Temporada ciclónica tendrá un comportamiento de normal a poco activo

LA HABANA.- La temporada ciclónica que inicia este primero de junio tendrá un comportamiento de normal a poco activo. Se pronostica la formación de diez ciclones tropicales (tormentas tropicales más huracanes) en toda el área del Atlántico Norte, cinco de los cuales alcanzarán la categoría de huracán.

Sobre el área oceánica del Atlántico deberán desarrollarse ocho ciclones tropicales, uno lo hará en el Caribe y otro en el golfo de México.

La probabilidad de que se origine e intensifique al menos un huracán en el Caribe es baja (15 %) y de que uno de procedencia atlántica penetre en el Caribe (55 %) es moderada."

Esta valoración está basada en el hecho de que se prevé la existencia y desarrollo de un evento El Niño para los meses del verano, y en esos casos se producen vientos fuertes a alturas de 10 a 12 kilómetros que cortan cualquier incipiente circulación ciclónica y, por tanto, inhibe la formación de ciclones tropicales en el Atlántico, aunque algunos logran formarse.

Por otra parte, las aguas del Atlántico oriental están algo más frías que lo normal, otro factor que es desfavorable a la actividad ciclónica. Las investigaciones han demostrado estas concatenaciones, al igual que hay otras, mientras que una relación estadística y de analogía con otras temporadas, produce los números que se ofrecen.

No obstante, vean ustedes que basta que un solo huracán, uno sólo, pase por encima de cualquier localidad para que sus habitantes piensen que la temporada es muy activa (y para ellos en realidad lo es). Ejemplos sobran, pero voy a dar solo dos: La temporada de huracanes de 1930 fue muy poco activa, tanto que sólo hubo un huracán en el Caribe...

Pero ese fue el de gran intensidad que destruyó completamente a Santo Domingo, la capital de la República Dominicana. Otro ejemplo: La temporada de 1992 fue también poco activa, solo cuatro huracanes, pero uno de ellos fue Andrews, categoría 5 que devastó el sur de La Florida, Estados Unidos.

Puede haber también el caso de temporadas de huracanes muy activas, como las de 2010 y 2011, con 18 y 19 ciclones tropicales respectivamente (el promedio o normal para una temporada es diez), o bien la muy activa de 1995 que igualó el récord del siglo XX con 21 ciclones, pero en ninguna de estas temporadas tuvimos en Cuba un huracán.

A modo de resumen, el pronóstico estacional de la actividad ciclónica en el Atlántico tiene indiscutiblemente un valor científico, al estudiarse las condiciones generales de formación y desarrollo de los ciclones tropicales, mientras que provee una herramienta probabilística útil para determinadas actividades; pero no posee un valor práctico para el público en general al no poder señalar con tanta anticipación los detalles que aparecen en los pronósticos de corto plazo que siempre brindamos en las Alertas Tempranas y en los Avisos de Ciclón Tropical.



Fuente GRANMA

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