NUEVA YORK.- Juan Martín del Potro desembarcó ayer domingo en los octavos de final del Abierto de Estados Unidos tras derrotar en tres peleados sets a su compatriota argentino Leonardo Mayer.
Del Potro, el campeón de 2009 y séptimo preclasificado, no pudo subyugar la resistencia de Mayer hasta el sexto match point.
Mayer envió larga la devolución a un saque y con ello se certificó el triunfo 6-3, 7-5, 7-6 (9) para Del Potro.
Tenaz de principio a fin, Mayer fue un incomodo adversario. Pero no pudo conseguir el objetivo de avanzar por primera vez a la ronda de los 16 mejores en uno de los cuatro grandes del tenis.
La siguiente prueba para Del Potro será contra Andy Roddick, quien anunció la semana pasada que este US Open es su último torneo como profesional. El último varón estadounidense en ganar una corona de Grand Slam, en Flushing Meadows 2003, derrotó 7-5, 7-6 (1), 4-6, 6-4 al italiano Fabio Fognini.
“Todavía está jugando bien y no dejar de ser peligroso”, dijo Del Potro sobre Roddick, quien por primera vez este año logra avanzar a una ronda de octavos en un Grand Slam.
El despliegue tenaz de Mayer fue notable, luego que el viernes sufrió un cuadro de deshidratación tras vencer a Tommy Robredo en la etapa anterior, al extremo que debió ser llevado a un hospital para recibir suero.
Mayer pudo haberse llevado el segundo set cuando le tocó servir con ventaja 5-4. Del Potro, sin embargo, quebró dos veces al dominar los siguientes tres games.
“No te erra, hay que jugar impecable contra él”, dijo Mayer.
Del Potro se mantiene imbatible en cuatro partidos contra compatriotas argentinos en las citas del Grand Slam.
Imponente
A primera hora, Novak Djokovic encadenó su segundo partido seguido sin afrontar bolas de quiebre al despachar 6-3, 6-2, 6-2 al francés Julien Benneteau.
Djokovic aseguró que jugar tan temprano de día no le gusta. De hecho, no tuvo tiempo para afeitarse el encarar su tercer partido en el torneo.
El serbio suele jugar en partidos nocturnos en el último Grand Slam de la temporada y reconoció que le agrada para nada salir a la pista a las 11 de la mañana.
Una hora tan temprana no le permitió afeitarse: “Mi mamá me critica cuando no me afeitó como se debe. Me aseguraré estar bien afeitado la próxima vez”.
“Normalmente, no me gusta jugar el primer partido de la jornada, pero para mí era vital arrancar fuerte”, añadió. “Tenía que salir concentrado y comprometido a jugar muy bien”.
No hay comentarios.: