SAN CRISTOBAL.- Una masa humana variotinta desfiló por ante los restos de doña Oliva Corporán, uno de los robles de esta ciudad, quien falleciera de un paro cardiorespiratorio, tras ser sometida a una operación en la cadera.
Era la madre de los deportistas Rolando (Ña), fallecido, Víctor (Pipi) y Rafael (Rafo). En el caso de Ña ha sido uno de los mejores volibolistas dominicanos de todos los tiempos
Doña Oliva sufrió una caída en su residencia de la calle Salcedo, mientras daba comida a las aves que tenía en el patio.
Jugar con sus aves y perros era su pasatiempo favorito.
Sus restos fueron velados en su residencia de la calle Salcedo en el sector de Los Nova sepultada en medio del dolor y llanto de familiares y amigos, en el cementerio de Sainaguá.
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