PARÍS.- El británico Chris
Froome lamentó el lunes, durante la jornada de descanso del Tour, que su
equipo, el Sky, se haya quedado sin "una segunda carta que jugar"
después de que su compañero, Richie Porte cediera 18 minutos en la novena
etapa.
El líder de la
ronda francesa explicó lo que supone para su equipo el descuelgue de Porte, que
el sábado era segundo en la general: "Era cómodo saber que tenías una
segunda baza. Pero con el tiempo que ha perdido Richie, nuestra única meta es
que yo gane la general. Aclara las cosas, pero en mi opinión, creo que es una
pena para Richie también".
Respecto al intento
fallido de sus rivales de atacarle en la última etapa pirenaica, cuando se
encontraba sin ningún gregario, Froome valoró que "lo intentaron en la
subida final varias veces con Quintana". "Sabía que tenía que cubrir
estos ataques. Valverde también lo intentó en la bajada. Trataron de hacerlo,
pero había otras cosas en carrera que les impedían hacer exactamente lo que
querían", explicó.
Froome también
valoró las declaraciones previas de Alberto Contador en las que recordó que
"el año pasado en la Vuelta la última semana se le hizo larga" al
británico. "La gente puede especular sobre mis actuaciones anteriores. En
la Vuelta estaba agotado después de una temporada muy dura, estaba en modo de
supervivencia. No estaba en mi mejor momento como ahora", respondió al
madrileño.
El británico volvió
a desestimar las sospechas de dopaje que rodean al Tour. "Las grandes
actuaciones fueron vinculados con el dopaje y ahora pagamos el peso de la
historia. Pero sé que este deporte ha cambiado. Sé lo que yo hago, que estoy
preparado para ganar el Tour y que la etapa que gané no me la van a quitar. No
sé qué más puedo hacer", concluyó.
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