La Casa del Rey obligó a Urdangarin a salir de Nóos porque se lucraba

MADRID.- La Casa del Rey obligó a Iñaki Urdangarin a salir del Instituto Nóos cuando el asesor legal de Zarzuela descubrió que su actividad era lucrativa, según han revelado fuentes oficiales a EL MUNDO.es

Además, le desaconsejó que creara una fundación a pesar de que el equipo legal del duque de Palma quería hacerlo.

En junio de 2006 Urdandarin salió del Instituto Nóos y la Casa del Rey le obligó a apartarse de los negocios, además de aconsejarle salir de España.

Fuentes oficiales de Zarzuela han explicado que el trabajo fue realizado por una asesoría legal externa a Palacio. La asesoría realizó un informe para la Casa del Rey detallando las actividades lucrativas del Instituto Nóos y subrayando que no se correspondían con el espíritu de esa organización.

Del silencio al distanciamiento
La Casa Real ha pasado en en este último mes a mostrar un evidente distanciamiento hacia el duque de Palma. Del "respetuoso silencio" con el proceso judicla a apartarle apartarle de la agenda oficial y a calificar su conducta como "no adecuada".

El escándalo se disparó el pasado 7 de noviembre. El mismo día en el que se analiza la sede de Barcelona, el socio de Urdangarin, Diego Torres, imputado el pasado mes de junio por el caso Palma Arena, asegura ante la Fiscalía Anticorrupción de Baleares que Urdangarin, como presidente del Instituto Nóos, tomaba todas las decisiones durante su mandato. Es el pistoletazo de salida para una serie de comunicados, gestos y declaraciones que trazan el camino hacia la "indignación" que siente actualmente el duque, según su portavoz.

Y es que dos días después del primer registro, el 9 de noviembre, la Fiscalía Anticorrupción de Baleares atribuye a Iñaki Urdangarin una actividad encaminada a "apoderarse" de "fondos públicos" del Gobierno balear. Este mismo día, la Casa del Rey expresa su "respeto absoluto" por las decisiones judiciales; "no tiene nada especial que decir en este momento", añadía ese primer comunicado.

El viernes 11, el propio Urdangarin envía una nota a la agencia Efe en Washington. Es su primera manifestación pública y afirma que defenderá su "honorabilidad e inocencia" y defiende como "siempre correcta" su actuación profesional.

A las pocas horas, fuentes cercanas a la Casa del Rey insisten en la línea de respeto ante el procedimiento judicial pero ofrecen una cierta distancia respecto al marido de la infanta. "Es un ciudadano particular más", aseguran, "parece lógico que sea Urdangarin el que se ocupe del funcionamiento de su vida privada", comentaban a EL MUNDO. De la misma manera, el día 17 asegura que el secretario personal de las infantas, tesorero del instituto Nóos, actuaba "a título particular".

La Reina, en Washington

Las investigaciones siguen su curso y EL MUNDO publica varias informaciones que señalan, por ejemplo, que la Fiscalía acusará al duque de evadir dinero a paraísos fiscales. No hay ninguna reacción oficial ante estas informaciones pero sí una imagen: la de la Reina, que se deja fotografiar en la capital estadounidense junto a su hija y su yerno. Las fotos, reproducidas por la revista '¡Hola!', se interpretan como un espaldarazo al duque de Palma.

El mismo día, además, la Casa Real sale al paso para acabar con el rumor acerca de las supuestas pretensiones del Rey para limitar la Familia Real y reducir las agendas de las infantas. Para evitar asociaciones fáciles, en el comunicado también se deja claro que esa hipotética decisión en nada tendría que ver con el proceso judicial que afecta a Iñaki Urdangarin.

El 11 de diciembre, Zarzuela decide tomar distancia. El jefe de la Casa Real, Rafael Spottorno, calificó de "no ejemplar" la conducta del único yerno del Rey, al tiempo que 'oficializa' su ausencia en los actos de la Familia Real -el último fue el 12 de octubre- hasta que se aclare su futuro judicial. No queda claro el futuro de la agenda de la infanta Cristina: "Ella tiene otra dimensión en este terreno", dijo Spottorno.

La última palabra, de momento, la ha pronunciado Iñaki Urdangarin aunque, esta vez, en boca de su abogado y portavoz, Mario Pascual Vives. El letrado asegura que su cliente está "preocupado y apesadumbrado, y quizás también, por qué no decir, indignado".


Fuente EL MUNDO

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