QUITO.- El presidente de Ecuador
y candidato a la reelección, Rafael Correa, descartó un móvil político en el
asesinato a cuchilladas de dos partidarios suyos en un mitin en la población de
Quinindé (noroeste), y señaló que el miércoles podría retomar la campaña que
suspendió este martes.
"Se trata de un hecho aislado, ha sido una
campaña muy pacífica, yo diría muy alegre, muy optimista, muy
esperanzadora", dijo Correa a periodistas en la localidad costera de
Quinindé (200 km al noroeste de Quito, en la provincia de Esmeraldas), donde la
noche del lunes un hombre arremetió contra la multitud congregada en el coliseo
20 minutos antes de que el gobernante llegara para un acto de campaña.
"Es un hecho aislado de un demente",
agregó el mandatario tras visitar a los familiares de los fallecidos y a los
cuatro heridos.
Correa comentó que el atacante al parecer es un
"consumidor de droga (...) que en un estado de alienación total empezó a
dar cuchilladas a diestra y siniestra".
"El tipo no sabía ni lo que hablaba, decía
incoherencias", subrayó el gobernante, quien suspendió las actividades de
campaña previstas para este martes, las cuales, dijo, retomará "muy
probablemente" el miércoles.
Un juez dictó prisión preventiva contra el agresor,
confirmó Correa, favorito para ganar en primera vuelta en los comicios del 17
de febrero, y quien se reunirá con el buró de su partido antes de ofrecer una
rueda de prensa al final de la tarde.
Armado con un cuchillo de gran tamaño, el asesino se
abrió paso entre los presentes que portaban banderas del movimiento
izquierdista Alianza País (AP) para atacarlos indiscriminadamente, tras lo cual
se dio a la fuga, según un video aficionado difundido por medios locales.
El hombre fue detenido minutos después por la
Policía, luego de ser señalado por varios testigos como el autor del ataque.
Aurelio Vivero, de 28 años, y Gregoria Porozo, de
63, murieron cuando eran trasladados a un centro médico de la vecina población
de Santo Domingo, mientras que otro hombre y tres mujeres sufrieron heridas.
Un testigo citado por el diario El Comercio de Quito
aseguró que el agresor, quien vestía una camiseta de AP, se encontraba ebrio e
insultó a algunas mujeres que estaban en el lugar, tras lo cual un grupo de
personas lo golpeó y lo obligó a salir del acto. El hombre regresó con el arma
para atacar a los asistentes, según esa versión.
Otro testigo aseguró que se trata de un vendedor
ambulante de jugos.
Este es el segundo hecho de violencia que se
registra durante la campaña, después de un "secuestro express" que
sufrió el pasado viernes el candidato derechista Mauricio Rodas.
El suceso de Quinindé fue condenado por los demás
postulantes en sus cuentas en Twitter.
"Expreso mi rechazo total al acto de violencia
sucedido anoche en Quinindé, nada lo justifica", escribió el banquero
Guillermo Lasso, principal rival de Correa, aunque lejos de éste en los
sondeos.
"Envío mi solidaridad y condolencias a las
familias de las víctimas de este terrible hecho", agregó Lasso, quien
además se condolió con los militantes de AP.
Por su parte, el magnate Álvaro Noboa declaró estar
"convencido de que es un hecho aislado" y pidió "no politizar
esta tragedia".
"Mi solidaridad con familiares y compañeros de
simpatizantes de AP asesinados y heridos en Quinindé. Tenemos que desterrar la
violencia", indicó a su turno el izquierdista Alberto Acosta, exmiembro de
ese partido, en tanto que Rodas hizo "votos para que la paz regrese a
Ecuador".
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