El PSOE propone que la ley de partidos obligue a todos a celebrar primarias
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MADRID.- La dirección del PSOE desea que la máxima
de "un militante un voto" rija en todos sus procesos internos de
elección, pero también quiere ir más allá y planteará una reforma de la ley de
partidos que obligue a todas las fuerzas políticas a celebrar primarias para
elegir a sus candidatos electorales .
La propuesta ha sido avanzada por el diputado
socialista Ramón Jáuregui, que forma parte de la Ejecutiva Federal del PSOE en
calidad de coordinador de la conferencia política del otoño, la gran cita en la
que los socialistas aspiran a hacer la mayor "sacudida política
española" de los últimos tiempos.
El PSOE ya celebra primarias desde hace años para
escoger a sus candidatos electorales (que serán abiertas para designar al
próximo cabeza de lista a la Moncloa) y en el futuro prevé emplear el mismo
método entre los militantes para elegir a los secretarios generales.
Jáuregui explica que el PSOE quiere que esa fórmula
se extienda al resto de fuerzas políticas y, por ello, los socialistas
propondrán una reforma de la ley de partidos que recoja la exigencia de emplear
ese mecanismo.
"Nosotros lo vamos a aplicar en nuestra casa,
pero lo vamos a exigir a todos", constata el ex ministro de la
Presidencia, en cuya opinión es necesario que los partidos sean más útiles,
abiertos y transparentes para intentar recuperar la mermada confianza en ellos
de los ciudadanos.
Diputado socialista Ramón Jáuregui
Aunque en principio no contemplan designar a su
cartel para las elecciones europeas de 2014 mediante primarias, a Jáuregui le
parecería "razonable" celebrar un proceso previo de consulta con las
organizaciones locales también en ese caso.
Debate
sobre primarias socialistas
No quiere hablar, sin embargo, del debate sobre
primarias para las próximas generales que se ha reabierto en el PSOE después de
que trascendiera que los políticos vascos Patxi López y Eduardo Madina podrían
estar interesados en presentarse.
"Cuando llegue el momento ya optaremos",
zanja, convencido de que el PSOE no puede estar mirándose "el
ombligo" ni discutiendo sobre su liderazgo sino que tiene que ser capaz de
presentarse ante el país como un instrumento útil, que propone soluciones y
alternativas para superar la crisis.
Jáuregui coordina los trabajos de la conferencia
política y entre sus propuestas se encuentran varias novedades de calado, que
conllevarían una reforma de la Constitución.
Por ejemplo, al igual que en el verano del 2011 se
modificó el artículo 135 de la Carta Magna para recoger la estabilidad
presupuestaria, el PSOE aboga ahora por aprobar un precepto semejante, que
garantice el ejercicio de los derechos de prestación básicos del Estado del
bienestar.
En el caso de que se abra el melón de la reforma
constitucional, el PSOE también es partidario de que desaparezca la prevalencia
del varón sobre la mujer en la sucesión de la Corona.
No obstante, esa sería la única reforma
constitucional de las que proponen que afecte a la Corona, una institución
-dice- que tiene que ser más moderna y transparente, lo que puede conseguirse a
través de una ley orgánica. Así, Jáuregui aboga por regular ya por ley la
abdicación del Rey teniendo en cuenta que una disposición en la Carta Magna que
mandata al poder legislativo a hacerlo, aunque nunca se ha desarrollado.
"La figura del heredero también hay que
ordenarla, porque ya está realizando muchísimas funciones que suplen al jefe
del Estado en muchos momentos y eso debe de hacerse sobre un estatuto de la
figura del heredero mejor ordenada: cuándo le sustituye, por qué, en qué
condiciones", precisa.
En este sentido, no descarta que pudiera aplicarse
al Príncipe la misma inmunidad que tiene el Rey en el ejercicio de su cargo.
Ahora bien, deja claro que el PSOE no llevará
ninguna propuesta a su conferencia de octubre sobre el debate entre monarquía y
república, aunque seguramente habrá enmiendas que sí pongan el tema sobre la
mesa.
Y es que, para la dirección federal, no es necesario
cambiar el sistema de monarquía parlamentaria actual: "No creemos que haya
que alterar esa pieza de la bóveda constitucional", argumenta Jáuregui, y
esgrime asimismo la necesidad de evitar "pulsiones extremas".
Si se cambia "una pieza tan importante del
arco" -añade- otros pueden considerarse legitimados para plantear otras
reformas, y eso obligaría a reconstruir todo el edificio jurídico-político del
país y de su convivencia, algo que no le parece conveniente.
Uno de los temas que sí se abordará en la
conferencia de octubre es el de las relaciones con la Santa Sede.
Jáuregui no se inclina por romper los acuerdos con
el Vaticano, sino por revisarlos partiendo de la reflexión de que la sociedad
española es progresivamente más secular y multirreligiosa que hace 35 años, lo
que, según su criterio, hace necesario una mayor aconfesionalidad en las
instituciones del Estado.
"No queremos romper nada -aclara-; lo que
queremos es adaptar nuestro marco de relaciones con la Iglesia a lo que es la
sociedad del siglo XXI española. Y eso pudiera llevarnos a la recomendación de
proponer una renovación de esos acuerdos".
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