NUEVA YORK.- La Policía está investigando las
sospechosas circunstancias de un incendio en El Bronx que segó la vida de
una niña hispana de siete años y dejó a su hermana, de tres, en estado crítico.
Miembros de la unidad anticrimen y de la unidad de
incendios premeditados se encontraban en la tarde de ayer recogiendo pruebas en
la escena del incidente, que ocurrió de madrugada en el 977 de la avenida Grant,
a unas pocas cuadras del Yankee Stadium.
Fuentes de la investigación revelaron que se
encontró un bidón de gasolina en la escena del incendio y que la tubería del
gas del edificio presentaba alteraciones, aunque no se había determinado aún si
ambos hallazgos estaban relacionados con el inicio del fuego.
Según el reporte policial, sobre las 3 a.m. unidades
del servicio de bomberos acudieron a sofocar las llamas que salían del cuarto
piso. Después de luchar durante más de media hora contra el fuego, los bomberos
encontraron los cuerpos inconscientes de las dos niñas.
La mayor, Hazel Martínez, fue declarada muerta nada
más llegar al hospital, y su hermana, Haley, se encontraba anoche internada en
estado crítico en el New York Presbyterian.
"Escuché a una mujer gritar desesperada y
cuando me asomé a la ventana y vi las llamas, bajé corriendo con mi
madre", dijo Cristina Castillo, una vecina que estaba de visita en un
apartamento del edificio de enfrente. "Luego vimos cómo sacaban los
cuerpos de las niñas... fue de las cosas más horribles que me han tocado
vivir".
Otra vecina, que no quiso identificarse, dijo que en
el apartamento, que quedó completamente calcinado, vivían un hombre con dos
mujeres y los hijos que había tenido con ambas —las dos niñas y otros tres
niños más.
Aún así, la Policía no reportó más heridos y no hizo
declaraciones sobre las causas del incendio. No se especificó tampoco qué
miembros de la familia se encontraban en el apartamento.
Al cierre de esta edición, no se había producido
ningún arresto ni hecho públicas sospechas de conducta criminal o negligencia.
Un hombre que se identificó como Germán Martínez y
abuelo de las niñas, continuaba en estado de shock horas después del incidente
y apenas podía articular palabra mientras era consolado por vecinos en las
cercanías del edificio donde ocurrió todo.
"Sólo puedo decir que las quiero con todo mi
corazón", dijo entre lágrimas Martínez, quien no quiso hablar sobre las
circunstancias del incendio. "Las quiero mucho, estén muertas o no".
Por
JUAN MATOSSIAN/Edlp
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