Existe la oportunidad de contener algunas enfermedades, declara un experto


WASHINGTON.- Un influyente líder de la comunidad mundial de la salud ha declarado que los avances científicos han creado la enorme oportunidad de “controlar por completo enfermedades infecciosas muy peligrosas, como el SIDA, la tuberculosis y la malaria”.

El doctor Mark Dybul habla sobre esta oportunidad en un ensayo publicado por el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria, ahora que se ha convertido en el director ejecutivo de esta organización con sede en Ginebra. Dybul, doctor y ciudadano estadounidense, trabajó como embajador mundial para el SIDA durante el gobierno del presidente George W. Bush.

Dybul ha dicho que es fundamental que el mundo aproveche esa oportunidad ahora “o de otra manera afrontará el peligro de que las enfermedades tomen nuevas formas que son más difíciles y costosas de eliminar”.

La aparición de la tuberculosis extremadamente farmacorresistente (XDR-TB) es un ejemplo de la advertencia de Dybul sobre la aparición de modalidades más peligrosas de enfermedades.
Normalmente, la tuberculosis se puede tratar de manera eficaz con cuatro medicamentos estándares. Sin embargo, diversas circunstancias pueden provocar la administración o uso indebidos de estos medicamentos, y como consecuencia puede aparecer una forma resistente de la bacteria de la tuberculosis, a saber: la tuberculosis farmacorresistente (MDR-TB).

Esta modalidad de la enfermedad responderá a un segundo nivel de medicamentos contra la tuberculosis, más costosos y con mayores efectos secundarios. Si el tratamiento falla nuevamente, XDR-TB puede volver a aparecer y “las opciones de tratamiento son sumamente limitadas”, según indican los documentos de la Organización Mundial de la Salud.

La prevención y el tratamiento de las enfermedades infecciosas es una buena inversión, escribe Dybul, que beneficia a sociedades enteras, entre las que se incluyen “más ampliamente a las comunidades, regiones y países cuyas economías y tejido social se fortalecen en una población saludable”.

El nuevo director ejecutivo del Fondo Mundial dice que es difícil llevar a cabo este programa cuando las restricciones económicas afectan a tantos países. Él cree que se puede lograr con un plan de acción concertado, en el que se incluyan los siguientes elementos:

• Demostrar que las inversiones en el tratamiento de las enfermedades y en los programas de prevención pueden ser de gran utilidad.

• Centrarse en el impacto y la evaluación de las inversiones.

• Combinar todos los “enfoques basados en la evidencia” que puedan prevenir las enfermedades y reconocer que distintos países encontrarán distintas estrategias eficaces.

• Asegurarse de que los programas, y concretamente el Fondo Mundial, sean confiables y transparentes.

• Trabajar juntos, coordinando los esfuerzos de los expertos técnicos, la sociedad civil y los defensores públicos de la salud.

Con esfuerzos guiados por estos principios, Dybul concluye que "estas tres enfermedades se pueden controlar y, con mayores avances científicos, se pueden erradicar”.

Simon Bland, presidente de la junta de directores del Fondo Mundial, declaró: “Estamos encantados de darle la bienvenida a Mark al Fondo Mundial [21 de enero]. Compartimos su entusiasmo y compromiso con derrotar estas tres enfermedades, y esperamos con interés trabajar con él en los próximos años”.

Antes de unirse al Plan de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para el Alivio del Sida y de ascender para asumir el puesto de embajador mundial para el SIDA, Dybul trabajó en distintos cargos para agencias de la salud del gobierno de Estados Unidos, entre estas para el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y para el Departamento de Salud y Servicios Sociales. En esos puestos, se desempeñó también como representante estadounidense en organizaciones de salud internacionales, como por ejemplo el Programa Conjunto de las Naciones Unidas contra el VIH/SIDA (ONUSIDA).

El Fondo Mundial es una institución de financiamiento internacional establecida para recaudar y distribuir fondos y luchar contra las enfermedades infecciosas. Desde que se estableció en el año 2002, más de 1.000 programas en 151 países han obtenido el apoyo del fondo para llevar a cabo una amplia variedad de iniciativas contra las enfermedades cuidadosamente diseñadas y orientadas. En la última década, la organización ha administrado tratamientos contra el SIDA a 4,2 millones de personas, tratamientos contra la tuberculosis para 9,7 millones de personas y ha distribuido 310 millones de mosquiteros tratados con insecticidas para proteger a las personas mientras duermen de las picaduras de los mosquitos que transmiten el virus de la malaria.

Estados Unidos es el mayor donante individual del Fondo Mundial, ya que ha contribuido con aproximadamente 7.300 millones de dólares desde que la organización se fundó. Los gobiernos son la mayor categoría de donantes para el trabajo de la organización, con donativos que exceden los 28.000 millones de dólares desde el inicio del fondo.

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