SANTO DOMINGO -- La República Dominicana conquistó el lunes la Serie del Caribe en su propia casa y por segundo año consecutivo el equipo campeón celebró su victoria fuera del terreno de juego.
Con la victoria de Puerto Rico por 4-3 sobre México en el primer juego de la doble cartelera, los dominicanos aseguraron la 19na corona del país y la cuarta de los Leones del Escogido, a pesar que luego perdieron 7-0 ante Venezuela.
"Imagínate, hoy somos campeones con la victoria de otra gente y así no hay ningún tipo de emoción", dijo Erick Almonte, quien acompaña al equipo dominicano en condición de refuerzo.
El actual formato de la serie, que por años ha sido cuestionado y ha sido señalado como una de las causas principales del desinterés de la afición en el campeonato, permitió que los últimos tres encuentros no tuvieran relevancia alguna para determinar el campeón.
"Estos muchachos merecen todo el crédito, por eso los premié dándole la oportunidad de jugar todos los días en la Serie del Caribe, porque se lo merecían", dijo el gerente general Moisés Alou.
Tras cinco jornadas y con los dominicanos ya campeones, la última jornada será para determinar quién es subcampeón.
"Se siente bien, jugamos buena pelota, ganamos cuatro en línea y Puerto Rico nos aseguró la victoria. Ganar un campeonato es excelente, no importa como sea", indicó el jardinero del equipo dominicano, Andy Dirks.
Venezuela, México y Puerto Rico llegan a la última jornada con dos triunfos y tres derrotas. A primera hora el martes chocarán México y Venezuela y en la noche se enfrentarán Puerto Rico y los dominicanos.
"Si Dios quiere vamos por el segundo lugar y a hacer lo mejor posible de nuestra parte", dijo el antesalista Luis Figueroa, que conectó de 4-2, con tres remolcadas en la victoria de Puerto Rico sobre México.
Para México, quedar en segundo lugar no es una prioridad, aunque saldrá a dar el todo por el todo en su compromiso, dijo el piloto Eddie Díaz.
"Nunca he visto bien eso de quedar en segundo lugar, pero vamos a salir a hacer nuestro trabajo", afirmó.
Celebró antes RD
Otra Serie del Caribe, otro triunfo dominicano.
Con la derrota a primera hora de México ante Puerto Rico el lunes, los Leones del Escogido se coronaron campeones de la 54 edición del Clásico Caribeño. Claro, no hubo grandes celebraciones en el terreno de juego, pero la alegría sí se sintió en el clubhouse del equipo local.
"Me siento contento, aunque sea celebrando la derrota de otro equipo", dijo Erick Almonte, quien en su primer Clásico Caribeño fue uno de los principales protagonistas del equipo con tres carreras empujadas en sus primeros cuatro partidos del torneo. "Me siento bien porque pude aportar."
Jugadores dominicanos celebran el gallardete
En una Serie que fue dominada por el pitcheo abridor en sus primeros nueve partidos, nadie brilló más en ese sentido que el cubano Raúl Valdés, quien el sábado vs. Puerto Rico permitió una sola vuelta inmerecida para llevar a los Leones del Escogido a la victoria sobre los Indios de Mayagüez.
"Me siento bastante bien y contento", dijo el zurdo Valdés, quien tuvo un gran invierno en la Liga Dominicana , "ya que pudimos ganar la República Dominicana como país sede."
Para Dominicana éste es su título número 19 en Series del Caribe. Los Leones del Escogido llevan ahora cuatro coronas en el Clásico Caribeño, incluyendo dos de los último tres bajo el mando del gerente general Moisés Alou y el manager Ken Oberkfell. Con su triunfo en el 2012, Oberkfell se convierte en el primer dirigente de la historia de los "melenudos" en ganar dos Series del Caribe.
"Para esto es que uno juega", dijo Oberkfell luego de la derrota de México el lunes. "Estoy contento por los jugadores, los dueños y el país. Es bien divertido, pero sabíamos de antemano que íbamos a tener bastante buen equipo."
Otro héroe norteamericano del equipo de la República Dominicana , Andy Dirks, se vio contento pero comedido en el clubhouse de los ganadores.
"Se siente bien", dijo el autor de varios momentos inolvidables en los triunfos de los Leones en un lapso de ocho días. "Fue un poco anti-climático porque no tuvimos que ganar un juego. Hicimos nuestro trabajo.
"Fue un gran partido entre México y Puerto Rico", continuó el jardinero estadounidense. "Estábamos viendo y fue emocionante."
Alguien que no llegó a ver la reacción de Puerto Rico y el hit decisivo de Luis Figueroa ante México fue Pablo Ozuna, otra figura clave del equipo dominicano en este torneo. Ozuna dejó su casa en Boca Chica con los Yaquis ganándole 3-0 a los Indios, así que llegó al estadio con la mentalidad de jugar un partido importante en la noche. Se enteró de lo sucedido en el primer encuentro de la jornada al pisar los camerinos del Escogido.
"Cuando llegué me dijeron, 'no, perdió México'", contó Ozuna. "Dije, '¿Qué?.' Fue una sorpresa; yo quería ganar ahí afuera, que la celebración es más intensa. Pero lo aceptamos así.
"Me siento bien contento", continuó el infielder, quien bateó .412 en sus primeros cuatro partidos de la Serie. "Representar en tu tierra a tu país es algo bien difícil por la presión. Si no ganas nos fanáticos te van a caer encima. Lo mejor que tuvimos fue la química, la combinación de pitcheo con defensa, y gracias a Dios las cosas nos salieron bastante bien."
Al no haber celebración en el terreno, ¿cómo sería el festejo de los campeones? Un Ozuna bien animado no vaciló en contestar: "A ritmo de merengue, bachata...en harmonía."
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