Resulta inaceptable, que un chófer de autobuses del
Instituto Politécnico Loyola (IPL), de los que transportan los estudiantes,
cruzara el vehículo en la autopista Seis de Noviembre para el impedir el
tránsito.
Esa acción de esa persona, deja mucho que desear en
una institución como el IPL, que se ha granjeado durante décadas el respeto del
país.
Pero como estamos viviendo involutivamente,
cotejamos que ya en el IPL comenzó a deteriorarse.
Un deterioro que inició en la pasada gestión del Rector
Escolástico cuando comercializó el IPL a tal punto que cerró una de las naves
de los talleres para poner en funcionamiento una piscina para niños por paga.
Pero fue más lejos ya que politizó el IPL a favor de
un candidato derrotado en los comicios de mayo del 2012.
Algo anda mal y no es Babilonia.
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