Es probable que el presidente Danilo Medina no haya percibido el peligro que asoma a su gobierno si el ministro de Economía privilegia a Hipólito Mejía en las reuniones que ha programado con el liderazgo político para explicarle los alcances de la reforma tributaria.
Porque, evidentemente sin proponérselo, el ingeniero Temístocles Montás estaría concediendo una jerarquía institucional que Mejía no tiene porque no representa ninguna instancia del Partido Revolucionario. Además de que estaría enviando el mensaje de que el gobierno lo ha escogido como interlocutor de la oposición.
Es decir, el ministro de Economía estaría otorgándole a Mejía lo que Mejía ha venido buscando desde el 22 de mayo cuando en medio de su resabio por la derrota se declaró “líder de la oposición”.
Peor aún, con el reconocimiento implícito al expresidente, Temo estaría estrellándole en la cara la puerta de la avenencia y la concertación al presidente del PRD, Miguel Vargas, que contrario a Mejía ha mantenido un discurso respetuoso, aunque disidente, frente a las iniciativas económicas del gobierno.
Se envía también un mensaje equivocado a la opinión pública sobre una preferencia que el gobierno no ha mostrado aún al momento de escoger al interlocutor de la oposición, que bajo ninguna circunstancia sería Mejía el que más convenga en este momento, un hombre que denunció este gobierno de ilegítimo ante la OEA y que ni siquiera se dignó en reconocer el triunfo del actual Presidente.
Es un tema delicado que no escapará al análisis de los medios de comunicación y de los sectores políticos que se mantienen atentos a la evolución de la crisis interna perredeísta.
Se juega el liderazgo
En esta decisión oficial de tanta trascendencia, es probable que esté en juego el liderazgo de la oposición, que no sólo del PRD.
Si el gobierno asume a Mejía como el interlocutor válido de la oposición, es obvio que estaría entrando en un juego peligroso que podría determinar la armonía y gobernabilidad políticas.
Vargas, en semejante escenario, tendría que poner distancia definitiva con el gobierno y asumir una oposición radical desde el punto de vista institucional que se supone no le conviene al presidente Medina.
Es diferente si el caso se da a la inversa. Si el gobierno asumiera la interlocución del presidente del PRD, estaría validando la institucionalidad del partido, en cuyo caso Mejía quedaría en escenario reducido y obligado a asumir la posición partidaria, independientemente de que no estuviera de acuerdo con ella.
En este momento la situación se le torna más difícil al gobierno porque al señor Mejía se le considera con mayor proclividad a la oposición radical y con mayor manejo del tigueraje barrial que se ocupa del trabajo sucio.
Pero si el gobierno privilegia a Mejía en esta decisión probablemente elimine para siempre la posibilidad de un entendimiento con la institucionalidad perredeísta.
Y sin embargo... se mueve
José Florentino, querido amigo de cuchumil años, me escribe para quejarse por mi artículo de ayer y considera que se trató de una broma de mal gusto que afecta su imagen... Y que jamás me dijo lo que digo yo que él me dijo...
Es probable...Y si es así, mil disculpas... Tal vez fueron otros dos, y no él y yo, los que se encontraron aquella noche en esa taberna española... Ya lo he dicho... él se puso irreconocible después que vendieron Telecable. Quizás lo confundí.
Galileo Galilei admitió su error al ser llevado ante el tribunal de la Inquisición... ¡Es verdad! La Tierra no gira sobre su propio eje... es estática...
¡Y sin embargo... se mueve!
Por CESAR MEDINA
El autor es periodista
Embajador en España
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