NUEVA DELHI.- En seco, en mojado y ahora también en tierra. Vettel se deslizó como nadie sobre el polvoriento asfalto de La India, controlando las trampas que se escondían detrás de cada recta eterna para seguir su vertiginosa aventura en busca de un hueco en la historia de la Fórmula 1. La undécima victoria en su temporada soñada coronó el mejor fin de semana de su carrera con su primer 'Grand Chelem' ('Pole', Vuelta rápida, triunfo y liderato de principio a fin).
Otra pincelada de grandeza con la que decorar un curso interminable para sus rivales. Así lo está siendo para Fernando Alonso que logró estrenar el podio indio con su tercer puesto, pero pierde gas respecto a Jenson Button, segundo, su rival por el subcampeonato.
Sebastian Vettel dio la bienvenida al circuito de Buddh con la mayor exhibición de poder desde que aterrizase en la Fórmula 1. Una lección de opulencia bajo el influjo del majestuoso Taj Mahal con la que seguir elevando el listón. El alemán escribió su página más brillante tras una contrarreloj individual de 60 vueltas al sucio trazado indio, en las que nadie pudo arrebatarle el mando. Apenas algún pequeño amago de Jenson Button que 'Seb' apagaba con un oportuno golpe de gas. Sin titubeos en los boxes. Sin concesiones en las curvas. Sin temor a los doblados. Sin piedad de sus adversarios.
No hubo un instante de duda bajo su casco y el alemán subió al primer podio de La India con la matrícula de honor bajo el brazo. Una calificación que en la Fórmula 1 recibe el nombre de 'Grand Chelem' y premia a los titanes capaces de agarrar en un mismo fin de semana la 'pole', la vuelta rápida, la victoria y el liderato de la carrera de principio a fin. Una genial distinción a la que sólo han accedido un puñado de elegidos en la historia de la competición. El último, Fernando Alonso hace poco más de un año -GP Singapur 2010-. Undécima bandera clavada este curso por Vettel que sigue empeñado en situarse al lado de su idolatrado Schumacher como el dueño del récord de triunfos en una temporada -13-.
Y esa tiranía inasumible deja al resto de los mortales en una cruel batalla por los otros dos puestos del podio. Son las 'migajas' con las que tienen que conformarse Jenson Button y Fernando Alonso, que mantienen erguida la cabeza pese a los tiempos difíciles que viven. Enfrascados en una lucha por el subcampeonato en la que el inglés, en pleno estado de forma, comienza a abrir una pequeña brecha. Su pequeña remontada de salida, birlándole la posición al propio Alonso y a un sorprendido Mark Webber, le sirvió para acompañar a Vettel y buscar sin éxito su rebufo durante los 60 giros al trazado de Buddh.
Algo más revuelta fue la aventura de Fernando Alonso, que entregó de salida parte del botín alcanzado el sábado y no tuvo más remedio que jugarse con su amigo Webber -otro que sigue suspirando por terminar segundo el Mundial- la última plaza del cajón. El asturiano encontró su premio tras un 'pitstop' de vértigo, después de 40 giros manteniendo la calma. Un adelantamiento que valió un nuevo podio, el noveno de la temporada, y que, por primera vez en la temporada, esta vez sí, contó con la 'bendición' de los neumáticos duros. Los mismos que le permitieron aguantar las últimas dentelladas de su socio y rival.
El primer episodio del Gran Premio de La India en el que también tuvo un papel estelar Jaime Alguersuari. Su Toro Rosso volvió a dejar con lo boca abierta a más de uno después de cruzar octavo la polvorienta línea de meta. Aguantando los golpes de Hamilton y los sofocos de Schumacher. El público indio también pudo asistir al enésimo pique Hamilton-Massa, que a punto estuvo de costarle la salud al pobre Rowan Atkinson, invitado de lujo en el garaje de McLaren y fan incondicional de Lewis, que deslumbró con su mejor versión de Mr. Bean a los mecánicos del equipo mientras se producía la colisión. Pinceladas del estreno sobre el nuevo capricho de Bernie Ecclestone que cruza los dedos para que el próximo curso el humilde Buddh pueda ser juez del campeonato.
Fuente EL MUNDO
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