MOSCU.- El presidente de Rusia, Vladímir Putin,
promulgó una restrictiva ley antitabaco, que según las autoridades
permitirá reducir el porcentaje de fumadores en el país del actual 39 % al 25
%. La ley prohíbe fumar a partir del 1 de junio próximo en instituciones
educativas, centros de salud, edificios estatales, lugares de trabajo y el
transporte público.
Dicha iniciativa aprobada en un país, que ocupa uno
de los primeros lugares en el mundo por el consumo de tabaco, ha dividido la
sociedad en dos.
Según una encuesta del centro de estudios de opinión
pública VTSIOM, un 49 % de la población rusa se opone a la norma por ser
"demasiado dura", mientras un 45 % se pronuncia a favor de ella.
Un 47 % de los encuestados cree que las
restricciones tendrán efecto y un 46 % se muestra pesimista al respecto.
"Conforme a nuestras estimaciones, la
realización de todas las medidas (que abarca la ley) permitiría evitar entre
150.000 y 200.000 muertes vinculadas con el tabaquismo al año", afirmó el
portavoz de Ministerio de Sanidad, Oleg Salagái, citado por la agencia
Interfax.
Mientras, otra fuente de esa cartera pronosticó que
en el transcurso de los próximos 10-15 años el número de fumadores en Rusia se
reducirá a la mitad.
El jefe del Servicio Epidemiológico de Rusia,
Guennadi Oníschenko, que cifró en más de un 60 % a los hombres y en más del 20
% a las mujeres que fuman, aseguró que 400.000 rusos mueren cada año por
afecciones relacionadas con el tabaquismo.
Criticó a la "mafia del tabaco" por
intentar manipular a la opinión pública contra la nueva ley, cuyos efectos,
según los expertos, sólo se notarán dentro de entre 5 y 7 años.
"El volumen de producción, 400.000 millones de
cigarrillos al año, es una cifra desorbitada para Rusia. Por cierto, los
cigarrillos se producen a partir de una materia prima desconocida",
señaló.
Mientras, los críticos de la nueva ley llamaron a
respetar también los derechos de los fumadores y no convertirlos en chivos expiatorios
de los problemas sanitarios nacionales.
En concreto, llamaron a tener en cuenta las
condiciones climatológicas de Rusia, ya que obligar a salir a fumar al aire
libre a un trabajador puede disparar las enfermedades respiratorias durante el
invierno, conocido por su crudeza.
La ley aprobada el pasado 12 de febrero unánimemente
en tercera lectura por la Cámara baja del Parlamento ruso prohíbe fumar en
escuelas y universidades, instituciones culturales y juveniles, patios
infantiles, instalaciones deportivas, edificios que alberguen órganos estatales
y hospitales.
En cuanto a las oficinas y lugares de trabajo, sólo
se permitirá fumar en lugares especialmente habilitados para ello, pero no en
los ascensores o escaleras.
Tampoco se podrá fumar en el metropolitano, las
estaciones de transporte, aeropuertos, paradas de autobús, trolebús y tranvía,
y gasolineras, pero sí en coches particulares.
La ley estipula que un año más tarde, desde el 1 de
junio de 2014, tampoco se podrá consumir tabaco en restaurantes, cafés,
hoteles, tiendas, centros comerciales, aviones, y trenes y barcos de largo
recorrido.
Además, se prohibirá a las tabacaleras patrocinar
loterías y festivales y quedará totalmente proscrita toda publicidad del
tabaco, inclusive en internet.
Con la entrada en vigor de la ley antitabaco, Rusia
cumplirá con el compromiso con la Organización Mundial de Salud (OMS) al que se
adhirió en enero de 2008 y que estipula una prohibición total de la publicidad
del tabaco en un plazo de cinco años desde su ratificación.
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