SANTO DOMINGO.- República Dominicana
a través de su embajador en Washington, defendió la política migratoria que
lleva a cabo.
El diplomático Aníbal de
Castro responde a las críticas que The Economist hace a las políticas de
migración de República Dominicana.
Envió una carta al periódico
británico The Economist para desmentir el artículo en el que se asegura que los
hijos de haitianos ilegales en el país han sido objeto de ataques deliberados y
discriminatorios por un cambio en la legislación nacional.
En respuesta al texto “Sin
Estado en Santo Domingo”, publicado el 16 de diciembre en el portal de Internet
del medio de comunicación, De Castro sostuvo que los principios que rigen las
reglas de ciudadanía en el país han estado en vigor desde 1929.
“A partir de ese año, el
principio de jus soli contenido en la Constitución ha sido calificado por el párrafo 1,
artículo 11, que excluye de adquirir la nacionalidad dominicana a los hijos
legítimos de los extranjeros residentes en el país en misiones diplomáticas o
en tránsito”, resaltó el diplomático en la misiva aclaratoria.
También indicó que la Suprema Corte de
Justicia dominicana ha dictaminado en varias ocasiones sobre el tema de los
hijos de inmigrantes ilegales de diferentes procedencias. Según la SCJ, dijo, si los hijos de
padres legalmente en tránsito están excluidos de forma automática de la
adquisición de la nacionalidad, los hijos de aquellos que no pueden justificar
su entrada legal o estancia en el país ni pueden beneficiarse de un mejor
derecho.
De Castro dijo a The
Economist que los hijos de haitianos ilegales nacidos en el país no son
apátridas porque la constitución haitiana establece en su artículo 11 que “toda
persona nacida de padres haitianos, que quienes a su vez son haitianos de origen
y que nunca han renunciado a su nacionalidad, posee la nacionalidad haitiana en
el momento del nacimiento”.
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