Descartan cataclismo por eclipse solar el domingo 20 de mayo

SAN JUAN, Puerto Rico.- El investigador de fenómenos paranormales Reinaldo Rios exhortó hoy a mantener la calma, ya que contrario a los vaticinos, el eclipse solar del próximo 20 de mayo no producirá ningún cataclismo, aunque nadie sabe con exactitud cuándo pueda ocurrir.

El ufólogo puertorriqueño explicó que el 20 de mayo de 2012 es la fecha en la que los estudiosos de las cuartetas de Nostradamus ven una terrible profecía de consecuencias catastróficas.

Añadió que, según la interpretación, en esa fecha se desatarán una serie de eventos terribles, como un megaterremoto que causará daños.

Ríos explicó que las profecías de Nostradamus anuncian que el día veinte de tauro, 20 de mayo, Venus traerá un curso tan riguroso en 2012, pues hará un tránsito por el Sol que se completará el 6 de junio.

Añadió que, según lo informado por quienes estudiaron los textos, Nostradamus anuncia que se producirá un gran terremoto con un devastador tsunami que abarcaría toda la Península Itálica.

Reinaldo Rios al ofrecer su opinión

El estudio dijo que el día 20 de mayo de 2012 es la fecha de regreso de la serpiente jaquar en la pirámide de Chichen Itza y el regreso de Quetzalcoatl, lo que plantea que los mayas sabían de esta fecha por lo que tanto se ha hablado de este día como el “regreso de los dioses”.

Rios se declaró “sumamente molesto” con aquellos que denomina “mercaderes del miedo”, por lo que pidió a los gobiernos legislar en contra de estos, debido a que alteran la salud mental de un país.

“Muchos así lo esperan y hasta pronósticos públicos se han realizado, como el anuncio de varios megaterremotos para Chile y otros países, según recopilaciones cibernéticas que estamos analizando”, apuntó.

El estudioso boricua agregó que el parasicólogo colombiano Edwin Robles anunció un gran terremoto para Chile y que fundamenta su teoría en los cambios climáticos que han afectado al mundo este último tiempo.

Cree que el próximo 20 de mayo habrá un megaterremoto mundial con epicentro en Chile, ocasionado por el Proyecto Haarp.

“Predecir el fin del mundo debe ser considerado como un acto de irresponsabilidad social”, advirtió Ríos.

Señaló que correspondería a los presidentes hacer ese anuncio una vez orientados por personal capacitado.

“Mientras no se pronuncie una alarma presidencial no hay de que preocuparse, lo demás cae en expeculaciones”, insisitió el ufólogo al aclarar que “ninguna fecha que conozca desde mis estudios en este tema paranormal ha salido, pero se ha creado una manía de anunciarlas para crear protagonismo a base del miedo y no podemos permirlo”.

Según Ríos, deben ser catalogados de “terroristas aquellos que meten miedo con el fin del mundo”.

“Esto es algo que nadie sabe el día ni la hora, es bíblico, además ninguna fecha antes anunciada ha acertado, lo que sí entendemos es que es un proceso natural que no negamos se repita, ya que la tierra ha sido destruida en gran medida en otras epocas”, afirmó Ríos.

Insistió en que el próximo domingo no habrá tal fin del mundo, sino un evento astronómico, el eclipse solar, del cual debemos estar pendientes en forma pasiva.

Recordó que el fin del mundo ya ha tenido varias fechas en las que nada ha sucedido, como en la víspera del año 2000, cuando el primer día se suponía un gran problema para las computadoras, que no podrían distinguir entre 1900 y 2000, por lo que no las consecuencias que generaría, “pero se habló de hasta un holocausto nuclear”.

Durante 2011, dijo Ríos, el profeta Harold Camping aseguró que el mundo se iba a acabar el 21 de mayo y como nada pasó, “pospuso” el apocalipsis para octubre sin que nada pasara.

“Este año, lo que proliferaron fueron las profecías mayas. Una serie de estudios reveló que el 21/12/2012 sería el día que los mayas marcaron como el fin del mundo”, anotó.

Reinaldo Ríos estableció que en la noche entre el próximo 20 y 21 de mayo del horario Universal, correspondiente a horas del día en el Pacífico, los astrónomos han pronosticado “un eclipse anular del Sol será visible desde Asia hasta América del Norte”.

A eso se debe que se especule desde el fin del mundo hasta grandes cambios en la humanidad, pues la Luna cubrirá el Sol pero sin oscurecerlo completamente y dejará ver en su entorno un anillo resplandeciente, según el puertorriqueño.

Añadió que para los observadores que se encuentren en esta zona, en tierra firme o navegando, la trayectoria parte con la sombra preumbral de la Luna, esto significa el momento en que comienza a cubrir el Sol. Esto sucede cuando su cara está directamente sobre Asia, por lo que se observará en China y Hong Kong.

El eclipse pasará haciendo un arco por Japón, y ascendiendo, atravesará el Océano Pacífico Norte, para bajar y terminar por el oeste de Estados Unidos.

En su fase final legará a Oregon, el borde de California, parte de Utah, Arizona, Nuevo México hasta Alburquerque. Finaliza al oeste de Texas, informaó el Observatorio Astronómico de Nueva Zelanda.

El eclipse en su fase anular completa durará 5 minutos y 46 segundos y recae solo para los observadores del Norte del océano Pacífico.

Según el mapa Stellarium en el momento del eclipse, el Sol y la Luna se encuentran en la primera mitad de la constelación de Tauro, fecha que es una ocasión especial en los mapas estelares, pues en esa misma constelación se encuentran hacia el lado de Aries, los planetas Júpiter y Mercurio que se unirán el 22 de mayo.

Al momento del eclipse, no se debe observar el Sol directamente para evitar dañar la vista, por lo que solo con anteojos especiales algunos podrán apreciar este bello espectáculo.

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