Según un informe policial, el joven Luis Alberto Alcántara (Cano) falleció de heridas de perdigones, que se las habría provocado un cabo del Ejército, cuando se encontraba de patrulla por el centro de esta ciudad.
Alcántara, quien residía en la calle Cuarta del barrio 30 de Mayo, de esta ciudad, presenta herida de arma de fuego en el cráneo y el cuello con orificio de entrada y salida y varios orificios más, según diagnóstico de la doctora Félix, médico legista de esta provincia.
La jefatura local de la Policía responsabiliza de este crimen al cabo Urbáez Segura, que según relatan, se produjo en momentos en que estaba de servicio en una patrulla que hacía ronda por el centro de esta ciudad, y que mandaron a detener al joven que se encontraba a bordo del automóvil marca Toyota de color azul, placa A035017 junto a Rafael Martínez (El Chamo), y que estos emprendieron la huída, por lo que fueron perseguidos y al cabo “se le salió de forma accidental” el disparo que le segó la vida.
Sin embargo otra versión de familiares, amigos y vecinos de la víctima da cuenta que el joven participaba de la celebración del inicio de la fiestas patronales, en la zona del parque municipal de aquí y que la patrulla policial lo interceptó cerca de las 2:00 de la madrugada y lo mandó a bajar el volumen de la música, y que Alcántara protestó y cruzó algunas palabras fuera de tono con los miembros de la patrulla.
Explican que, al retirarse la patrulla, el joven mecánico volvió a encender la música por lo que los agentes lo persiguieron, dándole alcance en la intercepción de la calle Máximo Gómez con Callejón Padre Billini, donde se produjo el fatal desenlace.
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