EL CAIRO.- El Ejército egipcio
ha instado este lunes a los partidarios del depuesto presidente Mursi a
abandonar su protesta, asegurando que no tolerará "ninguna amenaza contra
la seguridad nacional", tras la muerte de más de 50 personas en el
intercambio de disparos que ha tenido lugar al amanecer a las puertas del
cuartel general de la Guardia Republicana.
"No vamos a
permitir ninguna amenaza contra la seguridad nacional egipcia sean cuales sean
las circunstancias", ha subrayado el portavoz del Ejército, Ahmed Ali,
quien ha llamado a abandonar la movilización al tiempo que ha prometido a los
manifestantes que siguen acampados en varios lugares en El Cairo que no habrá
"ninguna medida" contra ellos.
En una rueda de
prensa presidida por una enorme tensión, Ali y un portavoz de la policía han
acusado a un grupo desconocido de hombres armados de haber iniciado los
enfrentamientos, y han asegurado haber repelido la agresión "de acuerdo
con la ley".
Pruebas
Alí ha presentado
imágenes y vídeos que muestran supuestamente a hombres arrojando cócteles
molotov y piedras a las fuerzas de seguridad.
El portavoz del
Ejército ha descalificado las "provocaciones" por parte de líderes
islamistas, a quienes no ha identificado, para incitar a los manifestantes a
atacar instalaciones del Estado.
"Un grupo
armado atacó el perímetro del cuartel. El personal encargado de la seguridad
fue atacado con munición real y balines, mientras otros trepaban sobre los
muros para arrojar desde allí piedras, cócteles molotov, explosivos y material
pesado", ha señalado.
Tanto el portavoz
de las fuerzas armadas como el de la policía vincularon la creciente violencia
en El Cairo con los incidentes de los últimos días en la península del Sinaí,
donde grupos yihadistas han lanzado ataques sobre las fuerzas de seguridad y
sabotearon ayer, domingo, el gasoducto que abastece de gas a Jordania.
Desmentido
Alí desmintió que
se esté llevando a cabo una campaña de detenciones arbitrarias contra
dirigentes de los Hermanos Musulmanes y expresó el compromiso de los militares
de no perseguir a nadie mientras actúe de conformidad con la ley.
"El Ejército
se compromete a no perseguir a ninguna persona, todos son libres mientras no
violen la ley", ha señalado.
De igual forma, ha
desmentido que haya menores muertos entre las víctimas de los enfrentamientos,
como han asegurado los Hermanos Musulmanes. Y lanzó una nueva advertencia a la
cofradía a la que pertenecía Mursi: "Egipto no puede ser construido por un
partido o facción particular, sino por todos los egipcios".
Por su parte, esta
mañana los representantes de los Hermanos Musulmanes mostraron unos casquillos
de bala como prueba que podría acusar a los soldados de comenzar la violencia.
También mostraron un vídeo en el que se ve a un presunto francotirador sobre el
edificio de la Guardia Republicana.
Por otro lado, el
principal partido salafista de Egipto, Al Nur, ha llamado este lunes a iniciar
un "diálogo nacional sincero" para la reconciliación, aunque un dirigente
del grupo ha confirmado que su formación se ha retirado del proceso político
anunciado por los militares.
"Llamamos a
imponer la voz de la razón y de la sabiduría y a empezar directamente un
diálogo nacional sincero para empezar una reconciliación verdadera", ha
asegurado el partido en un comunicado.
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