CINCINNATI.- Aroldis Chapman, con su recta de 100
millas por hora, no será abridor. Y que el misil cubano permanezca en el
bullpen de los Rojos quizás sea lo mejor para ambas partes.
Después de todo, Chapman se anotó 38 rescates en 43
oportunidades como cerrador el año pasado dentro de la marcha de Cincinnati al
título de la División Central de la Liga Nacional.
También era el deseo del zurdo, que quedó fascinado
con la adrenalina de entrar en la novena entrada para sacar los tres últimos
outs: "Me gusta el momento, es el más intenso de un partido, con todo el
mundo pendiente", dijo.
El plan inicial de los Rojos con respecto a Chapman
era tenerlo como parte de su rotación abridora este año y para ello adquirieron
al relevista Jonathan Broxton, con experiencia de taponero, al ofrecerle un
contrato de tres años y 21 millones de dólares.
Era lo lógico, ya que Chapman surgió en Cuba como un
abridor, aunque su reportorio estaba limitado a dos pitcheos, con su recta como
tarjeta de presentación. Fue lo que pensaban hacer los Rojos, cuando a inicios
de 2010 le dieron un contrato de seis años y 30,25 millones, tras desertar de
la isla.
Los Rojos no tuvieron otro remedio que ponerle como
cerrador el año pasado cuando el titular Ryan Madson se lesionó el codo en los
entrenamientos de primavera. Sin experiencia previa en la función, el cubano se
convirtió en uno de los taponeros más dominantes de las mayores. Hubo un
momento en el que encadenó 27 salvados en fila, un récord para la franquicia.
Empezó esta pretemporada realizando apariciones como
abridor. Pero Chapman siempre manifestó que, si le ponían a escoger, la tarea
de cerrar un juego era lo suyo.
"Nadie le presionó, fue una decisión
propia", dijo el manager Dusty Baker. "Uno busca que alguien se
sienta cómodo en lo que hace".
Con el dominicano Johnny Cueto como el as, la
rotación de los Rojos no deja de ser robusta. Mat Latos, Bronson Arroyo, Homer
Bailey, y Mike Leake son los otros integrantes. Cueto estuvo en la discusión
por el Cy Young tras una temporada con marca de 19-9 y efectividad de 2.78.
Bailey lanzó un juego sin hits.
"Es una rotación fuerte", dijo el gerente
Walt Jocketty. "Y con Chapman de vuelta en el papel de cerrador con
Jonathan Broxton, quien cerrará algunos juegos, nos da un bullpen muy fuerte.
Ha sido lo mejor".
"Somos un equipo cuya ambición es ganar
ahora", añadió.
Los Rojos no están para andarse con rodeos en cuanto
a sus ambiciones. Han ganado su división en dos de los últimos tres años, pero
no han podido ir más allá de la primera ronda de los playoffs.
El fracaso del año pasado dolió más, al convertirse
en el primer equipo en dilapidar una ventaja de 2-0 en una serie al mejor de
cinco juegos. Tras perder los dos primeros en San Francisco, los Gigantes
barrieron los siguientes en tres en Cincinnati rumbo a la conquista de la Serie
Mundial.
Los Rojos arrancan 2013 como favoritos para
revalidar su corona de división. Su primera base Joey Votto, un bateador fuera
de serie, está recuperado de la operación en la rodilla a mitad de la pasada
campaña que provocó una mermara de su producción. El jardinero derecho Jay
Bruce (34 jonrones y 99 remolcadas) aún no alcanza su pico.
Por lo demás, el equipo es casi el mismo que ganó 97
juegos en 2012. La gran novedad está en el jardín central, donde Shin-Soo Choo
toma el puesto de Drew Stubbs y se perfila como el modelo de primer bate que no
habían tenido en los últimos años.
Choo llegó tras un canje de tres bandas durante el
receso. El surcoreano, ex de los Indios, no ha patrullado la posición en buen
tiempo, así que hay cierta aprensión sobre su defensa. Si acaso estará un año
en el puesto, ya que los Rojos tienen en espera al súper veloz prospecto Billy
Hamilton en Triple A.
Lo otro que cambia es que Todd Frazier, quien
recibió votos al Novato del Año tras batear para .273 con 19 jonrones, y
reemplaza permanentemente a Scott Rolen en la antesala.
El resto de la alineación incluye al intermedista
Brandon Phillips, al jardinero izquierdo Ryan Ludwick, al campocorto Zack
Cozart y al cátcher Ryan Hanigan.
Baker recibió una extensión de contrato de dos años,
luego que terminó la pasada temporada con una afección cardíaca que provocó su
hospitalización. Pero es algo superado: "Nada me asusta, no tengo miedo de
morir", dijo Baker.
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