Carmelo no tiene piedad con Boston


MADRID.- Boston ya no es lo que era. Ese equipo rocoso e intratable tan difícil de batir en postemporada y que mantuvo una rivalidad histórica con los Lakers, llegó a su fin. Los Knicks destrozaron sin despeinarse a los Celtics (87-71) en el segundo partido de su serie de 'playoffs' (2-0), con un Carmelo Anthony estelar que sigue con un ritmo encestador apabullante. Ayer 34 puntos tranquilamente.

Parece que los años empiezan a pesar en unos Celtics plagados de viejas glorias que ya se encuentran en el ocaso de sus carreras, véase Kevin Garnett, Paul Pierce y Jason Terry. Además, la baja de su base estrella Rajon Rondo parece haber dejado a un equipo sin fondo de armario, demasiado indefenso ante unos serios Knicks.

Anthony tampoco estuvo realmente inspirado ya que anotó 11 de 24 tiros de campo, pero su gran acierto desde la línea de personal, 10 de 11, que visitó con gran asiduidad ya que la defensa de Boston fue incapaz de frenarle, hizo despegar en el marcador New York. Su escudero en este partido, el ya confirmado mejor sexto hombre de la Liga, J.R. Smith, con 19 puntos saliendo desde el banquillo.

Las estrellas de estos Knicks juegan de 2 y de 3, pero este año están complementadas con dos grandes bases que saben dirigir al equipo para surtir de balones a los dos anotadores neoyorquinos. Raymond Felton y el 'viejo' novato argentino Pablo Prigioni (35 años), ambos como titulares en el partido contra Boston, aportaron una combinación de 17 puntos. Prigioni sólo anotó uno de esos puntos, pero repartió 5 asistencias en momentos importantes del partido.

En los Celtics, los de siempre, Paul Pierce 18 puntos y Kevin Garnett 12. Insuficiente la aportación de dos de los pilares de este equipo que están cerca de ser eliminados en primera ronda de las eliminatorias por el campeonato, algo muy poco frecuente en la última década.

Miami continúa intratable

LeBron y compañía continúan con su paso firme en estos 'playoffs' y ya le han endosado un 2-0 a los Bucks con una facilidad y tranquilidad pasmosa. La combinación de las estrellas de Miami fue demasiado para un Milwaukee (98-86) que pese a tener un equipo muy completo, necesita una figura que de la cara en este tipo de partidos, y ese no es Brandon Jennings.
             
El escurridizo base de los Bucks hizo ayer unos pírricos 8 puntos, con 12 de 15 en tiros de campo. Fue el turco Ilyasova (21 puntos) el que trató por todos los medios de doblegar a un imperial Miami. Esta vez la voz cantante la llevó Wade, que encestó 21 puntos y tomó la responsabilidad de ejecutor en un día tranquilo para 'King' LeBron, que a marcha corta hizo 19 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias.

Miami es como una máquina perfectamente engrasada, con muchas piezas que funcionan a la perfección. Su plantilla es de las más completas de la Liga, si no la más completa, y en el segundo partido de la serie contra Milwaukee lo demostraron al situar a cinco jugadores con números de dos dígitos en anotación.

Las únicas posiciones que quizá tenían peor cubiertas, las interiores, ya no son un problema para este equipo desde que la pareja Chrises, Chris Bosh y Crish Andersen, están revirtiendo esa carencia. En este partido, 10 puntos cada uno y una gran consistencia en defensa. El acertado fichaje a mitad de temporada de Andersen y la mejoría de Bosh, dos malas noticias para los rivales de Miami, que lo tendrán muy difícil este año para batir a los Heat.

Festival anotador en Denver

Parece que el Curry empieza a atragantársele a Denver. Y es que ayer estuvo muy picante (30 puntos y 13 asistencias) como de costumbre y obligó a los Nuggets a claudicar en su casa (117-131) ante Golden State, en lo que fue un festival anotador y una oda al buen baloncesto de correcalles. Con esta victoria, los de Oakland consiguieron empatar la serie a uno y recuperar el factor cancha.

El partido fue un festival anotador, los Warriors tuvieron un 65% en los tiros de campo y el 56% de triples. De ahí el abultado marcador que sirvió para romper una racha de 24 partidos consecutivos sin perder de los Nuggets en su campo del Pepsi Center, de Denver. Golden State no notó la baja de una de sus estrellas, el ala-pívot David Lee, y se dedicó a acribillar desde la larga distancia con un inspirado Jarret Jack, que secundo a Curry con 26 puntos.

Pero sería el alero novato Harrison Barnes, de 20 años, que salió en el puesto de Lee, el que surgiese como factor sorpresa y ganador tras aportar 24 puntos, su mejor marca como profesional. Este chico promete y puede que en poco tiempo se convierta en un jugador determinante en la Liga. Los Nuggets no pudieron frenarle en ningún momento y el joven aprovechó la inexistente defensa de Denver para campar a sus anchas por el campo.

Por los Nuggets, los que más hicieron fueron el base Ty Lawson y el escolta-alero Corey Brewer, que aportaron 19 puntos cada uno. "Nuestro fallo no fue el ataque sino la defensa, nunca jugamos a nada cuando nos tocó defender", declaró el entrenador de los Nuggets, George Karl, al concluir el partido. "Sabíamos de lo buen equipo que son los Warriors y del daño que pueden hacer con su ataque". "De lo que no hay ninguna duda es que será una serie muy competitiva como había adelantado", agregó Karl.


Fuente EL MUNDO

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