
Tras lograr
una abrumadora victoria en las urnas, Obama llamó este miércoles a los
principales líderes demócratas y republicanos en ambas Cámaras del Congreso, y
les pidió que pongan los intereses "del pueblo y la economía" de los
Estados Unidos por delante de sus "intereses partidistas".
Al repasar la agenda para lo que resta de 2012,
Barack Obama reiteró su compromiso para "encontrar soluciones
bipartidistas a la reducción de nuestro déficit de forma equilibrada, recortes
de impuestos para las familias de clase media y pequeños negocios, y para crear
empleos", señaló la Casa Blanca.
Pero, ante un Congreso dividido, la mayoría de los
expertos vaticina que continúen los enfrentamientos y la parálisis política en
Washington.
El llamado "precipicio fiscal" consiste,
por un lado, en el vencimiento, a finales de año, de ciertos beneficios de
desempleo y de los recortes tributarios de la era de George W. Bush y de los
impuestos a la nómina.
Por otro, también supone recortes automáticos de
hasta 800.000 millones de dólares a partir de enero próximo en el gasto
público, incluyendo el Pentágono, y la posibilidad de un impuesto alternativo,
y más alto, para unos 26 millones de hogares de clase media.
Durante una rueda de prensa, en la que no tomó
preguntas, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John
Boehner, dejó entrever que su bancada sopesaría un aumento de impuestos a
cambio de que Obama "esté dispuesto a reducir el gasto" y reformar
los programas de beneficencia social, "que son los principales vectores de
nuestra deuda".
"Encontremos el terreno común que hemos
eludido", dijo Boehner en tono conciliatorio, y sugirió que el Congreso
podría comenzar a pactar un acuerdo en la breve sesión legislativa antes de fin
de año.
Horas antes, también el líder de la mayoría
demócrata del Senado, Harry Reid, instó al Congreso a tomar medidas para evitar
el "abismo fiscal", y consideró que, pese a la objeción de los republicanos,
estas deben incluir un aumento de impuestos "para los más ricos de entre
los ricos".
Los expertos han advertido de que, sin una solución
consensuada para reducir el déficit, el país podría caer en una nueva recesión.
Pese al llamado a la unidad que ha hecho Obama,
pocos esperan que la oposición le ayude con soluciones consensuadas a asuntos
como la reducción del déficit, el nivel de endeudamiento o la reforma
tributaria.
Aún pendientes de algunas contiendas en estados como
Florida, para la entrante sesión legislativa número 113 los republicanos
mantendrán el control de la Cámara baja, aunque los demócratas lograron arañar
algunas victorias.
Por ahora, los resultados apuntan a 233 escaños para
los republicanos (antes 241) y 193 para los demócratas (antes 194), con 10
escaños todavía no asignados.
En el Senado, se prevé que los demócratas
incrementarán sus escaños a 53 (antes 51) contra 45 para los republicanos
(antes 47), que anoche vieron esfumarse sus posibilidades de recuperar la
Cámara alta. En esa Cámara seguirá habiendo 2 miembros independientes.
Previsiblemente, se mantendrá intacta la reforma
sanitaria de 2010, el principal triunfo político de Obama y que entrará en
pleno vigor para 2014.
John Fortier, director del Proyecto Democracia del
Centro de Política Bipartidista, vaticinó un escenario en el que posiblemente
continúen, como en los últimos dos años, "choques sobre presupuestos, el
techo de la deuda, y otros plazos".
En la noche del martes, el líder de la minoría
republicana en el Senado, Mitch McConnell, mostró un tono menos conciliatorio
que el de Boehner, al señalar que "los votantes no han apoyado los fallos
o excesos del primer mandato del presidente".
La derrota del binomio Romney-Ryan en las urnas
obligará al Partido Republicano a ajustar sus estrategias electorales, en un país
con una creciente diversidad étnica y cultural, pero también cada vez más
dividido sobre líneas ideológicas, según estrategas como el republicano Ed
Rogers.
El Partido Republicano, aún dominado por hombres
blancos y mayores, tendrá que analizar cómo responder a la nueva realidad
política del país, señaló Rogers a la cadena de radio pública NPR.
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