Tras el escándalo en Reino Unido, la nueva denuncia
implica comidas envasadas. El ministro británico de Medio Ambiente habla de un
"complot criminal" contra Europa.
Proveedores franceses asociados a la marca Findus se
querellarán contra proveedores rumanos por encontrar en sus alimentos envasados
carne de caballo en lugar del vacuno anunciado en las etiquetas de los platos
preparados para Findus.
El presidente de la marca de proveedores Spanghero,
Barthélémy Aguerre, anunció que, "Si nos han engañado, ha sido el
proveedor rumano, porque nosotros no hemos comprado carne de caballo, sino
carne de vacuno y entregamos carne de vacuno", en declaraciones a la
emisora de radio "France Info".
Spanghero había sido apuntado como el origen del
engaño sobre el tipo de carne de tres preparados de Findus por Comigel, una
empresa cárnica también francesa con sede en Metz, a la que el grupo de
congelados había señalado cuando se hizo público el escándalo en el Reino
Unido.
Por su parte, el ministro británico de Medio
Ambiente, Owen Paterson, convocó hoy a representantes de cadenas comerciales en
el Reino Unido para tratar sobre la carne de caballo encontrada en platos
preparados, y definió lo ocurrido como un caso de "grave negligencia"
o "un complot internacional criminal" y previno de que cabía esperar
"otras malas noticias".
Este escándalo se trata de "una grave
negligencia" o de "un complot internacional criminal", que
consiste en poner voluntariamente caballo en productos con la etiqueta
"carne de vacuno", estimó Paterson a la salida de la reunión.
El ministro recordó que solicitó que se realizaran
pruebas a todos los platos preparados con carne de vaca y que esperaba
"resultados significativos" de aquí al viernes.
Por su parte, la cadena de supermercados británica
Aldi confirmó anoche que ha encontrado entre un 30 y un 100 % de carne de
caballo en dos de sus platos de lasaña y boloñesa, y expresó su
"decepción" con el suministrador francés, Comigel, asociado también
con Findus.
Los servicios antifraude franceses anunciaron ayer
la apertura de una investigación y el ministro de Agricultura, Stéphane Le
Foll, consideró que "no es aceptable" el "engaño" sobre la
composición de los platos de Findus y aseguró que se aplicarán "las
sanciones necesarias".
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