y evitar el
sufrimiento humano.
Para ello es
necesario acelerar el apoyo financiero e instó a los Estados a que repongan el
Fondo Verde para el Clima y que los países desarrollados cumplan con su
compromiso de movilizar 100.000 millones de dólares al año de fuentes públicas
y privadas para la mitigación y la adaptación al cambio climático de los países
en desarrollo.
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