NUEVA YORK.- El rascacielos Empire State Building situado en la isla de Manhattan, en Nueva York, es un símbolo arquitectónico. También ha resultado ser uno de los grandes éxitos de la “construcción ecológica” en Estados Unidos.
Tras dos años de reformas que costaron 20 millones de dólares y redujeron el consumo de energía en el edificio en un 38 por ciento, los propietarios del rascacielos, Malkin Holdings, firmaron un contrato este pasado enero para comprar toda la electricidad de una compañía que vende sólo energía renovable.
El contrato de dos años cubre unos 55 millones de kilovatios-hora de energía eólica al año y se traducirá en una reducción de las emisiones de dióxido de carbono de casi 45 millones de kilos por año.
Los inquilinos comerciales del edificio son conscientes de sus costos energéticos. Eso significa que las últimas reformas dirigidas a mejorar la eficiencia energética del edificio y la energía de fuentes renovables constituyen un gancho comercial, según dijo Anthony Malkin, presidente de Malkin Holdings. “Lo consideran una oportunidad para reducir sus costos y cumplir con mandatos de reducir su impacto ambiental”, dijo.
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