El papa Benedicto XVI ha solicitado a Dios un pedido
poco usual.
Le ha solicitado al Todopoderoso que arroje fuegos
sobre los gobiernos que auspician las guerras.
El Sumo Pontífice está preocupado por los muertos
que han producido y producen los enfrentamientos bélicos.
Y ese llamado ya caído como anillo al dedo en
momentos en que hay convulsiones entre hermanos, entre ellos los yemeníes.
No hay comentarios.: