El ciclista Luca Paolini (Katusha) se ha impuesto en
la tercera etapa del Giro de Italia, disputada entre las localidades de
Sorrento y Marina di Ascena sobre 222 kilómetros, y es nuevo líder de la
general después de escaparse en los últimos 6 kilómetros tras una jornada dura
al final por el ritmo impuesto en la ascensión y rápido descenso de Sella di
Catona, de tercera categoría, donde el vigente campeón Ryder Hesjedal (Garmin)
puso al resto contra las cuerdas.
Paolini, a sus 36 años, fue más listo que nadie al
aguantar en el veloz descenso a Hesjedal y su compatriota Nibali (Astana) y
saltar en el momento preciso para ya no darse tregua a él mismo y evitar que le
cazaran, consiguiendo llegar a meta con 16 segundos de ventaja --pese a entrar
saboreando el triunfo-- y vestir la 'maglia rosa' con 17 segundos sobre Wiggins
y Urán (Sky) tras contabilizar las bonificaciones.
El británico, ausente en cabeza durante buena parte
del descenso, consiguió entrar al final en el grupo y mantiene la ventaja
conseguida en la contrarreloj. Por su parte, Beñat Intxausti (Movistar) es
cuarto en la general provisional y Samuel Sánchez (Euskaltel) fue quinto en
meta este lunes.
La emoción en una etapa tan larga y con dos repechos
como ésta la puso un Hesjedal que ha querido mostrarse a las primeras de cambio
y poner en alerta al resto de favoritos. Hesjedal, que busca volver a sentir la
'maglia rosa' este año tras la sorprendente victoria en 2012, atacó en la
subida a Sella di Catona y estiró al grupo tirando en el descenso.
Le siguieron Nibali (Astana) y otros 10-15
corredores en fila india, sin la presencia de Bradley Wiggins (Sky) ni ninguno
de sus escuderos, que no pudieron llevarle a cabeza hasta un repecho corto que
permitió a los favoritos reagruparse.
Con la lección aprendida, el británico, vigente
campeón del Tour de Francia y ahora aspirante a hacerse con este Giro en que ha
partido con ventaja tras la 'crono' por equipo del domingo, puso a Henao y Urán
a tirar del grupo, pero había mucho gallo suelto en el corral.
Fueron varios quienes, a partir de los 6 kilómetros
para meta, intentaron la escapada definitiva en solitario, pero el italiano
Luca Paolini (Katusha) fue el único en conseguir dar un golpe definitivo a la
etapa.
La gran escapada estuvo formada por siete corredores
de inicio, con seis de ellos firmes hasta los 30 kilómetros finales. Juntos
pasaron por San Mauro Cilento (2ª categoría), donde sprinters como Cavendish
perdieron contacto con el gran grupo, pero su intento quedó en nada cuando
Hesjedal cazó al último superviviente, Taborre (Vini Fantini).
De cara a este martes, el recorrido presenta otra
etapa de media montaña desde Policastro Bussentino a Serra San Bruno, todavía
más larga que la de este lunes (sobre 246 kilómetros) y pasando por el Vibo
Valentia (3ª) y la Croce Ferrata (2ª), ésta a seis kilómetros de meta, por lo
que se espera un guión parecido al que ha coronado a Paolini.
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