Sin pena ni gloria el 106 aniversario natalicio de l expresidente Joaquín Balaguer
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SANTO DOMINGO. Sin pena ni gloria, pasó en la fecha,
primero de septiembre el 106 aniversario del natalicio de uno de los políticos
más sagaces que ha tenido este país caribeño.
El natalicio de Joaquín Antonio Balaguer Ricardo no
fue recordado nio siquiera por los miles y miles de personas de escasos recursos
a quienes entregó viviendas, mejorándoles su calidad de vida y sacándolas de la
extrema pobreza.
Este primero de septiembre, para el ex presidente
dominicano donde quiera que esté será de triste recordación.
Su
vida
Fue un abogado, escritor y político dominicano.
Presidente de la República Dominicana en los periodos 1960-1962, 1966-1978 y
1986-1996. Se caracterizaba por su personalidad enigmática y llena de
secretismo heredado de la Era de Trujillo, su afán de perpetuarse en el poder
por medio de cuestionados procesos electorales le ganó el mote de caudillo.
Fomentó el desarrollo de la infraestructura urbana del país mediante la
construcción, avenidas y edificaciones; el Faro a Colón es uno de los
monumentos más relevantes construidos en su gobierno.
Balaguer compartió el Premio Nacioal de Literatura
de 1990 con su rival político y también escritor Juan Bosch.
Biografia
2
Antecedentes políticos
3 Relación
con Trujillo
4 Gobierno
4.1 Primer mandato presidencial (1960-1962)
4.2 Regreso a
RD y guerra civil de 1965
4.3 Segundo
mandato presidencial (1966-1978), "Los doce años"
4.4 Tercer
mandato presidencial (1986-1996)
5 Muerte y legado
6 Vida
personal
7 Lemas de
campaña
8 Como
escritor 8.1 Obras
9 Bibliografía
10
Referencias
11 Enlaces
externos
[editar] Biografia
Balaguer fue el único varón de una familia de varias
mujeres, pero tuvo un medio hermano por parte de padre.
Desde muy temprana edad se sintió atraído por la
literatura y la composición de versos, los cuales fueron publicados en revistas
locales. Se interesó en la política debido a la ocupación militar
norteamericana (1916-1924). Después de graduarse de bachiller en ciencias
sociales en 1916, Balaguer obtuvo una licenciatura en Derecho en la Universidad
Autónoma de Santo Domingo, mientras asistía a las clases en la universidad,
comenzó a ganarse la vida en el ámbito periodístico, como corrector de pruebas
y, desde 1924 hasta 1928, como articulista en el diario La Información de
Santiago de los Caballeros, y estudió por un breve período en la Universidad de
París I Panthéon-Sorbonne. En su juventud, Balaguer escribió de la admiración
que sentía por el paisano de su padre, el líder político de Puerto Rico, Pedro
Albizu. A pesar de las profundas diferencias con respecto a la ética y sus
visiones del mundo, la vehemente y carismática retórica de Albizu cautivó la
imaginación de Balaguer a tal punto que motivó su pasión por la política y el
debate intelectual.
Antecedentes políticos
Balaguer comenzó su carrera política en 1930 (antes
de que Trujillo tomara el control del gobierno), cuando fue nombrado Fiscal.
Más tarde se inscribe en el Partido Dominicano y así pasó a formar parte del
círculo de los colaboradores cercanos del dictador Rafael Trujillo.
Durante la Era de Trujillo se desempeñó como Secretario
de la Legación Dominicana en Madrid (1932-1935), Subsecretario de la
Presidencia (1936), Subsecretario de Relaciones Exteriores (1937), Embajador
Extraordinario en Colombia y Ecuador (1940-43 y 1943-47 ), Embajador en México
(1947-1949), Secretario de Educación (1949-1955), y Secretario de Estado de Relaciones
Exteriores (1955-57).
Relación
con Trujillo
Ha habido mucha discusión sobre el papel de Balaguer
durante la Era de Trujillo, a lo largo de las tres décadas de trabajo como
político trujillista, Balaguer fue visto alternativamente tanto como empleado
del régimen y como un distinguido colaborador cercano a Trujillo. A pesar de
que Trujillo disfrutaba humillando e insultando sus "sirvientes" en
público, el dictador nunca trató de degradar a Balaguer.
Balaguer reciprocó ese respeto hacia Trujillo
durante los treinta años de dictadura como uno de los colaboradores más
eficiente del régimen, sin parecer perturbado ni mostrar el menor gesto de
disgusto por los excesos y aberraciones que eran comunes en aquella época.
Balaguer fue, sin duda, un ministro útil de Trujillo.
Primer
mandato presidencial (1960-1962)
Cuando Trujillo dispuso que su hermano Héctor
Bienvenido fuera reelegido a la presidencia en 1957, optó por Balaguer como
vice-presidente. Tres años más tarde, cuando la Organización de Estados
Americanos (OEA) convenció al dictador de que no era apropiado tener a un
miembro de su familia como presidente, Trujillo obligó a su hermano a
renunciar, y Balaguer le sucedió en el cargo. Sin embargo, Balaguer no tenía
prácticamente ningún poder, y fue considerado como un mero títere de Trujillo.
Cuando Trujillo fue asesinado en 1961 y a pesar de
haber sido durante mucho tiempo colaborador del dictador, Balaguer tomó medidas
para liberar al país del régimen con la concesión de algunas libertades civiles
y suavizando la estricta censura que Trujillo tenía sometida a la prensa. La
OEA se mostró satisfecha y levantó las sanciones económicas impuestas a la
República Dominicana, debido al intento de asesinato que Trujillo tramó en
contra del presidente venezolano Rómulo Betancourt. Sin embargo, las reformas
provisionales de Balaguer fueron rechazadas por gran parte de la sociedad, ya
que era presionado por la derecha, por los militares, por la izquierda, por la
oposición, era abucheado en las calles por la ciudadanía y llamado entre otras
cosas muñequito de papel.
Debido a la presión ejercida por la Unión Cívica
Nacional, un Consejo de Estado creado después de la muerte de Trujillo.
Balaguer sólo retuvo el poder hasta 16 de enero de 1962. Un golpe de Estado
militar, dirigido por el jefe de la fuerza aérea Pedro Rodríguez Echavarría, lo
obligó a exiliarse en Nueva York y Puerto Rico.
Segundo
mandato presidencial (1966-1978), "Los doce años"
Balaguer encontró una nación severamente golpeada
por décadas de turbulencia, con tiempos cortos de paz, y prácticamente
ignorantes de la democracia y los derechos humanos. Durante su campaña electoral
solía dirigir sus mensajes propagandísticos a la mujer dominicana y al
campesino, tratando de atar a su proyecto político personal las fracciones más
conservadoras de estos sectores sociales.
Al subir al poder encontró la realidad de que la
economía del país estaba peor que como la dejo la era de Trujillo, declive
provocado por los tormentosos años del Triunvirato y la Guerra Civil. Por esto,
inicio su gobierno con un plan de austeridad económica general, congelando los
salarios. Ademas, fomento una reforma agraria, donde se repartieron grandes
cantidades de terrenos, antes pertenecientes al dictador Trujillo, poniéndolos
en manos de campesinos sin tierra.
Inició un plan de urbanización general de Santo
Domingo, donde se trazaron todas las avenidas principales y los residenciales
que actualmente conforman el polígono central del Distrito Nacional y la zona
metropolitana de la capital y Santiago, como son las avenidas 27 de febrero,
John F. Kennedy, Winston Churchill, Abraham Lincoln, Lope de Vega, Luperón, Los
Próceres, Sarasota, Ortega y Gasset, Romulo Betancourt, San Vicente de Paul,
España, la Charles de Gaule y la Estrella Sadhala; y los residenciales del
Millón, Los Prados, Las Caobas, Los Jardines, Honduras, Bella Vista, Mirador
Sur, etc. También se construyeron los primeros grandes parques que hoy sirven
como pulmones verdes de la ciudad, como fueron el Mirador del Sur y el Mirador
del Este, y el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte. Cabe destacar, que si bien no
se considera revolucionario este plan de desarrollo urbano iniciado en la
ciudad de Santo Domingo, hoy en día el grueso de la clase media de dicha ciudad
vive en los espacios urbanizados en los doce años, quedando rodeados por un
cinturón de pobreza, provocados por la falta de planificación de los gobiernos
subsiguientes con respecto a la organización de dicha ciudad.
Balaguer también limitó los empréstitos
gubernamentales a obras de primera prioridad, realizando grandes inversiones de
bien social solo con fondos internos. Inicio la construcción de las primeras
presas hidroeléctricas de envergadura del país, como la de Tavera y la de
Valdesia, prioritarias para el control de inundaciones, canalización de las
aguas de riego, y utilización del agua para acueductos y producción de energía
eléctrica. También financió al sector privado para la instalación de la primera
gran industria metarulgica del país, Metaldom, y nacionalizó La Rosario
Dominicana, aprovechando los buenos dividendos producidos por la explotación
del oro.
También durante los doce años se planificaron los
primeros polos turísticos del país, como el Complejo Playa Dorada a traves del
Banco Central, el Teleférico de Puerto Plata, la construcción del Aeropuerto
Internacional Gregorio Luperón, la nueva terminal del Aeropuerto Las Américas y
la reconstrucción y desarrabalización completa de la Ciudad de Samana. Se
continuo el plan de recuperacion de todas las construcciones coloniales
iniciado por Trujillo con el salvamento del Alcázar de Colon y la zona
colonial, logrando luego que en el 1992 Santo Domingo fuera declarada
Patrimonio Cultural de la Humanidad. Se crearon las bases para crear los
primeros Parques Nacionales, actualmente los mas extensos e importantes del
área del Caribe. En dicho mandato se construyeron grandes obras de orientación
cultural, como El Teatro Nacional, La Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, La
Biblioteca Nacional, El Zoológico de Santo Domingo y El Jardín Botánico.
Toda esta política de inversiones, unida a una
acertada orientación económica y a los favorables precios de la Azúcar y el
Café en los mercados internacionales, trajeron un periodo de crecimiento
ininterrumpido en los que prácticamente se cuadruplico el PIB de la República
Dominicana, llegando a tener a principios de la década de los setenta varios
años consecutivos con crecimientos del PIB por encima del 10%, incluyendo el
pico alcanzado en 1973, de un crecimiento anual del PIB de un 12.9%, siendo el
mayor crecimiento registrado por el Banco Central hasta nuestros días. La
estabilidad económica fue notable, con un inflación que pocas veces llego hasta
los dos dígitos, siendo parte del periodo de estabilidad mas largo en los
últimos 50 anos. Su política fiscal estuvo marcado por la casi ausencia total
de reformas fiscales y prácticamente no se crearon nuevos impuestos para la
población, ya que el gobierno consideraba que recibía suficientes fondos,
generados por los aranceles existentes, y las ganancias de las Empresas
Estatales, dejadas por Trujillo. Solo hay que constatar, por ejemplo, que el salario
mínimo del 1975, que era de 75 pesos mensuales, ajustados a la inflación del
2012, seria casi el equivalente a 11 mil pesos mensuales, prácticamente el
doble del salario mínimo actual, sin los grandes componentes de impuestos de
hoy en día, como lo son el ITEBIS y el diferencial del petroleo.
También se realizaron importantes inversiones en la
educación, donde prácticamente la geografía nacional se vio colmada de nuevas
escuelas, reduciéndose en el periodo de los doce años en un 20% el promedio del
analfabetismo general y se fundaron las principales universidades privadas
actuales de nuestro país, como la UNPHU, INTEC, PUCAMAIMA, APEC, entre otras.
También se le dió la Autonomía a la Universidad de Santo Domingo.
Sin embargo, sus logros como buen administrador se
vieron empañados por los sucesos de sangre que marcaron este período, unido a
dudosos procesos electorales que le mantuvieron al poder. Cuando en 1966 subió
al poder, Balaguer trató de apaciguar a los supervivientes antitrujillistas y a
los de la guerra civil de 1965, pero los asesinatos políticos continuaron
siendo frecuentes durante su administración.
Durante los tres primeros meses de instalado su
segundo gobierno, la Asociación Dominicana de Derechos Humanos, declaró que
había recibido quejas. Con la anuencia de sectores del gobierno se inició en el
país la "Operación Chapeo" con la finalidad de exterminar los
remanentes izquierdistas sobrevivientes al conflicto de abril del 65.
En noviembre de 1969 un grupo de mujeres anunció la
formación del Comité de madres, esposas y familiares de los muertos y
desaparecidos, donde dieron a conocer un listado de muertos y desaparecidos, y
revelaron que en los tres primeros años del gobierno, 366 personas fueron
muertas o desaparecidas por causas políticas.
Con la abstención electoral del Partido
Revolucionario Dominicano, debido a la represión política y a la participación
de las Fuerzas Armadas en las actividades proselitistas, Balaguer fue reelegido
para el periodo 1970-1974.
El 1 de enero de 1971 designó al general Enrique
Pérez y Pérez como jefe de la Policía Nacional. Varias semanas después hizo su
aparición en las calles de Santo Domingo un grupo autodenominado Frente
Democrático Anticomunista y Antiterrorista, mejor conocido como La Banda, un
grupo de jóvenes reclutados por el gobierno de Balaguer con fines de represión.
Durante esa época fueron asesinados numerosos dirigentes de la izquierda
dominicana.
Durante este segundo mandato de gobierno (conocido
popularmente en la política dominicana simplemente como "los 12
años"), Balaguer incentivó la construcción de escuelas, hospitales,
presas, carreteras, y muchos edificios importantes. Los proyectos también se
utilizaron como medio para recompensar a sus partidarios políticos con
lucrativos contratos de obras públicas, los favorecidos en dichos contratos se
conocen como "los 300 millonarios". También presidió un sistema de
crecimiento económico estable. Sin embargo, su administración pronto desarrolló
un modelo autoritario, a pesar de las garantías constitucionales.
Balaguer se consolidaba según algunos como
representante de la derecha dominicana, iniciando un gobierno caracterizado por
la influencia de Estados Unidos; un gobierno que contribuyó inestimablemente al
estado de subdesarrollo y atraso de la República Dominicana.
La sensación de que en la República Dominicana había
un híbrido de dictadura y democracia, y con más rasgos de la primera que de la
segunda, se reprodujo en las elecciones del 16 de mayo de 1974, cuando el
Partido Revolucionario Dominicano y los otros partidos signatarios del
denominado Acuerdo de Santiago retiraron a su candidato Antonio Guzmán, por
considerar que no se daban las mínimas garantías y como protesta por los
desafueros de los paramilitares balagueristas. En estas circunstancias,
Balaguer sólo compitió con un rival, el contraalmirante Luis Homero Lajara
Burgos, del Partido Popular Demócrata (PPD). Balaguer obtuvo el 84,7% de los
votos, y su partido ganó mayoría en el congreso donde la abstinencia alcanzó el
50%.
Balaguer eludió siempre su responsabilidad en los
crímenes cometidos por La Banda y otras irregularidades vinculadas con las
Fuerzas Armadas, siempre achacó la violencia política a sectores incontrolados
del oficialismo y a la subversión de izquierdas, cuya verdadera fuerza exageró
enormemente.
También, incumplió promesas sobre la reforma
agraria, ya que la pequeña minoría de propietarios autóctonos y las compañías
estadounidenses continuaban poseyendo la mayoría de las tierras cultivables y
las de mejor calidad. Pero cuando anunció su intención de optar a un cuarto
mandato consecutivo en las elecciones del 16 de mayo de 1978, y con un fondo de
deceleración económica, el repudio popular alcanzó tal calibre que la derrota
en las urnas ante el PRD se antojó inevitable. Balaguer se enfrentó a Antonio
Guzmán del Partido Revolucionario Dominicano, pero cuando los resultados
electorales mostraron una tendencia en favor de Guzmán, el ejército detuvo el
conteo. Sin embargo, en medio de enérgicas protestas en el país y una fuerte
presión en el extranjero por parte de Jimmy Carter, el conteo se reanudo.
Cuando se dieron los resultados, Guzmán dio a Balaguer la primera derrota de su
carrera política. Cuando Balaguer dejó el cargo, fue la primera vez en la
historia de la República Dominicana que un presidente en ejercicio
tranquilamente cede el poder a un miembro elegido de la oposición.
Tercer
mandato presidencial (1986-1996)
Balaguer se volvió a presentar como candidato en
1986 aprovechandose de una división en el Partido Revolucionario Dominicano
para ganar la presidencia de nuevo después de una ausencia de ocho años, donde
derrotó por escaso margen al candidato por el PRD, Jacobo Majluta. Para
entonces, tenía 80 años y casi ciego por completo (había sufrido de glaucoma
durante muchos años).
El tercer gobierno de Balaguer fue mucho más liberal
que el anterior. En este periodo Balaguer era mucho más tolerante a los
partidos de oposición y los derechos humanos.
Para el 1984, el Partido Reformista se alía con el
Partido Revolucionario Social Cristiano, formando así el Partido Reformista
Social Cristiano (PRSC).
Siguió con sus grandes proyectos de infraestructura,
tales como la construcción de carreteras, puentes, escuelas, proyectos de
viviendas y hospitales. Siguiendo el estilo de Trujillo, estos proyectos de
gran visibilidad eran muy publicitado en los medios de comunicación controlados
por el gobierno y través de grandiosas ceremonias públicas destinadas a mejorar
la popularidad de Balaguer. La economía también mejoró considerablemente.
En este período, Joaquín Balaguer mantuvo una cierta
política de populismo, en lo que se refiere a la entrega de canastas, dinero y
otras "dádivas" al pueblo dominicano con el propósito de gobernar a
base de demagogia. El Clientelismo político clientelismo también se manifestó
en gran medida
En 1990, con una abstención del 40%, Balaguer logra
reelegirse con el 35.1% de los votos, contra el 33.9% de Juan Bosch del Partido
de la Liberación Dominicana, y un Partido Revolucionario Dominicano que
mantenía una crisis interna. Este proceso se caracterizó por la expresión de
amplios sectores de la vida política y social, que criticaban la legitimidad de
dichas elecciones, a lo que Balaguer respondió lanzando los militares a la
calle y decretando un toque de queda.
Balaguer mandó a construir el Faro a Colón, una de
las obras más controversiales de su gobierno. La misma se construyó en
conmemoración de los 500 años del Descubrimiento de América, el cual fue
terminado en 1992
En 1992 para el 500 aniversario de la llegada de
Cristóbal Colón a América y la visita del Papa Juan Pablo II, Balaguer gastó
millones en la restauración de la histórica ciudad colonial de Santo Domingo,
para que el Papa pueda pasar por ella.
Ese mismo año gastó más de doscientos millones de
dólares en la construcción del controvertido Faro a Colón, un faro de diez
pisos en honor a Colón. Terminado en 1992, el Faro a Colón fue diseñado para
transmitir la imagen de una cruz cristiana en el cielo nocturno y para que sea
visible a decenas de kilómetros. Desde que se terminó, el Faro que
supuestamente alberga los restos de Colón, ha sido una atracción turística de
menor importancia. Su luz no se utiliza muy a menudo debido a los costos de
energía y los apagones en el país. Sin embargo, su simbolismo y el gasto fueron
fuente de mucha controversia.
En enero de 1994 Balaguer decidió optar de nuevo por
la presidencia, incluso cuando ya tenía casi 90 años de edad y ciego por
completo. Esta vez, su principal competidor era José Francisco Peña Gómez del
Partido Revolucionario Dominicano.
Esta campaña fue una de los peores de la historia
dominicana. Balaguer con frecuencia utilizaba la ascendencia haitiana Peña
Gómez a su favor, el dominicano históricamente tienden a desconfiar de
cualquier persona con sangre haitiana. Por ejemplo, Balaguer llegó a decir que
Peña anexionaría el país con Haití en caso de ganar. Con igual capacidad de
maniobra en las elecciones, se impusó con un 42.3%, contra un PRD que obtuvo el
41.6% de los votos, donde se asegura que ocurrieron alteraciones de actas y del
padrón electoral en la misma Junta Central Electoral. Peña alegó fraude, y
llamó a una huelga general. Las manifestaciones tuvieron lugar en apoyo a la
huelga.
En este periodo se sucedió la misteriosa
desaparición del profesor universitario y activista Narciso González
(Narcisazo), un vehemente crítico de la política de Balaguer. Su desaparición
que hasta la fecha es un misterio, se le atribuyó a Balaguer.
Una investigación posterior reveló que la Junta
Electoral no sabía el número total de votantes registrados, y el resultado en
las listas distribuidas en los colegios electorales no coincideían con las
dadas a las partidos. La investigación también reveló que unas 200.000 personas
habían sido retiradas de las urnas. En medio de tales preguntas sobre la
legitimidad de la encuesta, acordaron celebrar nuevas elecciones en 1996, pero
esta vez Balaguer no sería candidato. En este sentido, cumplió su palabra de
poner su cargo a disposición de la administración estadounidense.
En los últimos años de su vida, su casa era muy
frecuentada por personalidades de la política dominicana, quienes lo veían como
un "consejero político". De izquierda a derecha, Balaguer recibe a
Leonel Fernández, Temístocles Montás y Miguel Cocco.
El acuerdo político de los gobernantes, de sectores
del poder fáctico que incluye a la Iglesia Católica, y de los dirigentes de los
partidos políticos, dejaron establecida una reforma constitucional que se hizo
el 14 de agosto de 1994. Este acto de consenso jurídico fue preferido a la
anulación total de las elecciones y fue conocido como "Pacto por la
Democracia".
En las elecciones de 1996, Jacinto Peynado, terminó
muy lejos de llegar a la segunda vuelta. Balaguer entonces dio su apoyo a
Leonel Fernández del Partido de la Liberación Dominicana en una inusual
coalición con Bosch, su enemigo político de más de 30 años.
En las elecciones presidenciales de 2000, Balaguer,
a la edad de 94 años, se postuló por novena y última vez a la Presidencia de la
República Dominicana; pese a las enormes limitaciones físicas debidas a su
avanzada edad y al cúmulo de críticas de sus anteriores gobiernos, logró más
del 20% de los votos, ubicándose en el tercer lugar.
Muerte y legado
Joaquín Balaguer murió de insuficiencia cardíaca en
Santo Domingo el 14 de julio de 2002 a la edad de 95 años.
Su legado en República
Dominicana es contradictorio. Mantuvo una relativa estabilidad política y
económica en el país por muchos años, centralizó todas las decisiones
gubernamentales y lanzó programas masivos de construcción de carreteras,
puentes, hidroeléctricas y monumentos, con la intención clara de que su
impronta personal quedara marcada en piedra. Fue una figura polarizante que
podría incitar tanto al odio como al amor de la población.
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