SANTO DOMINGO.- La Embajada de Los Estados Unidos en Santo Domingo informó que ha visto las informaciones publicadas en los medios de comunicación sobre la demanda incoada por la familia Familia, que demanda a esa delegación y de acuerdo con las secciones aplicables de las leyes estadounidenses, no puede comentar públicamente sobre casos particulares.
Desde la Oficina de Prensa de la Embajada de los Estados Unidos de América se indicó que la prueba de ADN es el procedimiento estándar utilizado para establecer las relaciones sanguíneas en casos consulares.
La familia Familia demandó a la Embajada de Estados Unidos y a una clínica porque alegadamente una prueba de ADN dividió esa familia y pide una indemnización 180 millones de dólares.
La historia
El resultado erróneo en una prueba de paternidad ordenada por la embajada de Estados Unidos fue el motivo que originó la destrucción de una familia.Moralmente destrozado, cabizbajo y compungido, Miguel Familia, ciudadano norteamericano, explicó que el día primero de diciembre de 2005, hace siete años, “su hija” aplicó en el país para un reporte de nacimiento en el extranjero y un pasaporte de EE.UU., solicitud que le fue rechazada porque mediante prueba de ADN, realizada en la clínica que prestó el servicio a la embajada, se determinó que la menor no era hija su hija biológica.
Testimonio
“Fue algo muy desastroso, y cuando me dijeron que ella no era mi hija fue algo fuerte para mí. Eso destruyó mi familia, me destruyó a mí, mi familia pasó mucho trabajo”, dijo Familia, apenado.
La demanda por daños y perjuicios incoada contra la embajada de Estados Unidos y la clínica que hizo la prueba explica que el accionante pensó en matar a su pareja y suicidarse, tras la noticia.
La situación generó el malestar inmediato de la familia, el hoy demandante pensó que la madre de su hija, Yéssica Guerrero, le había sido infiel, por lo que se separó de ella.
Siete años después, justo el 25 de mayo de este año, luego de vivir en la incertidumbre, la insistencia de la madre, la falta del documento físico con la prueba de ADN y la duda, llevaron al hombre a someter a la menor nueva vez a la prueba, en un laboratorio nacional, resultando esta positiva. Según explica el documento de demanda, producto de la situación la expareja de Familia quedó en estado de depresión y empezó a maltratar a sus hijos. Fue sometida a los tribunales siendo beneficiada con una garantía económica.
La instancia agrega que producto de los resultados erróneos la menor quedó marginada e indispuesta con la sociedad por no tener a su padre.
Pide indemnización de US$180 millones
Familia, mediante sus abogados, solicitó que se condene a la embajada de EE.UU. al pago en indemnización de 80 millones de dólares y 100 millones a la clínica que realizó la prueba.
La causa se ventiló ayer en la Tercera Sala Civil y Comercial del Distrito Nacional y fue aplazada a fin de citar al cónsul general de Estados Unidos y otros actores.
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