Leonel atribuye déficit fiscal a desplome recaudaciones y subsidios a CDEEE y Banco Central
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SANTO DOMINGO.- Sin la bandera dominicana ni el uso del podium de la Presidencia que usó en los últimos ocho años en sus alocuciones , el ex mandatario Leonel Fernández, decidió responder a los que le responsabilizan del “hoyo fiscal” al asegurar que el déficit del país no estuvo motivado a un despilfarro del gobierno que presidió.
Tampoco al manejo imprudente e irresponsable de la economía, sino que se estableció la proyección de que el país tendría, para este año 2012, recaudaciones totales ascendentes a 360,000 millones de pesos y que “sin embargo, terminaremos con ingresos inferiores a los 320,000 millones de pesos”.
Dijo que esa diferencia en las recaudaciones “ha hecho necesaria una reforma fiscal”.
Fernández señaló que ese proyecto de reforma tributaria no ha surgido al azar, sino que se trata de un tema que desde hacía tiempo venía debatiéndose en el país, que fue concertada con los distintos sectores nacionales y que además estaba contemplada en el Plan Nacional de Desarrollo.
Indicó, asimismo, que en el presupuesto original para este año 2012 se estimó que la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) tendría un déficit este año de 270 millones de dólares, o lo que es igual de 11,000 millones de pesos.
“No obstante, viene a suceder que el déficit del sector eléctrico ya no será por esa cantidad, sino por 1, 270 millones de dólares, igual a 51,000 millones de pesos”, explicó Fernández.
En tercer lugar, dijo que el Banco Central, “a pesar de haber sido dirigido durante varios años con gran destreza y habilidad por su gobernador, el licenciado Héctor Valdez Albizu”, todavía, como consecuencia de la crisis financiera del 2003-2004, requiere ser recapitalizado cada año con recursos provenientes de las recaudaciones fiscales y mediante la emisión de certificados de depósito que realiza la propia institución bancaria”.
En una alocución al país a través de una cadena de radio y televisión, el ex mandatario reconoció el legítimo derecho que asiste a cualquier ciudadano o ciudadana de albergar alguna preocupación, dudas, temores o interrogantes en torno a la referida reforma fiscal.
No obstante, añadió sobre ese particular precisó que la misma no surgió al azar, de manera imprevista o sorpresiva, sino que fue parte de las consultas, del diálogo y del esfuerzo de concertación que durante dos años se realizó con distintos sectores de la vida nacional, en relación con la Estrategia Nacional de Desarrollo.
El ex presidente de la República manifestó, por igual, que el problema fundamental del sistema fiscal de la República Dominicana es el hecho de que se trata de uno de los países con más bajo nivel de recaudación de la riqueza nacional, no sólo de América Latina, sino del mundo.
En ese sentido, comentó que en el año 2007, “en el punto máximo de recaudación de nuestra historia financiera moderna, la presión fiscal llegó a alcanzar 16% del PIB, y desde entonces hasta la fecha ha habido una disminución de 3.3%, lo que nos coloca en estos momentos, en tan sólo 12.7 por ciento del PIB”.
Recordó que en el primer considerando de la recién aprobada Ley de Reforma Fiscal, en enero de este año 2012 fue promulgada la ley No. 1-12, que consigna la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, y que en la misma se establece “la necesidad de que las fuerzas políticas, económicas y sociales arriben a un pacto fiscal orientado a financiar el desarrollo sostenible y garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo, mediante el apoyo sostenido a un proceso de reestructuración fiscal integral”.
“Por su parte, en un informe del Fondo Monetario Internacional, de fecha 13 de diciembre del 2011, bajo el título de, Medidas Tributarias para el Ajuste Fiscal, se indica que: Las autoridades dominicanas y el FMI estimaron en septiembre del 2011 que será necesario implementar medidas de ajuste equivalentes a 3.5 por ciento del PIB…”
Más adelante, Fernández dio que “el informe del organismo crediticio internacional decía que: Este es el tercer año consecutivo en que la República Dominicana tendrá que producir un paquete tributario cuyo objetivo es reforzar sus ingresos.”
“Por su lado, cinco días antes de la celebración de las elecciones presidenciales, esto es, el 15 de mayo de este año, en declaraciones ofrecidas al periódico Hoy, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), planteó la búsqueda de una reforma fiscal integral, no de un parche tributario, como denominó a las reformas previas”, recordó.
Agregó que el CONEP consideró necesario, también, un análisis profundo del sistema tributario y de gastos administrativos del país, y de cómo devolver competitividad a los sectores productivos.
Manifestó que “como puede observarse, desde hacía tiempo venía debatiéndose en el país la necesidad de suscribir un pacto fiscal que estuviese dirigido a la realización de una reforma fiscal integral, que implica, entre otras cosas, como se ha dicho, el incremento de la presión tributaria o fiscal”.
“Es con ese incremento de la presión fiscal como se haría posible cumplir con los compromisos de la Estrategia Nacional de Desarrollo en favor, por ejemplo, de la educación, la salud, la seguridad social, la seguridad ciudadana, el sector agrícola y las medianas y pequeñas empresas”, expresó el ex mandatario.
Sostuvo que el rechazo de algunos sectores a las llamadas “reformas de parche” se debe al hecho de que desde el año 2000 a la actualidad, se han elaborado nueve reformas fiscales y que el resultado ha sido que en el 2000, la presión fiscal fue de 12.5 por ciento del PIB, y en el 2011, de 12.7 por ciento del PIB.
“Dicho con otras palabras, durante diez años se implementaron 9 reformas fiscales y la presión tributaria con respecto al Producto Interno Bruto quedó prácticamente estancada”, sostuvo.
De igual manera, Fernández recordó que como resultado de la apertura de la economía y de la suscripción de acuerdos de libre comercio, como el RD-CAFTA y el de Asociación Económica con la Unión Europea (EPA), la estructura tributaria del país se modificó de manera radical.
Añadió que así, en lugar de depender de los impuestos provenientes del comercio exterior, cobrados en Aduanas, como siempre había sido, se traspasó a Impuestos Internos la responsabilidad de ser el principal ente de recaudación fiscal del país.
“Más aún, debido a la aplicación de varias de leyes de incentivos y concesiones tributarias, dirigidas, fundamentalmente, a promover el crecimiento económico, la productividad y el empleo, se generó también, aunque de manera involuntaria, un debilitamiento de la presión fiscal”, sostuvo.
"Ese es el problema fundamental del sistema fiscal de la República Dominicana. El hecho de que sea uno de los países con más bajo nivel de recaudación de la riqueza nacional, no sólo de América Latina, sino del mundo32”, expresó.
Citó los casos de Brasil, donde la presión fiscal es de 35 por ciento, Argentina, de 30%, Jamaica, es de 24 por ciento. En Uruguay, de 23.2. En Nicaragua, de 22 por ciento, en Bolivia, 22.6, en Chile, de 21.6, los Estados Unidos, de 28.2 por ciento,, entre otros países
“Pero, hasta en África, el continente con menor desarrollo del planeta, el promedio de presión fiscal ronda el 20.1 por ciento”, agregó.
Sostuvo que en la República Dominicana ,” repito, es de tan sólo 12.7 por ciento, el más bajo de América Latina, con excepción de Haití; y así, con un Estado fiscalmente pobre, débil, no puede producirse el nivel de desarrollo, de progreso y bienestar que anhelamos para nuestra sociedad”.
Por esa razón, dijo que desde hace varios años las fuerzas vivas de la nación han estado reclamando la realización de una reforma fiscal integral.
“Ahora bien, si durante varios años, y más recientemente, hasta antes de las pasadas elecciones presidenciales, el debate en torno a la reforma fiscal giraba alrededor de la ejecución de una reforma integral que contemplase el incremento de la presión fiscal con respecto al Producto Interno Bruto, ¿Cómo fue que en la opinión pública nacional se tejió la idea de que la reforma fiscal era la consecuencia del déficit fiscal proyectado para este año 2012?, observó.
En adición se preguntó que “¿De dónde se extrae la peregrina tesis de que un déficit fiscal equivale a un fraude fiscal, y por consiguiente, a un delito que merece ser perseguido por la vía judicial?”
“Cuando observamos el panorama económico mundial, nos damos cuenta que ese, precisamente, es uno de los problemas que con mayor intensidad afecta, inclusive, a las economías de mayor desarrollo”, argumentó.
Observó que en los Estados Unidos, el déficit en el 2009 fue de 8.9 por ciento; en el 2010, de 7.8 por ciento; y en el 2011, de 6.6 por ciento.
“¡Imagínense ustedes, la mayor economía del mundo, en peligro de caer, no en un hoyo, sino en un precipicio fiscal.!, exclamó.
Sin embargo, añadió que como en ese país se respeta la opinión pública y la misma no puede ser manipulada de manera antojadiza, sin consecuencias,” a nadie se le ocurre la descabellada insensatez de considerar que un déficit fiscal sea sinónimo de fraude fiscal, y por lo tanto, de delito”.
El ex presidente Fernández atribuyó las críticas y la responsabilidad en el déficit fiscal de la nación, a “el engendro de un cerebro más orientado hacia la calumnia que a la razón, a la manipulación que a la verdad, y a un alma tenebrosa corroída por bajas pasiones”.
“Un déficit fiscal se refiere al hecho de que en el transcurso de la ejecución del presupuesto de un año, el total de gastos excede el de los ingresos”, resaló.
Añadió que entonces resulta que eso ocurre generalmente en casi todos los países del mundo, “año tras año, como acabamos de ver, y de lo que se trata, más bien, es de establecer un límite, o tope, para que resulte manejable”.
Dijo que la crisis financiera del 2003-2004, origina un déficit, sólo para este año, del sector público consolidado, de más de 49 mil millones de pesos.
“De manera que, como puede apreciarse, en tres renglones nada más, en los recursos que no ingresarán, el aumento del subsidio al sector eléctrico y en la recapitalización del Banco Central, hay 141 mil millones de pesos del déficit fiscal”, explicó.
Dijo que eso equivale a decir, entonces, que de los 187 mil millones de pesos que se estima sería el déficit del sector público consolidado para este año, “hay 141 mil millones que ya sabemos no estaban bajo el control del Gobierno Central”.
“Y con el resto, ¿Qué ha pasado? ¿Dónde están los 46 mil millones de pesos restantes? ¿Desaparecieron por arte de magia? , se preguntó.
Alegó que se invirtieron en proyectos y en áreas institucionales previstas en el presupuesto y aprobadas por el Congreso Nacional.
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