ATLANTA.- Hoyo 12. Hook a los árboles de la izquierda. Golpe de recuperación a calle. Y de nuevo a los árboles de la izquierda con la madera tres. Unánimemente, el mundo del golf está triste, tremendamente triste. Ver a un gran campeón arrastrarse no es plato de buen gusto, menos cuando era algo anunciado. Tiger Woods mejoró en cuatro golpes su ronda inaugural en el Atlanta Athletic Club y, sin embargo, dio una imagen mucho peor que el jueves. Terminó con un +10 global, muy alejado de cualquier posibilidad de pasar el corte y pendiente de clasificarse para los playoffs de la FedEx Cup.
Tampoco estarán durante el fin de semana grandes nombres como Jason Day, Dustin Johnson o los españoles Álvaro Quirós o José María Olazábal, pero todos estos más aquellos que les acompañan no tienen la sobreexposición que sufre Tiger Woods. El americano siempre debe brillar, ganar a ser posible o por lo menos amenazar a quien lo haga. Tiger Woods ha encontrado su Waterloo y ahora es simplemente Eldrick, y juega como tal.
En ningún momento dio la sensación de poder levantar el +7 de la primera ronda. Nunca estuvo en posición de conseguirlo. Lo anunció a bombo y platillo con su escapada al búnker de la derecha en el hoyo uno. Lo confirmó una y mil veces, sobre todo con un putt para par de tres metros que no llegó a metro y medio, y alcanzó el cénit de la lástima de cualquier aficionado en ese hoyo 12 en el que ya ni siquiera dio la sensación de fortaleza mental que siempre le ha mantenido a flote. Era un hombre abatido, resignado.
Clasificación
1. J. Dufner (-5)
1. K. Bradley
3. DA Points (-4)
3. J. Senden
3. J. Furyk
8. A. Hansen (-3)
11. A. Scott (-2)
11. J. Vegas
14. L Westwood (-1)
14. D. Love III
17. T. Immelman (PAR)
17. R. Fischer
26. S. García (+1)
39. M. A. Jiménez (+2)
53. P. Larrazábal (+3)
88. A. Quirós (+6)
116. T. Woods (+10)
143. J. M. Olazábal (+16)
Argumenta Woods que los cambios en el swing producen resultados en el campo de prácticas y ahora sólo necesita trasladar esas sensaciones a la competición. La realidad es que necesita mucho más que eso. Tan fuera de juego está que ni la cabeza le funciona y eso es síntoma de las necesidades de tranquilidad y trabajo que tiene por delante. Fallar un corte no es un problema, ni siquiera para el gran Tiger Woods. Hacerlo de esta manera...
Igual que ganar el torneo. No es fácil el campo de Atlanta y Phil Mickelson no se ha mordido la lengua. Más de una crítica le ha llegado más tarde, sobre todo después de terminar el día al par y con uno arriba en el total. Un resultado más que acetable que le coloca a seis golpes de la cabeza con dos rondas por disputar, aunque lo que tiene por delante es cosa seria. Y con veteranía, pues en la zona noble se mantiene Steve Stricker tras su impresionante primera ronda y ya ha asomado la cabeza Jim Furyk, casi desaparecido desde que conquistase la FedEx la pasada campaña.
Con ellos, mucho estadounidense del pelotón (Jason Dufner, Keegan Bradley, DA Points, Bradt Jobe...) y pocos europeos, el sueco John Senden, el danés Anders Hansen y el inglés Lee Westwood. Y un poquito más atrás Adam Scott, en un enorme estado de forma tras su victoria de la pasada semana en Akron, y el sorprendente venezola Jonathan Vegas. Los españoles, más atrás aún. El mejor de todos, una vez más, Sergio García, perseguido a un sólo golpes por los otros dos españoles supervivientes: Miguel Ángel Jiménez y Pablo Larrazábal.
Por MANUEL DIAZ/El Mundo.es
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