SANTIAGO, Chile.- El bloque de 33 países de América
Latina debuta en una cumbre con la Unión Europea. La asunción de Castro como
presidente pro-tempore del foro regional ha causado polémica.
Lanzada en diciembre de 2011 en Caracas a instancias
de un Hugo Chávez ya enfermo de cáncer, la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (Celac) intenta hacer frente a otros organismo
regionales que cuentan con la presencia de Estados Unidos, como la OEA.
De hecho este año, Cuba asumirá en la persona de su
líder Raúl Castro la presidencia pro témpore, el máximo reconocimiento
diplomático regional que ha recibido hasta ahora.
"América Latina está viviendo un verdadero
renacimiento, porque ha aprendido de sus errores", dijo el presidente
chileno Sebastián Piñera, en un encuentro con la prensa extranjera.
El debut internacional del bloque será ante la Unión
Europea, que será representada por el español Mariano Rajoy y la canciller
alemana Angela Merkel.
Más allá de los objetivos puntuales, la cumbre lleva
impreso un fuerte sello político: en el marco de la prolongada crisis
internacional los países de la golpeada Unión Europea se reúnen en Chile con
los presidentes latinoamericanos y caribeños.
Los organizadores de la cumbre aseguran que de los
60 mandatarios convocados, al menos 40 se harán presenten en la cita.
Rajoy y Peña Nieto a su llega a Santiago, Chile
La cumbre pondrá sobre el tapete la importancia de
trazar alianzas interregionales estratégicas y volverá reafirmar la
trascendencia de cada bloque regional.
Aunque con la ausencia de su su máximo promotor,
hospitalizado en Cuba desde hace un mes y medio, el futuro de la Celac es una
incógnita.
"Hay un gran signo de interrogación de que
Celac pueda prosperar sin Chávez", comentó a el analista internacional de
la Universidad de Chile, Ricardo Israel. “Celac no tiene infraestructura, lo
que le quita poder, y sin la fuerza de su principal impulsor no se sabe hasta
dónde puede llegar", agregó.
Los líderes de los 33 países de la Celac buscan, no
obstante, que éste no sea otro vano intento de integración, en una región con
diferencias políticas y de modelo económico.
"Nuestros esfuerzos de integración no han
estado a la altura de lo que se requiere y se merece América Latina",
reconoció Piñera.
Durante la última década, la elección en varios
países de gobiernos de izquierda, con inflexiones diferentes, más moderada en
Brasil, Argentina, Uruguay, El Salvador, más radical en Venezuela, Bolivia,
Ecuador y Nicaragua, dio un nuevo impulso a la creación de la Celac, pasando
previamente por la formación de la Unión de Naciones de América del Sur
(UNASUR).
También, el mejor entendimiento en los últimos años
de estos gobiernos de izquierda con gobiernos conservadores, como el de Juan
Manuel Santos de Colombia, el de Felipe Calderón en México y el del propio
Piñera, favoreció su formación.
"La integración latinoamericana es la búsqueda
del equilibrio a estas tensiones que hay hoy en América Latina. Celac tiene de
los dos", dice Fernando Laiseca, especialista de integración regional de
la Universidad Adolfo Ibáñez.
Cuba ocupará la presidencia durante un año, en
aplicación de un acuerdo alcanzado en Caracas que dividió el período de dos
años con Costa Rica, como una forma de mantener los equilibrios.
La visita de Castro a Chile, de la que aún no se
conoce su fecha de arribo, ha estado precedida no obstante de manifestaciones a
favor y en contra del régimen cubano.
Las marchas estuvieron azuzadas por un sector del
oficialismo chileno que acusa a Cuba de "amparar" a los que acusa de
haber asesinado al senador derechista Jaime Guzmán, acribillado en 1991, uno
año después del retorno de la democracia tras la dictadura de Augusto Pinochet.
El único presidente que ha sido excluido es Federico
Franco, de Paraguay, debido a la destitución el año pasado a través de un
juicio político sumario de su predecesor, Fernando Lugo, por "mal
desempeño de sus funciones".
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