El señor aquel que participó en el proceso electoral
pasado, pensando que su Alianza País tendría la suerte que el partido del
presidente ecuatoriano Rafael Correa, debido al supuesto descrédito en que han
caído los partidos tradicionales o “del sistema”, no comprende los procesos
políticos ni sociales, no conoce la composición social del pueblo dominicano y,
por lo tanto, ignora la estructura psicológica que en colectivo se ha formado,
partiendo precisamente de esa composición que, por demás, define su
comportamiento.
Por ello se ha ido de bruces un comicio tras otro.
Pero no importa, porque de todas maneras satisface a los tontos útiles la
presencia mediática, el escaparate diario que parece montarle en una nube de
popularidad, de esa que en corto tiempo forjan “personalidades” y hacen creer
que la base social para una aspiración presidencial, se estructura en medio de
la temeridad e irresponsabilidad de un discurso sin propuestas de ningún tipo,
y anclado en la destrucción de honras.
De ahí que tropezara en el uno por ciento que le
llevó a la inanición electoral que mató su Alianza, la que busca resucitar con
las firmas que le consigan los titiriteros de color blanco que se refugian en
aquellas instituciones llamadas de la sociedad civil, que tienen la tarea de
hacer el trabajo “limpio” a ese importante y viejo partido de oposición,
malherido y minado en su autoridad política, por la naturaleza auto destructiva
que se incubó en ella desde el mismo 1939.
Su nueva arremetida comenzó con el déficit fiscal. Y
en el tema resbaló dando muestras de una ignorancia olímpica, ayudado por
aquellos que entre 2000 y 2004 causaron un déficit cuasi fiscal descomunal que
pagará el pueblo dominicano por las próximas décadas; ayudado por los
responsables de quebrar miles de empresas y de dejar sin empleos a 600 mil
dominicanos, provocar la mayor estampida de capitales del país y ridiculizarnos
en todos los foros y organismos internacionales, en los que no honrábamos
nuestros compromisos económicos o íbamos
con posiciones cantinflescas.
La andanada continúa con la Fundación Global
Democracia y Desarrollo, FUNGLODE; una entidad sin fines de lucro que ha
formado a miles de jóvenes dominicanos en distintas áreas, y que como centro de
pensamiento, ha servido de escenario para el debate de temas sensibles que
impactan, tanto en el ámbito nacional, como el internacional.
No sabe el señor de la alianza que esta institución,
por ser sin fines de lucro, no tiene dueño, y que en caso de que por alguna
razón dejare de existir, todos sus bienes pasan a manos de una institución
similar, o en su defecto, pasarían a ser patrimonio del Estado.
El expresidente Fernández es el blanco porque el
títere cree que con sus ataques a él se abre espacio para una futura
candidatura presidencial exitosa; y los titiriteros, con posibilidades reales
de armar un proyecto que por lo menos dé la batalla antes de morir en primera
vuelta, buscan, por ese miedo que no les abandona, inhabilitado.
Por
MANOLO PICHARDO
El autor es presidente del PARLACEN
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