El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) es una organización que ha sido y debe seguir siendo un instrumento de vital importancia para el fortalecimiento institucional de la vida dominicana, puesto que, desde su nacimiento, toda su historia, con sus altas y sus bajas, como es natural, ha estado estrecha e intrínsecamente ligada a la evolución y desarrollo democrático de nuestro país, hasta el punto de que, de sus entrañas han nacido varias entidades políticas que forman parte del menú electoral del que debemos escoger cada cuatro años a quienes dirigirán los destinos de la nación, incluyendo al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que hoy nos gobierna.
Son muchos sus aportes y los sacrificios de muchos de sus hombres y mujeres a todo lo largo y ancho del país que, con un orgullo inusual y admirable, tras su ideales han dejado sus mejores sueños y hasta el pellejo en las calles en aras de su crecimiento, añorando llegar al poder para hacer realidad las ideas y principios que sirvieron de base a su formación y origen.
Y qué decir del doctor José Francisco Peña Gómez, un ser humano extraordinario, líder indiscutible e irrebatible, quien nunca escatimó ningún esfuerzo ni sacrificio, por grande que este fuera, dándolo todo por su partido, hasta su vida , porque murió en plena faena proselitista, llevando a cuesta una candidatura que hubo de abrazar, por esas mismas rebatiñas, y por esos mismos desatinos que hoy dividen y laceran a ese gran partido y que al parecer jamás podrán superar, porque no son capaces de conjurar las apetencias personales, con la cordura y el bienestar colectivo.
Es por ello, que todos observamos cómo nuevamente la irracionalidad, la intransigencia y la falta de tacto se ponen de manifiesto a lo interno de esa institución, con la agravante de que en esta oportunidad, no tienen quien llame al orden y sea escuchado por las partes en conflicto, por lo que es mas que probable que la conflagración bélico-política que habrá de producirse en la próxima convención para elegir las nuevas autoridades de esa agrupación política, se lleve de paro cualquier posibilidad de triunfo que pudiera favorecerle, con miras a las elecciones del 2016, porque de seguro estarán muy entretenidos y mas que ocupados como ahora, buscando la forma de cómo hacerse trizas los unos a los otros, socavando poco a poco, la fortaleza y el vigor que debiera representar ante la sociedad el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Es un pleito que esta casa o, quiera Dios, que chacumbele no se lleve el premio por su mejor actuación, y que ojala los monos se escondan , para que no asistamos a otras de sus populares fiestas que terminan a rabazos limpios.
Por LEONARDO CABRERA
El autor es locutor y periodista
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